Un Ángel Sin Nombre (Borrador)

XXXI.- Un Cuento Para Vivir.

"Cuando los vi, su presencia era mucho más enigmática que como los describía en la biblia, al final de cuentas después de todo, sólo ellos saben la verdad detrás del telón."

Un mes ha pasado, no nos llevamos tan mal como antes, pero aun así lo detesto y él a mí.

Más que antes se podría llegar a decir, porque mi pollo asado quemo todo un jardín de él, y algunos de sus papeleos, esta vez puedo llegar a declarar que no fue culpa mía. Como no tengo absolutamente nada que hacer, me dispuse a reconstruírselo. Plante árboles frutales, rosas blancas, rojas y azules; algunas hortalizas, entre otras plantas, pero, de igual manera siempre a pesar de lo que haga me deprimo bastante por lo sucedido, me siento tan terrible por las cosas que hice, de haber sabido todo lo que pasaría lo hubiera hecho distinto todo.

Por hoy, sólo me dedico a leer un libro, quizás deba de aprovechar para declarar que mi carácter ha cambiado algo, ya no me parezco tanto a lo que era cuando estaba con Windlout y mucho menos como el que vivía con su madre. En algún momento se saldrán a la luz mis nuevos rasgos de personalidad, de todos modos, es demasiado obvio.

El libro que hoy decidí devorar es uno de historia de este planeta, procuro no tocar novelas, mientras más rápido estudie, mejor.

- ¿Qué haces pequeño? - su voz se escuchaba muy dulce, pero con cierto toque de seriedad, una extraña combinación para una dama.

- En primera, no soy un pequeño, tengo 12 según mi pensamiento mortal. - me tome la liberta de bajar mi libro para poder observar sus ojos marrones y su sonrisa burlona. - En segunda, tu voz es un tanto peculiar, las ondas sonoras y tu entonación es única, no había escuchado algo así antes.

- Eres muy analítico, debe de estar orgulloso tu padre de ti.

- Mi padre falleció en la guerra reciente. - es grosero de mi parte, pero no puedo evitar sentir ciertas ganas de querer hacer que se alejen de mí. Quiero estar solo.

Se rio y negó con su cabeza. Baje el libro nuevamente y la observe fijamente con el ceño fruncido, ¿y a está que mosca le pico?

- Entonces, ¿me lo dices tan secamente por qué estas molesto o quizás sea porque realmente sucedió eso y aun te duele?

- ¿Te parece que es un juego la muerte de un familiar?

Su sonrisa finalmente se desvaneció, me miro consternada.

- Lamento mucho eso, disculpa mi falta de tacto.

- No tienes nada que disculparte, ya estoy fastidiado de todos modos.

- Puedo preguntar, ¿por qué?

La observe, creo que es hora de al menos hablar con alguien bien, de buena manera, ¿Por cuánto tiempo más debo fingir que estoy completo cuando ya se rompió mi alma completamente?

Suspire, mejor que se lo diga a una desconocida que a alguien que conozco y sepa cómo la estoy pasando realmente.

- Mi padre me adopto después de que fallecerá mi madre, quede huérfano por circunstancias de la vida, o más bien, por la idiotez del hombre. - tomé aire y lo solté lentamente. - Él era un completo desconocido para mí, y aun así me demostró un amor paterno que no había conocido antes, me quiso criar como su propio hijo, pero no se lo permití por mi orgullo propio.

Me observo por un momento, me siento como un acertijo que es muy complicado, quizás por eso me siento tan miserable. Sonrió nuevamente y me acaricio con ternura mi cabeza.

Es la primera después de mucho tiempo, no pude evitar el querer llorar, pero no soy un malcriado que siempre va a llorar, deje de serlo.

- Escucha, deja te cuento algo. - Antes de que comenzara a contar lo que sea que iba a ser, una voz masculina la llamo.