Dark Shadow ~Severus Snape

Transition

Sin lugar a duda, las clases de defensa contra las Artes Oscuras nunca habían resultado tan didácticas, eso de practicar el Everte Statum sobre colchonetas era divertido.

Aunque más divertido era lanzar un Impedio no verbal a Cope y ver como se enfadaba consigo misma. La desaprobatoria mirada que a veces el profesor Lupin me dirigía hacía que me mantuviese a raya y la dejase practicar y dominar la técnica.

Al terminar la clase el profesor me llamó.

- Sé que esto es muy fácil para ti, y que es divertido ver como una segunda persona intenta hacer un hechizo y que no le salga por tu hechizo Ellos también tienen derecho a avanzar con la facilidad que tú tienes.

- Está bien, señor, intentaré no volverlo a hacer.

- ¿Estás bien? – preguntó acercándose mucho e invadiendo parte de mi espacio personal.

- Sí, por qué debería... - y en ese momento caí los profesores deberían también saber lo de ayer, intenté evadir su mirada – Supongo. Si me disculpa, llego tarde a la siguiente clase.

No le di si quiera tiempo a responder para cuando ya había salido de la clase. ¿Por qué será que cuando quieres olvidar algo todo el mundo se empeña en recordártelo?

Todas las siguientes clases se me hicieron un martirio, todos menos Snape me miraban como si les diese pena, hasta McGonagall con quien nunca me he llevado especialmente bien fue demasiado amable conmigo.

Estaba harta de ese trato hacia mí. A la hora de la cena no quería que esa situación se repitiera, asique me pase antes por las cocinas y pedí que llevaran mi comida a mi cuarto.

Allí comí tranquila y relajada, sin la mirada de nadie puesta sobre mí. Tras terminar me abrigué un poco y salí en dirección del despacho de Snape, esperando que la clase de hoy fuera no muy intensa.

Él llegó segundos después de mí y parecía muy enfadado.

- Entra, siéntate y no hables – me ordenó.

Estaba tan malhumorado que no me pensé dos veces el hacer caso y no discutir. Cuando se ponía así empezaba a gritar y desahogarse, haciéndome sentir pequeña y débil, lo último que necesitaba ahora.

- ¿Por qué no has ido a cenar? – preguntó, sorprendentemente, relajado.

- No soportaba ni un minuto más la mirada de pena de los profesores o los comentarios de otros creando teorías sobre por qué expulsaron a Slade.

- ¿Sabes? – se sentó a mi lado – McGonagall dijo en la sala de profesores que te considera alguien muy valiente por mantener la cabeza alta después de todo.

- Al final no llegó a pasar nada, podría haber sido mucho peor.

- No le intentes quitar importancia a algo que tiene mucha.

- Si le quito importancia se me hace más fácil olvidarme de ello, aunque la gente a mi alrededor no ayuda.

- Aún está muy reciente, solo espera que pasen unos días y que la gente encuentre algo nuevo sobre lo que hablar. El no descubrir públicamente la razón solo ha hecho aumentar el morbo de los rumores.

- Solo deseo que mi cabeza vuelva a estar como antes.

- Tiempo al tiempo. Bien empecemos – nos levantamos y con un movimiento de muñeca despejó nuestro alrededor – ponte en posición y comienza tú.

Pasamos un buen rato haciendo lo de siempre, lanzado y desviando hechizos.

En un momento de desconcierto el logró tirar mi varita lejos de mí, a la vez que otro hechizo se me acercaba.