Capitulo 6

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Audrey.

 Yo tenía una vida perfecta hasta que la hija de Maléfica y sus amigos llegaron al reino. Tenía amigos incondicionales, una familia que me quería, al mejor novio del mundo y sería reina muy pronto.

  Pero ella me lo quitó todo.

 Y juro que en cuanto salga de aquí, le arrebataré todo a Mal y cuando ya esté completamente sola en el mundo, acabaré con ella de una vez por todas.

  Todas las personas que me importaban me habían dejado sola cuando yo lo único que había hecho era secuestrar a mi tía y reclamar mi derecho al trono, ¡no había nada de malo en que quisiera ser escuchada!

 Pasar cinco años aquí me hizo darme cuenta de que todos los que alguna vez había respetado por tener la misma sangre o ser mis amigos, eran unos hipócritas.

  Juraron quedarse conmigo hasta en mis momentos más difíciles pero ninguno cumplió con sus promesas.

 Las personas que se habían encargado de cuidarme, cumplir mis caprichos y educarme durante toda mi vida, no habían sido capaces de venir a verme, excepto mi madre.

  Pero después de que ella accediera a encerrarme en este maldito agujero, el poco respeto que me quedaba por esa mujer desapareció.

 Jane y Lonnie habían dejado de respetarme cuando mi tía les había cambiado el cabello con magia, o al menos eso es lo que dicho la hija del hada madrina cuando apareció con su cabello rizado de la noche a la mañana.

  Mi relación con Doug se basaba en usarlo para que me pasara las tareas escolares y me consiguiera las piedras preciosas más bonitas de la mina en la que su padre trabajaba –como hacia con todos los chicos, sin que mi novio se diera cuenta–, o al menos así había sido hasta que los villanos llegaron a Auradon y desde que Evie se acercó a él, nuestra relación ha estado más fría que nunca.

 Chad solo había sido otro de mis juguetes desde el primer día en que nos conocimos, cuando éramos unos niños, a medida que crecimos me dediqué a usarlo para darle celos a Ben y así poder conseguir llamar la atención del hijo de Bella.

  Ninguno de esos desagradecidos recordó mi nombre luego de que intenté arruinar la coronación de la chica de cabello morado, no me defendieron cuando esa perra me obligó a pasar años en esta maldita celda.

 Ni siquiera Chad había venido a verme, de seguro creía que estar en "una relación" con una presa dañaría su reputación –porque sí, en su mente él seguía creyendo que éramos pareja, aunque le había dejado en claro miles de veces que solo lo estaba usando, pero el hijo de Cenicienta jamás lo comprendió–, aunque sí fue un error haberme hecho su novia cuando siempre supe que no tenía lo necesario para ser rey pero como dicen por ahí, tiempos desesperados requieren medidas desesperadas.

  Maldito seas, Charming, pensé.

 Malditos sean todos.

  Relamí mis labios lentamente mientras me encargaba de limar mis uñas, no por estar encerrada en este patético lugar debía descuidar mi imagen, no, yo seguía siendo la más hermosa del reino, la más capacitada para ser reina y en cuanto saliera de aquí, juro que lo seré, nada ni nadie va a volver a impedirlo.

 Salí de mis pensamientos cuando escuché aquel ritmo tan familiar, proveniente de la única celda que estaba ocupada, además de la mía.

—Calling out to lost boys and girls, they ain't seen nothing yet, tell 'em who's in charge so they don't forget...—Escuché a la brujita cantar mientras miraba a su novio, quien inmediatamente la subió a la cama y tomó su mano mientras ella caminaba por esa tabla incómoda que era considerada una cama que ni siquiera era de dos plazas, lo cual me parecía una total falta de respeto hacia nosotros, los tres villanos más peligrosos de Auradon desde hace cinco años, los únicos que habíamos sido encerrados aquí y no en la isla por alguna razón. — What's my name, what's my name?

Revenge & Cribs [P&C #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora