Capitulo 12

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Audrey.

—Así que le robé esa pulsera y la puse en la escena del crimen, ella ni se dio cuenta de que le faltaba, pobre estúpida...—Se burló mi secuaz luego de haberme contado lo que había hecho para lastimar al hijo de Cruella y su novia. — ¿Será difícil para ella tener su bebé en la cárcel?

— ¿En serio crees que Mal permitirá que su mejor amiga pase tiempo en la cárcel?—Cuestioné, observando a la persona que tenía a mi lado.

—Si te ha encerrado a ti durante cinco años, es capaz de hacer cualquier cosa. Ella no puede protegerla por siempre, los rumores corren rápido en el reino, así que tarde o temprano Ben va a enterarse y la culpará, sin importar lo que la hija de Maléfica diga, él va a poner a Evie tras las rejas y disfrutaremos tanto verla destrozada...—Respondió, sonriendo con malicia.

  Escuché mi celular sonar y lo tomé rápidamente, lo desbloqueé para acto seguido leer el mensaje de Uma: «Ven a la residencia ya mismo, tenemos que hablar. Dile a ya sabes quien que venga también».

 Me levanté de la cama y tomé mi bolso rápidamente.

—Tenemos que irnos, nos están esperando en la residencia. Baja por la ventana, que nadie te vea, ¿sí?—Le indiqué y asintió antes de marcharse por donde le había dicho, salí de la habitación y bajé las escaleras para finalmente correr por la sala hasta llegar a la puerta, observé a mi alrededor para verificar que nadie me estuviera vigilando y entonces me retiré para luego empezar a caminar hacia mi destino.

  Unos minutos después golpeé la puerta de la habitación rápidamente.

— ¿Y las cámaras?—Cuestioné, esperando a que me abrieran.

—Ya están desactivadas, entra. —Habló el hijo del capitán Hook, entonces lo obedecí, él me miró alzando una ceja. — ¿Dónde está? Siempre llega tarde.

—Está en camino. —Gruñí. —Ya nos encargamos de Carlos y Jane.

—Querrás decir, yo lo he hecho mientras tú separabas a tu familia. —Corrigió aquella voz detrás de mí y me volteé.

 Por fin llegó.

—Al fin haces algo. —Mencionó Harry, cruzándose de brazos.

—Yo soy muy útil, en cambio tú no, tú lloras por un garfio inútil, pero si quieres puedo apiadarme de ti por una vez y cortarte la muñeca para que lo puedas usar como siempre has querido...—Replicó, cerrando la puerta para ahora acercarse a nosotros.

— ¡Así no es divertido! —Se quejó el pirata.

—Puedo robarme una alfombra mágica, ir volando a Nunca Jamás para buscar a ese cocodrilo al que tu familia tanto teme para que finalmente te coma...—Prosiguió mi secuaz.

— ¡Por todos los océanos, concéntrense en lo importante, idiotas! —Intervino Uma, arrojándoles a ambos unas almohadas que su novio no pudo esquivar a tiempo.

—Ella tiene razón así que ¿quiénes serán nuestras próximas víctimas? —Cuestioné, observando a las tres personas que se encontraban en la habitación.

—Jay y Lonnie. —Respondió la persona que había llegado tarde.

— ¡Perfecto! De ellos me encargaré yo. —Afirmé, acomodando mi cabello.

— ¿Estas celosa? —Dudó mi secuaz.

— ¿Yo? Claro que no, ¿por qué lo estaría? —Negué con la cabeza.

—Porque Jay te gustaba...—Murmuró, acercándose aún más a mí.

— ¿Qué? No digas estupideces, yo jamás caería tan bajo como para enamorarme de un sucio ladrón con sonrisa seductora y ropa de vagabundo...—Insistí.

Revenge & Cribs [P&C #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora