Un Ángel Sin Nombre (Borrador)

XĪĪ-. Te Creo, Padre

Pasaron algunos días para que mi padre volviera por mí, me la pasé durante todo ese tiempo jugando, aunque recordé también que hace milenios que no plantó nada en un jardín, mi madre estaría molesta por eso. También me pasó que en los últimos días que estuve ahí en aquella casa escuché algo que me desconcertó mucho, me ha puesto a pensar desde entonces.
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Hiba bajando las escaleras hacía la cocina, tenía hambre, se me antojaba un pan, pero...

- No lo sé, para mí que ya se volvió loco el señor Windlout.- escuché que alguien dijo en voz baja, parecía una mujer, detuve mis pasos para oír un poco más, la duda comenzó a crecer demasiado en mi interior. ¿De qué hablarán?

- Realmente es algo difícil de decir, recuerda que él y su esposa jamás tuvieron hijos, además es normal que haya querido una compañía.- le respondía otra mujer, pero está hablaba un tanto dudosa.

- Y dime ¿Acaso crees qué adoptar a un niño humano siendo un Dios sea bueno? y fíjate, peor aún, él es un Dios del Sol, con más razón se ve mal, ese niño será un malcriado de ahora en adelante.- lo dijo la primera mujer un tanto acelerada, a mí por el contrario me empezó a carcomer la culpa, no podía creer que pensarán eso...

- Pues, se ve que es un buen chico, es callado, es tranquilo...

- Sí, eso es por ahora, por todos los Dioses Adiará, solo es cuestión de tiempo para que se vuelva un malcriado.- al parecer la otra mujer era Adiará, pero no le dejó terminar de hablar, parecía que ella me defendía.- Él le va a ofrecer sin duda alguna todo a manos llenas ¿Y qué va a hacer ese niño?- dejó la pregunta al aire por unos momentos, se escuchó que Adiará iba a empezar a hablar, pero ella la corto.- Se va a volver un malcriado y lo va a deshonrar, mira nada más ahorita ya mancho su nombre, ya nadie lo verá de la misma manera...

Mis ojos me picaban y lágrimas empezaron a correr desenfrenadas de ellos, no hice ni el más mínimo intento por retenerlas, me levanté de golpe y me fuí corriendo hacía mi cuarto. Ahí me encerré, me aventé directamente a mi cama y lloré como nunca en mi vida, me dolía lo que habían dicho...

No soy un malcriado ni una deshonra....
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Esasa palabras, me dan miles de vueltas en mi cabeza desde entonces, mi padre no ha estado en casa últimamente, así que creo que no se ha dado cuenta; me la pasó encerrado en mi habitación siempre, cada día........ Ya no salgo a jugar.....

Quise intentar hacer algo diferente para pasar desapercibido, me dirigía hacía el jardín, caminaba con la cabeza agachada, me temblaba mi boquita algunas veces, pasé la puerta y me topé con un bellísimo jardín.
Fuí al mueble en dónde había semillas y tomé un paquete de rosas, busqué el lugar perfecto para plantar las.
Era un hueco un tanto vacío entre todos los arbustos y árboles, me senté en la tierra y quise desahogarme un poco....

- Hola linda, hace mucho que no te veo, me pregunto ¿Cómo estás?- deje la pregunta al aire, no es como si me fuera a responder de repente la tierra, pero si siento sus vibraciones de energía. La empecé a acariciar un poco con mis manos, estaba húmeda.- Yo creo que estás muy bien, no te siento triste más bien estás feliz..... Yo no estoy feliz.- sin querer se me salió una lágrima de mi ojo izquierdo.- Sabes, me adoptaron, ahora tengo un papá estoy seguro de que me va a querer mucho; pero ¿Tú crees qué lo deshonró? Digo, todo el mundo dice eso, quise dejar por un lado el ¿Por qué me adoptó? Pero, no lo sé.- me le quede viendo por un rato, solté el aire que no sabía que retenía.- Y dime...¿Tú qué piensas?

- Quizá piensa que tu no deberías preocuparte por cosas que no valen la pena, y si tienes alguna duda sobre eso es mejor que me preguntes a mí.- su voz me hizo saltar en mi lugar, levanté la mirada y ahí estaban sus ojos con flamas como siempre, tenía cierta molestia reflejada en su mirada.

Agaché mi cabeza, no podía evitar pensar en eso sin que me lastime yo mismo, después de todo soy un simple humano al que le asesinaron su único familiar que era una madre, y quedó huérfano. Posó sus dedos en mi barbilla y la fue levantando cuidadosamente, me topé con una sonrisa suya parecía algo enternecido.

- Engél, no tienes de qué preocuparte, eso realmente no importa.- hablaba lento y suave, casi parecía a mi madre cuando trataba de consolarme.- Mira pequeño, no tiene porque importarte lo que dicen los demás, es más tómalo y vuélvete mucho más fuertes que ellos, tu eres un campeón.

- No lo sé papá, no me siento uno.-le conteste un poco triste, la verdad es que soy muy miedoso y cobarde para ser un campeón. Él, por el contrario volvió a levantar mi carita y limpio mis lágrimas, su sonrisa se amplió mucho más.

- La verdad me alegro de que ya me digas papá, pensé que tardarías en reconocerme como tu padre.- me dijo con un tono juguetón. Yo negué con la cabeza y me sorbí la nariz.

- Yo creo que más bien debo de estar agradecido por la oportunidad que se me brindó padre.- le dije decidido y es la verdad. No lo pienso defraudar jamás...

Su risa retumbó y me empujó juguetonamente de los hombros sacándome una risilla.

- Vez hijo, tan fácil se van las penas, es mejor que vivas el día a día en lugar de que te preocupes por si te vez mal conmigo o no.- dijo alegre, no pude evitar sentirme muy feliz por sus palabras, me fue imposible, la verdad no puedo creer que me quiera tanto en tan poco tiempo.- Es más, por ser mi hijo te apuesto a que vas a hacer un campeón, ya lo verás. Tu cara es muy prometedora de triunfos más que fracasos.- se detuvo por unos instantes y me tomo por los hombros, me miró fijamente a los ojos, sus ojos reflejaban determinación, estoy 100% seguro.- Sólo lucha y jamás te rindas ¿Me oíste?

- Se lo prometo padre y le creo.- le contesté decidido, daré todo de mi para poder hacerlo sentir orgulloso de mí.

- Bien, y ¿qué era lo que hacías hijo?- me pregunto cambiando de tema.

- Quiero plantar..... Una flor.- le dije con tono de canción y él rompió en carcajadas.

- A ver, quiero ver como plantas una flor.- me dijo mientras se sentaba por un lado mío.

Tome con delicadeza la tierra en mis manos y fui haciendo de poco a poco el hoyo para ella, una bella flor estaba a punto de nacer. Madre decía que cuando cultivamos, creabas vida dentro de la misma tierra, dependiendo de tus energías era como salía aquella flor. Yo estoy feliz, y ella va a salir muy bella..

- Engél

- Si padre.- lo voltee a ver y me miraba extrañado, tomo mis manos y fruncio el ceño.

- ¿Se puede saber por qué si hay herramientas para plantar usas tus manos? Mira nada más como las tienes ya, todas sucias y cortadas.- dijo en tono de regaño, yo se las quite y las escondí detrás de mi espada.

- No es cierto, yo no las tengo lastimadas.- le dije mientras trataba de fingir inocencia, me miró por unos segundos y negó con la cabeza.

- Tengo tiempo para corregirte tus mañas, son fatales ¿Me oíste?, fatales con F mayúscula.- me dijo regañandome.

- NO.- me pare y me fui corriendo con el detrás de mí...

- Vas a ver ahorita Engél, dejá te alcanzó.

Creo que después de todo no fue tan malo ser adoptado....