VĪĪĪ-. ¿Un Nuevo Hogar?. parte ĪĪ

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Iba caminando lo más lento que podía, la verdad quiero observar cada detalle sobre éste lugar; al llegar ahí noté otra cosa, el baño era igual de amplio y había una gran tina pegada a la pared, también se encontraba un tocador muy bonito con un es...

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Iba caminando lo más lento que podía, la verdad quiero observar cada detalle sobre éste lugar; al llegar ahí noté otra cosa, el baño era igual de amplio y había una gran tina pegada a la pared, también se encontraba un tocador muy bonito con un espejo lindo, tenían herrajes de ramificaciones de bronce casi simulando llamas ardiendo, había distintas botellitas, me pregunto qué será quizás a lo mejor es jabón, o shampoo. Quizá si me permito sólo por está vez el pensar como un niño pueda tener otra perspectiva de está situación, así que ¿Y ahora que hago?

~~~~3 horas después~~~~~

- !Bum, paow, piu! !Oh no capitán nos hundimos! ¡Oh no! ¡Ayudaaaaaaa!- empecé a gritar alterado mi capitán estaba apunto de morir, unos piratas lo estaban atacando.

Pero aún así mi esponja, mi capitán Nemo se murió.........se cayó en la tina, se ha ido a dormir con los peces, el capitán ha muerto. Solté el aire que había estado reteniendo por la adrenalina de la diversión, pero pensándolo bien no tengo idea de ¿Cuánto tiempo llevo aquí? Pero es divertido, es la primera vez en la que me vuelvo a sentir feliz jugando. Ya me siento un poco aliviado y sin estrés.
De la nada se abrió la puerta del baño y está azotó en la pared del baño produciendo un fuerte ruido, era el señor tenía una cara muy seria, creo que me escuchó gritar a lo mejor eso fue lo que lo alteró.

- Engél, ¿Tienes idea de cuánto tiempo llevas en el baño?- me preguntó, lo decía casi a modo de riña.

-Mmmmmm.- ahora que lo pienso otra vez simplemente no lo sé. -Señor.... No tengo idea, pero el capitán de mi barco ha muerto.- señalé la esponja y el jabón que se había caído a la tina, siempre que juego me adentro mucho en la imaginación y lo siento como si fuera real.

Es por eso que este es un asunto muy serio, no hay que jugar con la muerte de un capitán. Nos quedamos en silencio por un buen rato hasta que el simplemente rompió en carcajadas.
¿Por qué se ríe de la desgracia de mi capitán Nemo?

- ¿Por qué te ríes, esto es serio?- le dije con mi ceño fruncido y mi pucherito, paró de reír y me miró.

- Lo siento, es, es sólo que. ¿Llevas todo este tiempo jugando?- me preguntó está vez un poco más serio.

- Mmmmmmm, si digo que no, ¿Me creerá?- quizá aún tenga esperanza de tapar mi travesura.

- No, por supuesto que no pequeño.- me dijo de lo más natural- Ven vamos a comer.

Me cargó y me sacó de la tina, fue entonces cuando se dió cuenta de que me metí a bañar con mi calzoncito. Me miró extrañado y me dijo:

- Engél, ¿Cómo pensabas bañarte así?

- Pues, así me baño yo, lavó mi calzoncito y ropa al dos por uno.- le conteste y señale mi ropa mojada en una esquina de la tina.

Él simplemente empezó a mirarme, me da miedo como me observa tan detenidamente, asusta.
Éste silencio sepulcral también asusta, quizá ¿Será que su mamá no le dijo que hay que lavar la ropa de vez en cuando? ¿Y por eso será que lo ve tan anormal?

- A ver, déjame ver si entendí, te metiste a bañar con tu ropa puesta.- empezó a enumerar los hechos con sus dedos.

- Si.- afirme su deducción obviamente clara.

- Y después te bañas te tú solo sin ropa, además de que te pusiste a jugar.- dijo como si quisiera darse razones para creer lo que había pasado.

Pero, acaba de ofender al capitán Nemo, ésto es un asunto verdaderamente serio no todos los días se hacen estas aventuras, fruncí mi entrecejo.

- No estaba jugando, estaba descubriendo nuevos lugares junto al capitán Nemo.- le dije, sonrió y me seco con una toalla.

Me volvió a cargar y camino hasta llegar a la cama, enfrente de ella me bajó y empezó a alborotar mi pelo con la toalla.

- Vamos a ver entonces, qué te parece esta ropa, es todo lo que encontré.- señaló una ropa doblada sobre la cama.

- Esta bien.- me encogí de hombros, la verdad me da igual.

Al ver que no me vestía se fue para darme mi privacidad, la ropa era un tanto extraña pero me daba igual, era de color blanca. Hasta que mis ojos dieron con algo que de plano me desagrado ¡Hay no!, Mejor me hubiera callado, éstos zapatos ni de loco me los pongo, son simplemente horribles. Preferí fingir no verlos y no me los puse, es más hasta los escondí debajo de la cam. Salí y empecé a caminar al comedor, tarde un poco pero llegué él estaba sentado al principio de una gran mesa, al verme sonrió y me invitó a sentarme; La silla es demasiado grande para mi, pero al final sí pude subirme.

- Al fin llegas pequeño, vamos come todo lo que gustes.- dijo sonriente y señalando todo lo que había en la mesa.

Fruncí el ceño al ver tanta comida para mi, pero hay verduras........... Simplemente no son de mí agradó.

- No quiero comer eso.- le dije decidido, él por el contrario frunció su ceño y exclamó con un tono de voz a modo de riña:

- ¿No vas a comer lo que hay aquí?

- No, no quiero. - le respondí.

- Bien, entonces no hay postre, puedes retirarte a descansar si quieres.- dijo ya un poco más calmado.

Me dí la media vuelta para bajarme y vi que me pusieron en frente mi postre favorito, se me hacía agua la boca con tan sólo verlo. Decidí volver me a sentar bien.

- ¿Para quien es ese postre?- le pregunté de la manera más inocente que pude.

- Era para ti, pero como no vas a comer no puedes comertelo.- me dijo sonriente casí como si fuera una victoria, ¡Noooo, es mío!

- No, si voy a comer- le dije con total seguridad.

- Adelante entonces.- me contestó mientras señalaba la comida.

Me dispuse a comer todo, pero al poco rato me empezó a dar sueño y cada vez sentía más y más pesados mis ojitos, hasta que sin querer caí dormido sobre mi plato sin saber nada más del mundo. Ahora que lo pienso hay algo de lo que me voy a lamentar...... No me comí mi postre....

Un Ángel Sin Nombre (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora