Revenge & Cribs [P&C #3]

Capitulo 24

Mal.

  La chica de cabello azul acababa de llegar, estábamos sentadas en el suelo del jardín trasero, su cabeza se encontraba en mis piernas mientras acariciaba su cabello, esperando a que llegaran Jay y Carlos.

— ¿Cómo estás, hermosa? —Dudé algo preocupada, ya que no la había visto desde ayer.

—Yo... Ehm...Bueno, y-yo...—Tartamudeó, sus ojos se llenaron de lágrimas y finalmente se largó a llorar. —M, no la escuchaste, no la viste sonreír mientras decía que no se detendría hasta deshacerse de mi bebé...

 Sabía que estaba hablando de esa pequeña bastarda.

  Inmediatamente la abracé.

—No te preocupes E, ya no va a molestarnos y tampoco le hará daño a tu bebé, tranquila...—Murmuré.

— ¡Claro que sí porque es una maldita! ¡No sé cómo pudimos confiar en ella! ¡No es la misma chica que conocimos! ¿Qué mierda pasó cuando nos fuimos? —Sollozó la hija de la reina malvada.

—No E, no es nuestra culpa, Dizzy quiere que creamos eso pero te aseguro que no lo es, preciosa. —Negué con la cabeza. —No, te juro que no va a volver a arruinar nuestras vidas.

— ¿Cómo es que estás tan segura? —Me miró, volví a secar sus lágrimas mientras acariciaba su espalda para que se calmara.

—Porque le puse una orden de restricción. —Respondí simplemente.

— ¿Qué hiciste qué? Pero ¿cómo la obtuviste tan rápido? —Cuestionó mi mejor amiga, confundida.

—Ventajas de ser reina, supongo. —Le sonreí victoriosa. —Calma E, esa zorrita no merece que derrames una sola lágrima por ella, no vale la pena. —Insistí, me separé lentamente de ella.

  En ese momento, el chico de cabello blanco y negro entró al patio, frunció su ceño al ver a Evie llorando.

—Hey, ¿por qué está así? ¿Quién la lastimó? —Inquirió preocupado.

—Es una larga historia y no pienso contarla dos veces, ¿dónde está Jay? —Lo miré, él se encogió de hombros.

— ¡Ya llegó por quien lloraban! —Anunció el descendiente de Jafar, que acababa de aparecer. Carlos lo golpeó, entonces él se percató de lo que pasaba, e inmediatamente ambos la abrazaron. — ¿De qué mierda nos perdimos ayer?

—Mientras que ustedes dejaron sola a Evie porque tenían asuntos más importantes que atender, yo fui a contarle a mi familia sobre mi compromiso y cuando eso terminó, fui a acompañarla. Descubrimos bastantes cosas... Sabemos quien es la traidora. —Resumí, acomodé mi cabello.

— ¿Traidora? Hablen de una vez...—Exigió el novio de Jane.

—Es Dizzy...—Admitió la chica de cabello azul.

— ¿¡Dizzy!? —Los chicos alzaron la voz, sorprendidos y shockeados.

— ¡No griten, idiotas! —Los regañé, mirándolos con seriedad. —Ya me encargué de ella.

—No se imaginan las cosas horribles que dijo, ¡ella nos hizo separarnos! Nos hizo sufrir demasiado, quería dañar a mi bebé, ¡y yo que la consideraba mi hermanita, yo di todo para que estuviera bien y así nos paga! —Prosiguió Evie.

—Es una chiquilla desagradecida...—Gruñó el dueño de Dude.

—Mal, por favor dime que la mandaste de regreso a la isla. —Jay me miró, al igual que los demás.

—Lo he intentado pero no pude, pero ustedes no se preocupen, le puse una restricción así que no podrá acercarse a nosotros. —Dije entonces.

—Dije que golpearía a la persona que nos hizo tanto daño y ahora podré cumplir mi promesa...—Masculló el chico de cabello largo, apretando sus puños.