Revenge & Cribs [P&C #3]

Capitulo 21

Mal.

—A ver si entendí esto, ¿ellos son los culpables de todos los problemas que han tenido nuestros amigos? —Dudó mi novio, luego de que le explicara por quinta vez lo que había pasado en el departamento de mi sobrina.

  Ahora estábamos en su oficina, delante de los tres acusados, y cuatro guardias nos acompañaban para evitar que alguno de ellos intentara lastimarnos.

—Sí, amor, te dije miles de veces que no se merecían otra oportunidad. —Respondí mirándolo, cruzándome de brazos.

—Entonces, empecemos a enumerar los delitos de estos delincuentes. —Masculló el rey, serio. —Cargo por manipulación de personas, por destrucción de equipo de seguridad, por perturbar la paz del reino, agredir a los guardias cuando venían para acá, hurto del garfio, cargo por...

— ¡Objeción! Ahí es donde te equivocas, chico Bestia, yo no lo robé, yo recuperé lo que es mío, ¡es una herencia familiar! —Intervino Hook.

—Todo lo que digas será usado en tu contra. —Sonreí, me estaba divirtiendo con esto. Lo estaba disfrutando demasiado. —Agreguemos cargo por amenazar a la realeza, cariño...

— También cargo por intentar recuperar los pedazos del collar de Úrsula, por ingresar en dos propiedades privadas, sean sinceros ¿ustedes admiten ser culpables de estas acusaciones?—Prosiguió Ben.

—Claro que sí, volveríamos a hacerlo mil veces más. —Respondió Uma, los otros dos villanos asintieron.

 Por la manera en la que Camaroncito observó a su novio, supuse que él había intentado recuperar aquel maldito collar para devolvérselo a su novia, pero no había funcionado.

—No olvides el cargo por utilizar magia ilegal para propósitos crueles...—Intervine.

— ¡Eso no lo hicimos! —Se quejaron los tres.

—Oh, lo sé, solo quería presumirles que yo sigo teniendo magia y ustedes no. —Me burlé y acomodé mi cabello.

— ¿¡Pero qué clase de reina eres!? —Alzó la voz la castaña, furiosa.

—Una a la que debes obedecer, querida. —Le guiñé el ojo.

—Entonces, al admitir estos crímenes están sujetos al mayor castigo posible...—Habló el hijo de Bella.

—Los tres volverán a la Isla de los Perdidos. —Informé, sonriendo victoriosa, pues ya era hora de que estos malditos se marcharan para siempre.

—A menos que encuentren alguna manera de demostrar su inocencia. —Aclaró Ben, lo miré extrañada.

—Pero eso no va a pasar así que ojala sus padres los destruyan de una vez por todas cuando sepan que regresaron, y no te preocupes, Audrey, te aseguro que ese lugar es peor que la prisión, esta vez sí lo recordarás. —Comenté, pues no había olvidado la primera vez que ella había pisado mi hogar.

—Lamento discernir su Alteza real pero tengo que ser sincero por una vez en mi vida, estas chicas no merecen ser condenadas por algo que no hicieron porque si algo he aprendido estando en este reino es que no debo quedarme callado ante una injusticia, la verdad es que ellas no han tenido nada que ver, yo planeé todo esto y las obligué a participar en mi venganza...—Se excusó el pirata.

  Las mentiras siempre han sido su especialidad, además de asustarme, pensé.

—Ay, Harry, no somos estúpidos, no hay nadie en este castillo que confíe en ti, nadie te cree así que llévate a tu novia, a mi sobrina y todas tus patéticas mentiras a la isla de una vez por todas. —Mascullé entonces.