XXXIX.- Día ambiguo.

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"Si el coraje y el odio te vence, habrás perdido todo uso de razón a tu favor y condenaras a tu propio ser al sumergirte en él."

Levantarse temprano siempre, provoca que en un día de descanso lo hagas de igual manera. Eso me ocurre ahorita, quiero volver a dormir así que simplemente me cubro con mi cobija y me hago bolita.

Al menos, creí que iba a seguir durmiendo hasta que se abrió la puerta de golpe y alguien me jaló mi cobija.

- ¡Oyeee! - le grité molesto sin dudar o importarme quién era, hasta que vi a mi papá con la cobija. Me tallé los ojos, vi la hora y le dije. - ¿puedo saber por qué interrumpes mi sueño? Si se supone que hoy es mi día libre.

- Levántate, alístate tienes 5 minutos.

Lo miré extrañado, me quedé pensando y me volví a acostar.

- Brainius, despierta.

- No gracias, pasó.

- No se trata de ignorar he dicho, ¡ARRIBA! - me giré de la cama por el susto y caí al piso. - Mejor.

- ¿Mejor? - lo mire asombrado por su actitud. - Debes estar bromeando, es día de descanso.

- Arréglate y deja de quejarte.

- ¿Cómo no me voy a quejar? Si me estas levantando sin una pizca de amabilidad o compasión. - lo mire triste (obviamente fingido) y le hable lo más dolido que pude. - Tu, me absorbes todos los días sin excusa alguna, me torturas con la escuela más que a nadie y encima no me dejas dormir a gusto.

Mi padre solamente me observaba mientras hacia mi espectáculo con el fin de hacerlo sentir horrible por sus actitudes.

- ¿Terminaste? - lo pensé por un momento y me reí, obviamente le dije indignado.

- No. - me reí y luego lo miré ya serio. - Si, ya.

- Bueno, alístate, me exiges mucho la falta de atención que te brindo.

Lo mire sorprendido, ¿en serio se acordaba de eso? ya ha pasado mucho tiempo desde la última vez que le reclame por su falta de atención pues prefería sus papeles y el cuento se llamaba "los papeles de papá", me talle los ojos y lo mire extrañado, ¿y ahora que mosca le pico?.

- Pa, ha pasado demasiado desde que te reclame por eso, ahora quiero dormir.

- Si, pero, en ese entonces no tenia manera de poder compensarte por eso. - se detuvo un momento. - Además de que no tuve el tacto suficiente que prometí para educarte y casi pierdo el poder llegar a tenerte como familia. - miro hacia el techo y sonrió. - estuve a punto de perderte y abandonarte por completo, pude no haberte compensado por todo en lo que me equivoqué.

Me quede sin palabras, no sabía que responder, después de todo este tiempo que ha pasado creí que ya habría llegado a olvidar ciertas cosas, que me ha dejado en claro que siempre ha tenido presente, debe ser difícil en parte lidiar con un gran cargo y estar al pendiente de lo que le pasa a tu hijo. Según tengo entendido, le molesto mucho lo del balde de agua e hizo que suspendieran a los niños que lo hicieron por acoso escolar. Aún así, no es motivo para que se fije en cosas que ya han pasado, yo no tengo problema alguno por lo ya sucedido, aprendí a soltar.... o al menos eso creo.

Lo mire y se me llenaron los ojos de lágrimas, pero no voy a llorar, negué con la cabeza mientras daba una risita leve y le dije con voz ronca.

- La verdad, no sé qué decirte papá. - el por su parte se me acerco y me agarro de la cara para que lo mirase.

- No tienes porque llorar pequeño.- se inclino y me tomo por los hombros, su voz era tan leve y calmada, que de cierta manera me producía melancolía, creo que ahora se más que nunca el hecho de apreciar y valorar a aquellos que de una manera han sido padres para ti.- Yo, hay muchas cosas de las cuales me arrepiento, que al igual que tú, yo también hice mal, mi primer error fue el de quererte criar como un dios y tú no eres uno, eres un niño pequeño que necesita amor y cuidados, mi segundo error fue el provocar que te sientas presionado por querer ser algo que desde un principio quise dejarte en claro que no era necesario que lo fueras, yo soy feliz y estoy orgulloso de ti por lo que eres, no por lo que serás.- se detuvo un poco y sonrió.- ¿sabes por qué estoy orgulloso? Por que te amo y eres mi hijo.

- Lo sé, créeme que en el fondo lo se...

- Bueno, a lo que venia era de que te arreglaras, vamos a desayunar y pasar este día juntos tu y yo.

- ¿Hablas enserio? - lo mire intrigado mientras se levantaba y se dirigía a la puerta del cuarto.- ¿No tienes nada que hacer hoy?

- Si, tienes 3 minutos Brainius, el tiempo corre y el tenga o no tenga cosas que hacer es algo que a ti no te importa, simplemente haz lo que te dije.

Lo vi desaparecerse al caminar hacia el pasillo, me reí, creo que, a pesar de todo, dejando las diferencias de un lado, estoy feliz de que el me hubiera acogido y criado, parezco un malcriado a veces por retarlo demasiado, pero en el fondo ambos sabemos que nos amamos y nos dependemos mutuamente.

Yo necesito a mi padre para sentirme amado y protegido, el necesita a alguien que sea su familia.

Muchas veces el orgullo y el coraje es más grande que nos nuble la vista y la certeza, a tal grado que no importa cuanto tiempo pase, nos seguimos distanciando de nuestra familia, y al final de cuentas, la familia es la familia.

Y por lo visto, es la única que siempre se queda contigo.

Por otro lado, me apuré y salí justo a tiempo, yo también aprendí a mejorar en muchos ámbitos. Soy humano, me equivocare y actuare mal, pero eso no significa que aprenda de mis errores y los corrija.

- Entonces, ¿nos vamos?

Un Ángel Sin Nombre (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora