Capítulo 88 - Último día en Hogwarts

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El director colocó con delicadeza el cuerpo de Severus sobre la cama deshecha, bajando lentamente su varita

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El director colocó con delicadeza el cuerpo de Severus sobre la cama deshecha, bajando lentamente su varita.

- ¿Podrás tu sola? - me preguntó cauteloso el barbudo.

- Creo que sí - miré los viales de la mesa, ayer algunos estaban vacíos -. Me da que preparó la situación de antemano.

- Si la cosa se complica o necesitas ayuda avísame y mandaré a Poppy - sentí -. Así mismo notificarme cuando despierte. Tendré que tener una charla con él - el anciano hablaba con severidad.

- No creo que sea menester abordarlo nada más despierte.

El anciano se quedó reflexionando un momento.

- De igual forma avísame, dependiendo de las circunstancias aguardaré más o menos.

- Está bien - era en vano ir de aquel hombre, de una forma u otra se acabaría enterando antes de que me diera siquiera tiempo a avisar.

Cuando el director se fue salí corriendo hacia su armario y cogí un ungüento cicatrizante, que pasé a aplicar por cada una de las heridas visibles. Cuando estas estuvieron taponadas me las arreglé para darle las pociones, empezando por una analgésica. Hubiera sido más efectivo inyectarlas en venas, pero no me atrevía a inyectarle una vía, pese a que me había enseñado a hacerlo, siendo él el conejillo de prácticas. Al introducir la vía estando inconsciente se podría despertar o mover bruscamente.

Una vez administrada la poción reabastecedora de sangre esperé un margen tiempo una continuar con una revitalizante. Levanté su cuerpo con la varita y comencé a quitarle la ropa. Para la camisa tuve que ayudarme de un trapo que había preparado con antelación pues, como me imaginaba, algunas partes se habían quedado pegadas a la piel.

Poco apoco fue saliendo del síncope y, aunque aún no despertaba, ya era consciente. Podía notar en él pequeños quejidos al principio, pero tranquilizaba verlo ahora que el calmante había comenzado a hacer sus efectos en su cuerpo. A veces mi pelo rozaba con su antebrazo o su codo y él se arrascaba, sacándome una pequeña carcajada.

Por suerte bajo la camiseta no había ningún corte, por lo que le cubrí con una sábana y me marché a por algún libro. Cogí uno que le había pedido que me trajera de la Sección Prohibida y volví a su lado.

A veces me daba por levantar la vista y ver su rostro relajado. Otras veces lo escuchaba farfullar algo entre tiendes, una de esas escuché que me llamaba.

- Ly...

- Dime - alcé la cabeza y efectivamente estaba dormido.

- Quédate conmigo.

- No me voy a mover de aquí.

Entonces se despertó sobresaltado y se incorporó. Su cara se tornó en un gesto de dolor y se volvió a acostar.

Dark Shadow ~Severus SnapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora