Regrets

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Con todo el sigilo del mundo me senté en la puerta, para poder escuchar mejor. Le indiqué con un gesto de cabeza a la quimera transformada que se fuera a seguir pasando el tato con los pequeños Kneazles.

- Severus, ¿estás seguro de esto que me pides? - preguntó la mujer.

- No - respondió con dolor en su voz -, pero creo que es la única forma de pasar página.

- Ambos sabemos que es imposible que lo hagas. 

- Espero que no lleves razón.

- Sabes que la llevo. ¿Por qué quieres esto? ¿Que ha pasado para que quieras olvidarla?

- He metido la pata hasta el fondo. Estaba borracho y enfadado y sabes que cuando estoy borracho no digo nunca la verdad, siempre acabo diciendo lo contrario de lo que pienso.

- ¿Has intentado hablar con ella? - hubo un silencio, suponía que él habría negado con la cabeza - Primero intenta arreglar las cosas en vez de ser cobarde y decirme que quieres follar conmigo. 

En ese momento mis peores presentimientos se cumplieron. Sentí como parte de mi alma salía de mi cuerpo y para cuando me quise dar cuenta ya estaba comenzando a llorar.

- Porque sabía que no me dejarías hacerlo - respondió el pelinegro.

- He venido porque sabía que necesitabas ayuda. Te voy a pedir una cosa, échale dos pared de huevos e intenta arreglar las cosas.

- No creo que pueda.

- ¿Se puede saber que es tan fuerte para que pienses eso?

- Que era una insatisfaciente sustituta de Lily.

- Creí que ya no sentía por ella algo que fuera más que mera amistad.

- Así es.

- Eres un idiota.

- Y tanto que lo soy.

- Buena suerte intentando recuperarla, si fuera yo créeme que no volvería a hablarte en mi vida.

- Gracias por los ánimos - dijo con la voz rota.

- Tendrías todo perdido si no fuera porque ella está fuera del cuarto. Ahora me voy, avísame con cualquier novedad.

Se escuchó un fuerte "¿Cómo?".Ellen salió del cuarto dando un portazo y se agachó conmigo en el suelo para darme un sincero abrazo.

- Anda que tener que soportar a ese malnacido - me dijo en medio del abrazo, mientras yo seguía abrazada a mis piernas -. Ahora es tu decisión, yo lo mandaría a tomar viento fresco.

Dicho aquello se fue. Al rato la puerta se abrió lentamente. Miré hacia el lado y vi a Severus asomándose.

- Ly... - dijo débilmente - Por favor, no llores.

Ya hacía tiempo que había cesado de llorar, pero aún notaba mis mejillas y ojos húmedos.No le respondí y volví la cabeza a seguir abrazando mis rodillas.

- Puedes entrar  - dijo preocupado y nervioso -. Si me dejas, quiero hablar contigo.

Yo me quedé quieta sin mover más músculos que los necesarios para respirar. Al cabo de un rato noté como me cogían en brazos. Me limité a aferrarme a la levita de Severus.

Me llevó hasta la cama donde se sentó, aún conmigo aferrada a su pecho y con mi cabeza también escondida en ella.

- Lyra, ¿estás dispuesta a hablar conmigo? - asentí sobre su pecho - Yo... Lo siento muchísimo, aquello que te dije no lo pienso realmente. 

Dark Shadow ~Severus SnapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora