WREAK HAVOC | TEEN WOLF x THE ORIGINALS.

004.

capítulo cuatro.
(117).

—No voy a disculparme— la mirada de la coyote se sostenía con la de Noah.

—¡Golpeaste su cara!— le recrimino el Sheriff.

Estaban Derek, Hayley, el Sheriff y el idiota de Heigh.
El Sheriff se había llevado a ambos adolescentes para hacer el papeleo, pero antes de que se retiren, quería que la chica de disculpe con Haigh.

—¡Electrocutó a Derek!— chilló ella, señalando al castaño.

—¡El le dobló el brazo!— retruco Stilinski.

—El me puso una mano encima, y soy menor de edad— cruzó sus brazos sobre su pecho. Derek sonrió de lado al escuchar sus palabras.

•••

Malia esperaba con sus manos juntas la llegada de Scott, fuera del gran edificio que tenía el apellido Hale.

Cuando el llego en su moto, quito su casco y miro con el ceño fruncido a la coyote.

—¿Que estas haciendo aquí?— preguntó el alfa bajando de la moto.

—'¿Que estan haciendo aquí?', es la pregunta correcta— dijo una voz muy reconocida para ambos adolescentes.

Allí estaba la hija de Malia, mientras arreglaba sus botas y caminaba como podía hacia ellos.

—He oído que ibas a volver para hablar con Peter. Y desde que Lydia me dijo que el es, básicamente, Satan con cuello en 'V', pensamos que no debías estar solo— explicó brevemente Malia, mientras miraba a su hija y volvía la vista al alfa.

—Me puedo enfrentar a Peter— dijo seriamente Scott, mirando a Hayley, dándole una mirada de que vuelva a casa.

—Te puedes enfrentar mejor a el, con nosotras— Hayley señaló a Malia y a ella sucesivamente mientras hablaba, le sonrió a Scott.

Todos caían ante la sonrisa con dientes de conejo de la chica.

Las Tate dieron terminada la conversación, volteando, para adentrarse al oscuro edificio.

•••

Scott abrió la puerta del loft, mientras Malia y Hayley se ponían en guardia.

La coyote menor tomó la delantera, avanzando a paso seguro al gran ambiente.

Scott y Malia bajaron las escaleras segundos después de ella.

Hayley olfateo y volteó a ver a Scott, al mismo tiempo de que Malia le preguntaba que le ocurría.

—Nada— todo su cuerpo estaba tenso, a lo que la castaña frunció su ceño.

—Tu corazón late muy deprisa, ¿estas nervioso?— preguntó Malia, mientras miraba todo el loft.

—Solo es malo con las presentaciones— una tercera voz a las espaldas de Hayley, la hizo sobresaltar.

Un hombre de unos cuarenta y tantos estaba sentado con sus piernas estiradas, sobre un sofá que no se veía muy cómodo, leyendo un libro.

—Peter...— Hayley sintió el nerviosismo de Scott y se acercó a su madre por instinto. —...está es Malia, y ella es su hija, Hayley— ambas muchachas miraron a Scott por un segundo para luego regresar la mirada a Peter.

Quien las veía melancólico.

Dejo caer su libro a un costado del sofá, para levantarse y examinarlas con la mirada.

—¿Hija?— era normal que alguien que no conocían preguntara eso, ya que ambas se veían con muy pocos años de diferencia.

—Nací como coyote— le respondió la muchacha.