Revenge & Cribs [P&C #3]

Capitulo 10

 O eso era lo que teníamos planeado hace más de una hora, cuando nos habíamos marchado no sin antes haber dejado una grabadora reproduciendo una pelea falsa en nuestra habitación en la residencia para que nadie sospechara de nosotros.

  Observé a mí alrededor, esperando a que aparecieran de una maldita vez por todas.

— ¿Por qué tardan tanto? —Se quejó mi novio, mirando su reloj. —Tic, tac, tic, tac...

—Sé paciente, deben estar por llegar...—Dije, sentándome en una enorme piedra.

   Escuchamos unos pasos acercándose y relamí mis labios lentamente.

— ¿¡Es en serio!? ¡Primero nos escondimos en una cueva, ahora en un sucio bosque! ¿¡Es que no conocen escondites decentes!? —Se quejó la castaña cuando llegó a donde estábamos.

—No me interesan tus quejas, querida, aquí nadie nos encontrará, eso es lo más importante. —Gruñó el chico de abrigo rojo.

—Yo no me pienso arriesgar a que me descubran y todo el plan se vaya a la mierda, ellos no volverán a confiar en mí si eso pasa. —Comentó la persona que la acompañaba.

—Es por eso que eres nuestros ojos y oídos, sin ti nada de esto sería posible... —Dije, levantándome de aquella piedra para acercarme más.

—Aléjate. —Me gruñó Audrey.

— ¿Se pueden concentrar en lo importante? —Habló Harry, tomando mi brazo para apegarme a él, mordí mi labio inferior. —No quiero que vuelvan a hacernos esperar. Ahora, estamos aquí para comenzar con nuestro plan de venganza así que díganme ¿qué haremos primero? —Nos miró.

—Eso es fácil, vamos a atacar al eslabón más débil...—Sonreí con malicia, las dos personas con las que había estado encerrada durante cinco años y yo dirigimos nuestras miradas hacia la última persona que había sido incorporada al equipo.

— ¿Me están mirando porque quieren información o porque creen que soy el eslabón débil? —Cuestionó, con desconfianza.

— ¿Débil? ¿Tú? Si pensáramos eso, no te habríamos llamado. Necesitamos información, ya eres parte de esto así que habla, cariño. —Murmuré, acariciando su mejilla.

— ¿Ves que eres tierna cuando te lo propones? —Me sonrió, el pirata nos volvió a separar.

—Sí, sí, es muy tierna pero es mía, no te metas con lo que no es tuyo. —Gruñó él.

—Si tú lo dices...—Miró de reojo a la castaña. —Como sea, si lo que quieren es atacar primero a los más indefensos, entonces vamos por Jane y Carlos. Esos dos están muy raros últimamente pero yo me encargaré de averiguar por qué.

— ¿Y qué se supone que haga hasta que lo sepas? ¿Hacerme la buena frente a esos traidores? —Me crucé de brazos. —Se supone que ya deberías saberlo...

— ¿Y cuándo pretendes que lo averigüe? ¿En la noche, cuando estén durmiendo? No seas ridícula, Uma. —Contestó de mala gana.

  Apreté los puños y mi chico me detuvo antes de que le enseñara que no debía desafiar a su capitana.

— ¡Suficiente! No voy a soportar sus peleas así que tienes 24 horas para averiguar cómo podemos hacer sufrir a esos dos buenos para nada. —Intervino la hija de Aurora, señalando a la persona que había llegado con ella.

— ¿24 horas desde este preciso momento o desde las 12 de la madrugada? —Dudó, bufé.

—Desde ahora, tienes muchas cosas que hacer así que desaparece de mi vista, el tiempo corre, tic, tac, tic, tac...—Habló el hijo del capitán Hook, mostrándole su reloj.