WREAK HAVOC | TEEN WOLF x THE ORIGINALS.

016.

capitulo dieciséis.
frecuencias extrañas.

—...haz entendido?— los chasquidos delante de los ojos de la vampira la hicieron pestañear y centrar toda su atención en Malia.

—Si, si— respondió en un murmuró Hayley levantándose del sofa para caminar hasta el escritorio que había frente el gran ventanal.

Habían decidido proteger a Hayden de los Doctores del Pavor, ideando un plan sobre electricidad y la escuela que Hayley no había entendido absolutamente nada, centrando su atención en sus otros pensamientos.
Tratando de ignorar el más claro hecho que Hayden y Liam estaban muy unidos, Hayley sabía que no podía hacer nada ante esa situación.

Amaba a Liam y ella estaba segura que el también a ella, pero muy diferente era amar que estar enamorado.
Los adolescentes tuvieron sus momentos de gloria tanto como sus momentos de tristeza y enojo, y muchos sentimientos más; pero en los meses que estuvieron separados ambos cambiaron y maduraron lo suficiente para comprender que lo de ellos fue lindo, pero pasado.

Liam aceptaba a Hayley, la aceptaba a ella, a su hija y a su nueva familia, pero sabía que no iba a ser lo mismo. Ambos lo sabían, por mas que hayan intentado retomar su relación había algo que simplemente no cerraba.

Hayley causaba muchas cosas en Liam, al fin y al cabo ella era su ancla, pero la coyote podía oler y percibir como los sentimientos y emociones de Liam cambiaban radicalmente al tenerla a Hayden cerca, era lo mismo que sentía con ella pero con mas intensidad.

—No me estabas escuchando— replicó Malia sin moverse del sofá del loft, mirando la espalda de Hayley.

La coyote menor tomó aire y lo liberó, mientras llevaba su dedo pulgar al anular, jugando con su anillo de casamiento. Bajo la mirada a sus dátiles, observando la joya que había recibido junto su rango de alfa de la manada Crescent.

Su cabeza maquinaba al mil, Liam, transformación, su difunto esposo, la familia Mikaelson, la familia Hale y Scott venían a toda velocidad.

—Hay algo que debes saber— dijo la muchacha sin despegar su mirada del anillo.

Volteo a mirar a su madre, quien la observaba con impaciencia y una ceja alzada. Le hizo un ademán con sus manos esperando a que su hija hable.

—Quiero hablar sobre Nueva Orleans— murmuró Hayley.

La mirada de Malia se suavizó, y su corazón comenzó a palpitar rápido, nunca se había preparado para este momento. Con todo lo que estuvo ocurriendo se había olvidado de la actitud de su hija desde que regresó de su viaje. —Oh— soltó Malia alzando sus cejas.

La menor apretó sus labios y se fue acercando a medida que hablaba. —Creo que es más que obvio que algo ha pasado allí. Pero tienes que saberlo, más tú, mamá— tomó asiento a un lado de Malia. Hayley sonrió bajo la mirada de la mayor. —Mi mamá— murmuró con orgullo colocando una mano en la mejilla de ella entrando en su mente y reproduciendo todos sus recuerdos.

•••

Malia se separó de Hayley con un pequeño grito, levantándose del sofá mirando hacia todos lados, apreciando volver a estar en el sucio loft de su hija.
Su respiración era agitada y su mirada expresaba desespero; todo aquello que vio la había tomado de sorpresa.

Hayley se levantó casi al mismo tiempo que su mamá temiendo a su reacción, alejándose unos pasos hacia atrás.

Malia la miró desconcertada aún buscando respirar bien. —¿Como es que...? ¿Acaso...? ¿Tienes una hija?— comenzó balbuceando para luego terminar por exclamar la última pregunta. —¿En que momento ocurrió eso? Te fuiste 5 meses, Hayley— la recién nombrada se estremeció al ver que su mamá se había enojada.