Revenge & Cribs [P&C #3]

Capitulo 17

— ¿Nunca Jamás? —Repitió, observándome e inmediatamente cerró los ojos, suponía que estaba recordando lo mal que la pasó cuando vino aquí por primera vez.

—Tranquila, amor, estamos juntos, yo te voy a cuidar, nada malo pasará...—Afirmé rápidamente.

  La hija de Maléfica asintió con la cabeza y tomó mi mano con fuerza, entrelazando nuestros dedos.

 Sabía que estaba asustada por la manera en la que me abrazó, como si deseara que la protegiera de todos aquellos que habían deseado lastimarla, pero la había traído a este lugar para que olvidara esos recuerdos horribles, además esta tierra era preciosa, llena de magia.

  Además, le había preguntado a Carlos dónde la habían encontrado cuando vinieron a rescatarla y él me había dicho que estaba en una cueva, más específicamente en la Roca del Muerto, entonces comprendí que sería mejor que la llevara a un lugar lejos de allí.

 Empecé a caminar junto a ella, guiándola hacia el interior de un pequeño bosque, en donde ya estaba todo preparado.

—Les pedí a las hadas que prepararan todo, espero que no nos molesten, aunque si se aparecen les agradeceré por hacer esto...—Mencioné antes de que mi novia se acercara hacia la mesa que estaba llena de comida, rápidamente me apresuré a acomodarle la silla antes de sentarme frente a ella.

  Ambos empezamos a comer mientras conversábamos de lo felices que éramos, de lo mucho que amábamos a nuestra pequeña hija y demás.

[...]

 No podía dejar de admirar la belleza de la mujer que tenía en frente, me daba tanta ternura la extraña manera en la que seguía comiendo las frutillas, a pesar de que hace años que las había probado por primera vez, siempre que la comía se veía demasiado tierna.

  Cada vez que sonreía, sabía que todo estaría bien mientras ella estuviera a mi lado.

 Sin embargo, estaba nervioso.

  Esta noche era realmente especial.

—Bebé, ¿te pasa algo? —Dudó, mirándome, haciendo que saliera de mis pensamientos.

—No, princesa, solo... pensaba en lo afortunado que soy de haberte conocido. —Me excusé. — ¿Está rica la comida?

—Sí, claro que sí, amor. —Afirmó con una sonrisa.

  Pero unos minutos después seguía estando nervioso, la reina se dio cuenta pues me conocía perfectamente.

— ¿Vas a decirme qué te sucede? —Insistió ella, tomando mis manos, mordí mi labio inferior antes de levantarme y empezar a caminar de un lado a otro por el bosque. —Me estas preocupando... Ben, háblame por favor. —Dicho esto, se acercó a mí haciendo que me detuviera y tomé sus manos, suspiré hondo intentando tranquilizarme.

 El momento había llegado.

  Era ahora o nunca.

—Te he traído aquí para algo muy importante, mi vida. —Empecé.

—Ay amor, todas nuestras citas son importantes...—Dijo la ojiverde.

—Sí, lo sé, pero esta vez es diferente a las otras. —Aclaré entonces.

—Ben, siempre me llevas a un lugar distinto. —Replicó la chica de mis sueños, bufé.

—Si me sigues interrumpiendo, jamás te lo diré. —Musité, ella comprendió y se mordió el labio inferior.

—Vinimos aquí para...—Proseguí nuevamente.

—Para que me olvide de la horrible experiencia que tuve cuando vine a Nunca Jamás por primera vez, lo sé. —Susurró la hija de Maléfica, la miré serio. —Lo siento, será mejor que me calle de una vez.