Chimæra

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Antes de que acabaran las vacaciones me pasé un par de veces por la mansión, aunque sin su dueño, ya que estaba muy ocupado con su trabajo.

Los pequeños ya se conocían toda la casa e iban de un lado para otro, pero siempre todos juntos.

Cada vez que llegaban iban todos corriendo a saludarme.


Al volver de las vacaciones hubo varios cambios.

Primeramente, mis lecciones pasaron a ser del dominio del propio director, quien luego me alentaba para ir con Severus un rato. Hasta me dejaba su chimenea.

Albus, cómo el me pidió que le llamara (se enfadaba conmigo si no era sí), era mucho más exigente que Snape, pero a la vez bastante menos estricto. Ponía metas más altas, hacía que me esforzara más, pero me dejaba un tiempo ilimitado para ello y todas las veces que hiciera falta.

Con él estaba aprendiendo a manejar la magia sin varita y hechizos bastantes potentes, algunos pertenecientes a las artes oscuras.

En clase me tenía que controlar bastante para que nadie viera mi verdadero poder, pero por suerte pude mejorar en la asignatura que peor se me daba, Transformaciones. Hasta McGonagall me comenzó a tratar diferente, menos dura que de costumbre, como a cualquier otro alumno.

Cada sábado me quedaba a dormir con Severus y al día siguiente pasábamos el día en la mansión Prince. Los gatitos iban poco a poco creciendo felices allí. Normalmente Norm también venía con nosotros. 

El año iba avanzando poco a poco.


De vez en cuando me encontraba con el perro que hallé aquella noche. Fue cogiendo confianza en mí, hasta que finalmente me reveló su verdadera identidad y sus motivos e historia.

Sirius Black vestía unos ropajes muy feos y viejos, que medio arreglé con ayuda de magia.

- ... Seguramente no me creerás, ni te fiarás de mi palabra. Menos siendo de mi familia  - dijo Black al terminar de relatar.

- Te creo - dije convencida.

- ¡¿Cómo?! - preguntó el castaño conmocionado.

- Mi keazle. He estado estudiando su comportamiento y no se acerca a nadie a menos que sea confiable y bueno.

- ¿Ese animal que trajiste una vez? Intenté comunicarme con él, pero me fue imposible, cosa que nunca me había pasado. Recuerdo que en vez de tenerme miedo se puso a jugar conmigo a perseguirme.

- Es inteligente y audaz.

- Tengo que preguntarte una cosa. ¿Tu eres como los Malfoy?

- Si te refieres en cuanto ideales, para nada. Cuando Voldemort vuelva yo estaré del lado de Dumbledore, aunque tenga que hacer el paripé delante del primero.

- ¿Cómo que cuando vuelva?

- Está en algún lado recuperándose y no creo que tarde mucho en hacer de las suyas.

El hombre me contó sobre su plan de decirle la verdad a su ahijado, Harry Potter.

- ¿Qué sabes de Harry?

- La verdad es que poco, lo he visto un par de veces y ya. Nunca he hablado con él, aunque sé que nunca para de meterse en problemas.

Me parecía un buen hombre. No me daba mala sensación, pero en el fondo tenía en la cabeza que era un abusón.

Puede que quizás Azkaban lo hubiese hecho reflexionar un poco sobre sus malos actos.

Algunos días veía a Sirius, pero me encargaba todos los días de mandar a un elfo a que dejara algo de comida cerca del patio de la Torre de Astronomía, en horas en las que no pudiera haber allí nadie.

Dark Shadow ~Severus SnapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora