Invitación

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Troye parecía un cachorrito asustado frente a la puerta de la habitación de Shawn.

- Pasa, no te quedes ahí de pie afuera.- el chico alto se hizo a un lado para que él pasara.- Puedes tomar asiento donde desees.

Sivan miró a todos los lados del lugar y sonrió algo avergonzado cuando su mirada se topó con Jake, el hombre le sonrió amable al chico.

- Eh... Jake te presento a Troye aunque creo que ya lo conocías y Troye, él es Jake mi guardaespaldas personal.

Ambos estrecharon sus manos. Daba un poco de miedo pero se veía que era buena gente.

- Si lo conocía p- pero no sabía su nombre.- respondió el ojiazul.- Lo vi una de estas noches junto a tu manager... El señor Andrew.

- Mucho gusto en conocerlo mejor joven Troye.- dijo galante el hombre.

Troye rió al igual que Shawn.

- Igual a usted señor Jake.

- Bueno jóvenes, me retiro para que puedan hablar mejor a solas.

- Gracias.- respondió Shawn muy agradecido por la acción de su guardaespaldas.

El rizado no respondió nada o en realidad su única respuesta fue sonreír con amabilidad como era costumbre, cuando el hombre se hubo ido el chico dirigió su mirada al canadiense y lo vio sentarse en la cama, él muy apenado lo imitó pero con cierta distancia del otro, le parecía intimidante por su estatura. Estaba nervioso, más nervioso que antes ya que estaban a solas esta vez, aunque le avergonzaba hizo su ejercicio de respiración contra los nervios que su madre le había enseñado desde que era un niño, debía de estar dándole un tonto espectáculo a Shawn por hacer eso... cuando abrió sus ojos vio frente a él y Shawn lo estaba mirando pero no era una mirada ni de burla ni mucho menos de confusión sino una muy amigable junto a una sonrisa... Tenía que perder el miedo y hablar de una sola vez, de su bata sacó la cajita y se la mostró a Shawn extendiendo su brazo.

- Creo que esto te pertenece.

- ¿Crees?- preguntó el castaño oscuro juguetón.

Troye se sonrojó. Shawn lo notó y gritó internamente de la emoción.

- Bueno, en realidad te pertenece. Es tu anillo.

- Sí lo es.- Mendes tomó la cajita y sin querer con sus dedos rozó la mano de Troye y lo sintió temblar, eso lo hizo sonreír.- Es el anillo que mi abuela le regaló a mi abuelo por el aniversario de oro, es por eso que el anillo es de oro.

- ¿Cuántos años de casados son esos?

- Cincuenta años. Cincuenta años juntos.

El ojiazul hizo un gesto tierno y soñador mientras sonreía de la felicidad. Troye deseaba conocer a alguien que lo amara tanto y él amarlo igual por esa cantidad de años. El gesto del chico ablandó el corazón de Shawn, no necesitaba que le dijera lo que pensaba porque ya lo intuía y sí, él también quería conocer a alguien, amarlo y pasar esa cantidad de años juntos.

- Eso es tan tierno.

- Lo sé. Es un anillo muy especial en la familia ya que tres años después del aniversario ellos murieron, mi abuelo de un ataque al corazón y mi abuela después por la depresión y la tristeza de estar sola. Mi padre se quedó con el durante muchos años utilizándolo y el año pasado que cumplí la mayoría de edad él me lo entregó.- narraba él y el rizado escuchaba atento, embobado por la historia, la voz y rostro de Shawn.- Mi padre lo convirtió en un signo distintivo de la familia Mendes y bueno, yo debo llevarlo hasta que tenga un hijo y cuando este cumpla la mayoría de edad hacer lo mismo, entregárselo.

Coachella in your Heart (Trawn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora