Cinco años después.
Mal.
Me había acostumbrado a ser reina, al final no es tan difícil como siempre pensé que lo sería.
Ahora vivía en el castillo con Ben y mientras él estaba ocupado la mayor parte del tiempo, era yo quien cuidaba de nuestra hija, la pequeña Alex, de tan solo dos años.
Y sí, había quedado embarazada sin haberme casado aún, a mi familia no le había gustado para nada pero era mi vida, yo aún no estaba lista para dar ese paso.
Evie estaba ganando fortunas con su marca de ropa y Doug la ayudaba con todo lo relacionado a la economía.
Jay y Lonnie trabajaban juntos en un gimnasio, ambos eran un gran equipo y estaban más unidos que nunca, además de que estaban esperando un bebé.
Carlos se había convertido en veterinario mientras que Jane trabajaba en un refugio de animales, eran el uno para el otro.
Todos éramos felices en este reino perfecto en el que podíamos dormir tranquilos.
Bueno, la verdad es que en lo que respecta a mí y a mi novio, no habíamos podido dormir mucho desde que Alex llegó a nuestras vidas, pero aún así la amábamos.
—Duerme pequeña, descansa. Cierra tus ojitos, yo estaré aquí para cuando despiertes...—Murmuré mirando a la pequeña que sostenía en mis brazos, tenía el cabello de Ben pero el color de mis ojos y no dejaba de jugar con mi collar de dije de dragón. —Mi amor, no. Sé que te encanta pero estas cansada, ha sido un día largo para tí, descansa...—Sonreí mientras seguía caminando por la habitación, meciéndola con suavidad solo para lograr que ella se quedara dormida, cuando lo hizo subí las escaleras hasta su habitación y la deposité en su cuna con cuidado, cerré las cortinas para que la poca luz que todavía entraba por las ventanas no le molestara.
—Que tengas dulces sueños, mi pequeña princesita...—Exclamé antes de salir de la habitación, dejando la puerta cerrada.
La verdad es que podía manejar bastante bien mis responsabilidades como reina y como madre.
Al llegar a la sala, tomé mi cuaderno y empecé a dibujar, era uno de mis pasatiempos que me servía mucho para plasmar mis emociones. Me dispuse a seguir dibujando el rostro de mi hija y no tardé mucho en terminarlo, cerré el cuaderno justo cuando el rey abrió la puerta y no pude evitar sonreírle ya que no lo había visto desde la mañana.
— ¡Mi amor, volviste! Te extrañé tanto cariño...—Dije antes de acercarme a él para besarlo apasionadamente, me correspondió el beso pero se separó luego de unos minutos.
—Yo también te he extrañado, bonita...—Murmuró Ben y lo abracé.
— ¿Cómo estuvo tu día, cariño? El mío estuvo tranquilo, Alex ya se durmió...—Mordí mi labio inferior.
—Mi día fue agotador, la reunión con el Consejo fue interminable, solo quiero descansar...—Hizo una mueca.
—Oh vamos, de seguro yo te puedo animar, podemos hacer algo juntos en vez de que descanses, bebé. —Le guiñé el ojo, apegándome a su cuerpo y volví a besarlo pero él me alejó de su cuerpo.
—No, hoy no, en serio estoy cansado así que iré a dormir, no me molestes. Ser rey implica mucha responsabilidad y lo sabes. —Dijo, dirigiéndose a las escaleras.
—Sí, lo sé, pero yo me hago cargo de mis deberes reales y de cuidar a nuestra hija, Ben, no la has visto en todo el día. —Me crucé de brazos.
—Estoy muy cansado como para iniciar una discusión ahora, Mal. Déjame solo, en serio. —Insistió y fruncí mi ceño, esto era raro en él pero sin embargo tomé mi bolso y me marché del castillo para ahora dirigirme al de mi mejor amiga, el cual quedaba al lado de mi hogar.
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Revenge & Cribs [P&C #3]
FanfictionRevenge & Cribs 《Ain't you ever seen a queen be a bad bitch?》 Mal, Evie, Jay y Carlos han encontrado la felicidad en Auradon. Luego de cinco años, cada uno está formando su familia, confiando plenamente en que están viviendo sus sueños en su vida...