Capitulo 26

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Inmediatamente me acerqué a la castaña.

- ¿Qué mierda haces aquí? No deberías haber venido, y encima tienes el descaro de presentarte vestida como un flamenco, será mejor que te marches antes de que Mal te vea porque ella sí va a armar un escándalo. -Hablé, serio.

-No me interesa, estoy aquí por una razón y no me voy a ir solo porque a esa maldita le moleste mi presencia. -Replicó ella.

-Estas aquí para burlarte de nuestro sufrimiento, maldita arpía. -La miré con odio.

Fue entonces cuando el novio de Lonnie se aproximó hacia donde estábamos.

-Este no es lugar para que una asesine esté y mucho menos en este momento, así que más te vale que te vayas o llamaré a los guardias. -Murmuró Jay.

-Ahí es donde te equivocas, yo no le hice nada a Chad. -Mintió Audrey.

-Claro que sí, eres tan culpable de esto como los otros. -Exclamé, molesto.

-Tal vez sí pero al menos yo sí aceptaría a mis futuros hijos. -Dijo la hija de Aurora, queriendo provocar al hijo de Jafar, lo cual funcionó porque lo vi apretar sus puños antes de empujarla e intentar golpearla, pero al estar borracho lo único que hizo fue darle un manotazo al aire. -Vaya, vaya, vaya, además de mal padre ahora eres alcohólico, vas de mal en peor, querido. -Se burló ella, lo cual hizo que mi mejor amigo se enfureciera aún más, quiso golpearla pero lo detuve.

- ¿Qué hace esta perra aquí? -Cuestionó la chica de cabello azul, acercándose a nosotros rápidamente. - ¡Guardias!

Apenas ella los llamó, la reina se dio cuenta de la presencia de su sobrina pero antes de que los guardias pudieran atraparla, Audrey se marchó corriendo.

- ¡Síganla! -Ordenó Mal.

-M, no te preocupes, ella caerá tarde o temprano. -Murmuró Evie. -Esta situación ya es bastante horrible, no dejemos que tu sobrina la empeore.

-Supongo que tienes razón, E...-Accedió la hija de Maléfica y suspiró hondo.

Audrey.

Salí corriendo de aquel lugar en el que obviamente no era bienvenida y me escondí detrás de un árbol para evitar que esos estúpidos me encontraran.

- ¿Audrey? -Me sobresalté al escuchar una voz a mi lado pero entonces la reconocí.

- ¿¡Dizzy!? ¿Qué haces aquí? -Dudé, mirándola.

-Quería divertirme viendo el funeral sin que nadie se diera cuenta de que estoy aquí, se supone que no debo acercarme pero al demonio con eso. -Explicó ella, encogiéndose de hombros, para luego abrazarme. - ¿Viniste a buscarme? Ya era hora, nunca perdí las esperanzas, te he estado llamando, te he estado esperando durante...

-53 días, lo sé. No puedo perderte otra vez. -La interrumpí, ella había intentado contactarme a pesar de que le había dicho que no lo hiciera. -Claro que he venido a buscarte, te he extrañado tanto, mi pequeña malvadita.

-Los estuviste contando, al igual que yo...-Murmuró. -No me perderás otra vez. ¿Lo prometes?

-Lo prometo. -Afirmé, juntando mi frente con la suya. -Ahora vámonos, tenemos trabajo que hacer. Nuestro día llegó, cariño. -Sonreí, separándome de ella, tomé su mano y la pelirroja entrelazó nuestros dedos, empecé a caminar hacia mi departamento junto a ella, estaba feliz de volver a verla.

Después de un mes y tres semanas, finalmente estábamos juntas otra vez. No quería volver a perderla, había sido muy duro no contactarla durante tanto tiempo y no estaba dispuesta a alejarme de ella, pues a pesar de que debía cuidarla, la necesidad de tenerla cerca era mayor que todos mis miedos.

Revenge & Cribs [P&C #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora