Capitulo 38

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Ben.

  Apenas oí el grito de la rubia y como ella me repetía que debía marcharme, decidí obedecerla aunque el miedo de perderla me carcomía.

 Salí de la iglesia, encontrándome con la mayoría de los invitados que estaban igual de desconcertados y asustados que yo.

— ¿¡Y mi hija!? ¿¡Alguien ha visto a Aurora!?—Dudó Lea, evidentemente nerviosa.

—Ojala se la lleve ese portal, se lo merece por todo lo que me ha hecho...—Murmuró mi ex.

— ¡Audrey Elizabeth!—La regañaron sus familiares, entonces ella quiso escaparse pero Jay la detuvo.

— ¡No voy a perder a mi esposa!—Felipe negó con la cabeza pero lo tomé del brazo para detenerlo antes de que hiciera algo.

—No voy a dejar que te arriesgues, además, Mal fue a rescatarla...—Intervine entonces, mi suegro me dio a Alex para que la tranquilizara, aunque todos estábamos preocupados en ese momento.

— ¡Mis hijas! ¡No puedo perderlas otra vez, no lo soportaré!—Habló Stefan pero su esposa lo abrazó para impedir que se alejara de ella.

—Tienen que estar bien...—Susurró la madrastra de Mal, pasaron unos minutos en los que nadie habló hasta que las puertas de la iglesia se abrieron, la rubia salió corriendo y cerró las puertas nuevamente.

— ¡Aurora!—Gritaron sus familiares, aliviados –a excepción de la castaña– antes de correr a abrazarla.

—Chicos... ¿Dónde está Evie?—Cuestionó Carlos, observando a su alrededor.

—No lo sé pero no he visto que Doug saliera...—Dijo la descendiente de Mulán, preocupada.

— ¿Creen que ellos estén...?—Empecé, mirando a sus mejores amigos.

— ¡No! ¡Claro que no!—Gritaron al unísono Jay y Carlos.

—Mal jamás dejaría que les pase algo malo. —Afirmó el más pequeño de los hijos de villanos, y sabía que tenía razón porque conocía perfectamente a mi chica.

  Fue entonces cuando las puertas de la iglesia se abrieron, dejando ver a la chica de cabello turquesa junto a un pelirrojo que conocía muy bien.

— ¿¡Uma!?—Todos la miramos desconcertados al verla con él.

—Acabo de salvar al hijo de los archienemigos de mi madre. Si ella se enterara, me mataría. —Ella hizo una mueca. — ¿Qué? No creyeron que ustedes eran los únicos descendientes que estarían dispuestos a salvar a los buenos, ¿o sí?—Añadió, observando a los demás hijos de villanos.

—La bondad luce rara en ti. —Fue lo único que dijo el chico de cabello largo.

—Es una lástima que el portal no te haya tragado...—Murmuró Gil, vi como la hija de Úrsula apretó los puños pero antes de que pudiera hacer algo, el pelirrojo se le adelantó, tomando el cuello de la camisa del hijo de Gastón para elevarlo unos centímetros del suelo.

—A una dama jamás se le debe faltar el respeto. —Gruñó el chico al que Uma había salvado.

—Dylan, deja a ese gusano, no vale la pena que malgastes tu tiempo con él. Todos sabemos que siempre será un bacalao. —Intervino la chica, alejando al príncipe de Atlántica de aquel villano.

—Y tú siempre serás Camaroncito. —Replicó Hook, miró al hijo de Ariel de arriba hacia abajo y frunció su ceño. — ¿Cómo pudiste cambiarme por este bueno para nada? No tienes buen gusto.

—Y tú no tienes barco ni dignidad, ni siquiera tienes lealtad... Y no tendrás mano si sigues faltándome el respeto. —Gruñó la villana que había estado dispuesta a sacrificarse para salvarnos.

Revenge & Cribs [P&C #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora