WREAK HAVOC | TEEN WOLF x THE ORIGINALS.

019.

capitulo diecinueve.
our family.

Hayley Hale abrió sus ojos bruscamente y lo primero que hizo fue tomar una bocanada de aire, disfrutando el oxígeno entrando a sus pulmones como antes que los doctores del pavor la asesinaran.

De nuevo.

Observo detenidamente donde se encontraba, la habitación de Scott estaba cada vez más revoltosa y con ropa tirada por todos lados; suspiró pesadamente al darse cuenta que ahora estaba a salvo, pero se sentía mal al no haberse podido ser la heroína.

Su cuerpo se tensó al posar la mirada en la puerta abierta frente a ella, se sentó aún mejor con sus sentidos completamente agudizados al ver el cuerpo que había apoyado en el umbral de la puerta, mirándola con una pequeña sonrisa y de brazos cruzados.

—Debo decir que ahora entiendo porque querías volver— halago Klaus Mikaelson con una mueca desinteresada en su rostro. —Aunque me rompe terriblemente el corazón que no haya una foto mía en tu habitación.

Al escucharlo, Hayley sonrió automáticamente, sintiendo como en su interior estallaba una bola de felicidad y entusiasmo al ver al híbrido original frente a ella. Soltó una inconsciente risa mientras negaba con su cabeza sin creer que estaba allí.

—Klaus— dijo Hayley.

Bajo rápidamente de la cama y corrió a los brazos del rubio, donde fue recibida rápidamente con un fuerte abrazo, inhalando profundamente el dulce aroma que tenía la muchacha apoyada en su pecho.

—Lobita— mustio Klaus apretándola aún más.

—Dios, Klaus. Eres real— susurro Hayley separándose levemente de los brazos del híbrido, observándolo detenidamente.

Su barba rubia crecida de pocos días, sus ojos azules resplandecientes de felicidad y su rico aroma a colonia masculina seguía persistiendo en el. Inconscientemente Hayley colocó una de sus manos en la mejilla del hombre, sintiendo como los bellos raspaban su tacto siendo lo único que quería percibir en esos momentos.

—Una foto duraría más, lobita.

Hayley rodo sus ojos. —¿Puedes no arruinar el momento?

Klaus Mikaelson sonrió mientras que la loba se alejaba levemente de el. —Al contrario, love. Voy a mejorarlo— Hayley frunció su ceño levemente. —¿Acaso crees que vendría con las manos vacías?

Klaus se deleitó con el brillo de ilusión en los ojos de la pequeña coyote, esos ojos verdes en los que había caído rendido una y otra vez, sabiendo muy bien que para ella nunca iba a llegar a más.

Hayley no espero un segundo más.
Salió corriendo de la habitación olvidándose de Klaus en ella, bajo las escaleras a tan rapido que los últimos 4 escalones los salto para cortar camino. Recorrió con la mirada toda la sala y cocina McCall, volteando dispuesta a reprocharle a Klaus por hacerla ilusionar pero una risa la detuvo.