Capitulo 2 [Parte 2]

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Mal.

  Apenas llegué al castillo, fui a la sala de estar y dejé el bolso con las cosas de Alex en el sofá, miré a la pequeña que tenía en brazos y suspiré cuando empezó a llorar.

— ¿Qué pasa, amorcito? No llores princesa, no, aquí está mami para cuidarte, siempre estaré contigo... No estés así, hijita. —Murmuré algo preocupada y toqué su frente, noté que la tenía caliente y suspiré hondo, sabía que se estaba enfermando.

 Debía cuidarla, era mi responsabilidad, pero ni siquiera sabía qué le estaba pasando exactamente así que lo averiguaría y luego me encargaría de darle todo lo que necesitara para que se sintiera mejor muy pronto.

   Estaba a punto de ir a buscar a Ben justo cuando él entró en la sala y sonreí aliviada.

—Amor, que bueno que llegaste, escucha, Alex se siente mal así que necesito que me ayudes a saber qué le sucede y cuando lo descubramos, tenemos que darle algunos remedios pero no sé cuáles...—Exclamé entonces mientras veía cómo él se acomodaba el traje, al parecer estaba algo apurado.

—Bueno, podemos encargarnos de eso más tarde, ahora tenemos que asistir a una junta con el Consejo Real, es muy importante así que la dejaremos con la señora Potts y nos iremos, no hay que hacer esperar a los reyes y reinas porque si lo hacemos ¿qué pensarán de nosotros? Créeme, no quiero averiguarlo. —Mencionó él.

— ¿Qué? Estas loco si piensas que voy a dejarla cuando nos necesita a ambos así que será mejor que canceles o postergues esa reunión porque los dos nos quedaremos a cuidarla. —Afirmé, dejando a la pequeña en el sofá y cruzándome de brazos. — ¿Tú no quieres saber qué pensarán los demás de que faltemos para cuidar a nuestra hija? Pues yo no quiero que nuestra nena empeore porque no le damos lo que necesita, no puedo hacer esto sola, te necesito.

—Has enfrentado cosas peores que una simple enfermedad, de seguro puedes con esto, no debo defraudar a los miembros del Consejo. —Dijo, restándole importancia al asunto con un gesto de su mano.

— ¿Ah sí? Pero a mí si me puedes defraudar, ¿verdad? Claro, ahora que tienes una hija, no te haces cargo. —Bufé. —Yo no voy a permitir que me dejes sola en esto, vas a faltar a esa reunión y la cuidaremos juntos como una familia. —Sentencié segura.

—Yo soy el rey, tú eres la reina, no puedo faltar, no quiero ser irresponsable, el pueblo depende de mí y si tú no quieres cumplir con tus deberes reales, está bien pero yo no decepcionaré a ninguno de mis súbditos. —Insistió él. —Además, mamá puede ayudarte a cuidar de Alex.

— ¡Tu hija depende de ti, idiota! ¡La familia siempre es lo más importante, lo demás puede esperar! ¡No quieres decepcionar a tus súbditos pero no te importa decepcionarme a mí! —Gruñí furiosa, mis ojos empezaron a brillar y me percaté de que la pequeña cada vez lloraba más fuerte, me acerqué para tomarla pero se puso aún más nerviosa y supe que me temía pues nunca me había visto así. Entonces suspiré hondo para tranquilizarme. —Pero bueno, no importa, ve, sé el rey si consideras que tu pueblo te necesita más que nosotras, yo me quedaré a cuidarla como siempre y es mi última palabra, Benjamín. —Musité seria y mis ojos dejaron de brillar.

—Bien, pero estas siendo una exagerada, de seguro no tiene nada lo suficientemente grave, Mal. —Comentó él antes de marcharse dando un portazo, haciendo que mi hija se asustara más.

  Bufé y cargué a la niña en mis brazos, intentando mecerla para que se calmara, pero nada sucedía.

—Tu padre es un idiota. —Le dije, negando con la cabeza, siempre debía encargarme de ella yo sola porque él estaba demasiado ocupado como para ser un buen papá para su pequeña.

Revenge & Cribs [P&C #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora