PROLOGO.

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Malia caminaba por los pasillos de la escuela a paso rápido.
No había visto a ninguno de sus amigos, por lo cual, estaba a salvo de sus incómodas preguntas.

Una mano tomó su brazo derecho, haciendo que voltee bruscamente y le gruña a quien la detuvo.
Su rostro cambió completamente al ver que era Stiles.

—Malia— murmuró Stiles sacando su mano del brazo de la chica. Ella frunció su ceño a su comportamiento.

Stiles la volvió a tomar del brazo, arrastrándola hacia los vestidores, donde esperaba, toda la manada, su llegada.

—¿Que?— preguntó bruscamente la mujer coyote.

—Malia...— la llamo la rubia-fresa, tomando la delantera de la situación. —Estamos... preocupados por ti— dijo lentamente, esperando algún tipo de reacción.

Malia se encogió de hombros en una mueca. —Estoy bien— aseguró con firmeza.

Un latido sobresaltado sonó cuando dijo 'bien'. Y Scott no lo paso por alto.

—Malia...— comenzó en un murmuró su pareja.

—Dije que estoy bien— dijo bruscamente la rubia, abandonando los vestidores.

Dejando a Stiles, perplejo ante su reacción.

•••

Scott seguía a Malia lo más silencioso posible. Aunque sabía que al final, ella se daría cuenta que estaba allí.

Pero no sucedió.

Estaba concentrada en otra cosa como para captar el olor del Alfa.

Malia seguía a esencia y las pisadas de la coyote, que se encontraban en el barroso piso del bosque.
Gruño al sentir ramas quebrarse adelante de ella.

—Se que puedes oírme...— Scott no entendía a lo que Malia se refería. Estaba hablando sola. —...tienes que salir para que pueda ayudarte— dio unos pasos más mientras hablaba.

Un gran coyote salió detrás del árbol, al que Malia le estaba hablando.
El animal comenzó a gruñirle, por lo que ella frunció su ceño.

—Suficiente— dijo Malia, firmemente. El coyote siguió gruñéndole, haciendo, con su pata, un movimiento de ataque, retándola. 

((Como hacia Malia cuando era coyote)).

—Suficiente— alzo la voz, dio unos pasos hacia delante.

Lo que sorprendió a Scott, más de lo que ya estaba, era que el animal le mostró sus ojos dorados a Malia, haciendo que ella le muestre sus ojos azules y le gruña.

El coyote, una vez más, huyó.

Al día siguiente.

Scott cerró su casillero y dio un pequeño salto cuando vio a Malia allí.

—Malia, casi me matas del susto— Scott se acomodó la mochila mientras decía esto.

Malia lo miraba con su ceño fruncido y sus fracciones faciales sería.

—¿Por que me seguiste ayer al bosque?— preguntó la chica, sin rodeos.

—¿Que? Ayer no estuv...— Malia lo interrumpió.

—Dejaste el bosque infectado con tu olor. Perdí el rastro por tu culpa— dijo la última frase arrugando su nariz.

Scott no sabia que decir, en parte se sentía avergonzado por haber seguido a la coyote en plena noche, pero por otra parte, agradecía haber ido para poder ayudar a Malia.

WREAK HAVOC | TEEN WOLF x THE ORIGINALS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora