Capitulo 3

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Lonnie.

  Estaba caminando de un lado a otro por la sala de estar, nerviosa, cuando la puerta se abrió y me detuve, cruzándome de brazos.

— ¡Jay! ¿¡Cómo te atreves a no aparecer en toda la noche, sin siquiera mandarme un mensaje para decirme que estás bien!? ¡Me tenías muy preocupada, idiota! ¿¡Dónde mierda estabas!? —Dije rápidamente, mirándolo con seriedad.

— ¡Amor! ¡No hagas eso! ¡Casi me matas del susto! —Se quejó mi chico. —Estaba en el gimnasio, creí que te había dicho que me quedaría a dormir allí, y ya no tienes de qué preocuparte, esto es Auradon, aquí nunca pasa nada malo, preciosa.

— ¿¡Que no pasa nada malo!? ¡Claro que sí! ¡Te conozco, esa excusa barata de que te quedaste en el gimnasio no me la creo! —Alcé la voz, molesta. — ¿¡Crees que soy idiota!? ¿¡Que no me doy cuenta de lo que está pasando!? ¡No me trates como si fuera una estúpida! ¿No te das cuenta de que sé que me estás engañando? Dime con quién, anda, habla de una vez.

— ¿De qué estas hablando, cariño? —Murmuró confundido.

— ¡No quiero que me vuelvas a llamar así! ¡De seguro así llamas a tu amante! —Gruñí mirándolo. —Si estuviste con otra, al menos admítelo, yo no voy a seguir soportando que me reemplaces.

— ¡No sé de qué estas hablando! ¿Cómo crees que voy a ser capaz de engañarte? No sé por qué crees eso...—Dijo, acercándose a mí, pero me alejé.

— ¡Lo sé porque lo único que has hecho desde que te conozco es coquetear con muchísimas mujeres, pero de seguro crees que yo soy la estúpida que te seguirá esperando en casa cuando te aburras de ellas pero te equivocas, yo no seguiré siéndolo! ¡Estoy harta! —Mencioné, molesta.

—Mi amor, escúchame. Déjame explicártelo todo, ¿si? No quiero que me dejes, te necesito a mi lado...—Habló él, tomando mis manos. —Ése era el Jay viejo, ése que quería vengarse, que le gustaba robar, que rompía los corazones de todas las mujeres que se cruzaban en su camino, que engañaba, que no tenía corazón, pero te juro que ése chico que conociste ya no existe, yo he cambiado, tú me hiciste cambiar. Si hoy soy una mejor persona es gracias a ti, la única que me interesa eres tú, solo tengo ojos para ti, no me interesa nadie más.

—Y si solo tienes ojos para mí, ¿por qué no te he visto en todo el día? —Cuestioné entonces.

—Sabes que es por el trabajo, además de que me estoy esforzando para ponerme en forma, quiero verme bien para ti. —Me guiñó el ojo y solté sus manos.

—Oh, claro, tú te pones en forma mientras que yo soy una vaca que crece cada día más...—Bufé mirándolo.

—No digas esas cosas, luces perfecta...—El hijo de Jafar acarició mi mejilla.

—Sí, perfectamente gorda. —Repliqué molesta.

—No, estas hermosa. —Insistió el chico de cabello largo.

—De seguro me dices estas cosas lindas para que me olvide de que has estado muy raro durante estos días y no desconfíe de ti. —Musité entonces.

— ¿Qué? No, lo digo en serio, amor. —Afirmó entonces.

— ¿Ah si? Entonces demuéstralo. —Lo desafié, alzando una ceja, en ese momento él unió sus labios con los míos de manera salvaje, correspondí a aquel gesto mientras Jay me apegaba cada vez más a su cuerpo, me cargó hacia la cama pero me separé lentamente.

—Amor, no, no podemos...—Susurré, pues sabía cuáles eran sus intenciones, además nunca me negaba a él, pero esta vez sería la excepción.

Revenge & Cribs [P&C #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora