XV.- Comprende El Principio Para Avanzar.

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Desayune un tanto apresurado, no quería un castigo esta vez en serio

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Desayune un tanto apresurado, no quería un castigo esta vez en serio. Mi padre por el contrario observaba fijamente cada uno de mis movimientos, sin embargo cuando acabe hasta el último bocado de mi alimento él empezó a hablar parecía que lo tenía ya todo calculado:

- Engél, yo creo que hay que ir aclarando ciertos detalles.- pase saliva cuando pronunció esas palabras con tanta seriedad.

- La verdad, es que yo creo que tienes razón papá.- intente sonar lo más seguro que podía.

- Escucha, ya no te voy a llamar más Engél.- me observó fijamente durante unos instantes antes de continuar hablando.- tu nombre verdadero es Brainius, dime ¿acaso no te suena familiar?- su pregunta me dejó confundido, ¿familiar ese nombre? ahora que lo pienso un poco, sí, si se me hace un poco familiar.

- Sí papá, pero no entiendo ¿por qué?- la confusión mezclada con un poco de certeza me golpeó, sus palabras simplemente me sacaron muchas incógnitas.

- Escucha hijo, tu eres un alma creada por un Dios, bajaste a la tierra a vivir una vida, en la cual te pusieron Engél y pasaron todos los sucesos que viviste.- hablaba con calma y lentamente como si le pesara un poco llevar ese ritmo, creo que quería que entendiera todo rápido.- tu perdiste la vida el mismo día que enterraste a tu mami, el árbol de la vida te trajo a este planeta, aquí en donde yo estoy. Pero, aún así aunque seas solo un alma tienes un cuerpo físico aquí, sientes hambre y sueño como si siguieras vivo, ¿me entiendes?.- su pregunta me dejó pase para decirle algo que ya tengo en la cabeza desde hace tiempo.

- Entonces si estoy muerto, ¿por qué parece que sigo vivo, por qué razón se siente normal?.- se quedó unos momentos en silencio, me sentía nervioso, mi corazón latía al mil por hora, es momento de saber que es lo que pasa.

- Escucha Brainius, tu alma fue tomada y traída a aquí, en este lugar tu tomaste una figura física, algo sólido.- sus palabras me sacaban cada vez más incógnitas.- tu no eres como los demás niños hijo, inclusive tu madre también te oculto ciertos detalles o información, pero es algo que después entenderás.- se quedó unos instantes callado y se me acercó más.- Brainius, tu serás alguien grande eso te lo puedo asegurar, se que sólo eres un humano, pero yo te cuidare como si fueras un hijo mío de sangre pura, en pocas palabras por esa razón seré duro y estricto contigo. Eres y serás para siempre mi sucesor, demuéstrale a todos que eres digno de ser mi hijo.

Solo me pude quedar callado, hay demasiadas cosas que entender pero, es cierto, mi nombre es Brainius "Todo lo que ves arriba se queda como un sueño" esa frase era la señal de que ya era hora de regresar arriba, más sin embargo estoy aquí, en este lugar, yo soy un alma creada por mi Dios, soy un ángel en versión espiritual, pero humano en forma física.

Todos los humanos al morir toman la verdadera forma de su alma, como los ángeles que somos o quizás demonios. Lo recuerdo bien, el pastizal, los libros, el latín, todo me golpea en mi mente. He vivido y ha terminado mi primera vida, lo sé. Desde tiempos antiguos a aquello los que ante sus ojos pasan la realidad, esa que sólo pocos son capaces de ver ya que sus habilidades son mayores o simplemente su energía es más potente,por medio de sus sueños o el llamado "Desdoblamiento Espiritual" viajan a otros mundos u otras dimensiones.

Realmente hay muchas más verdades ocultas para todos los humanos aquellos que no ven más allá de su entorno, simplemente por esa razón no saben nada, sólo algunos son los que tienen el privilegio de ver esa verdad.

Me levanté de la mesa para seguir a mi padre, no le puse atención realmente a lo que dijo por estar sumergido en mis pensamientos, ahora comprendo más las cosas, ya no hay dudas..... O ¿quizás sí hay aún? Después de todo la vida es un aprendizaje constante.

Cuando sus pasos se detuvieron apareció ante mí una gran habitación, sus puertas eran gigantes, se veían imponentes, eran de madera totalmente con herrajes anaranjados y un sol gigante en medio de ambas. Me gire lentamente hacía mi padre y noté que sonreía.

- La guerra hijo mío es algo inevitable, para que exista un bien se es necesario un mal, todo tiene que estar en equilibrio total.- se detuvo por unos instantes, se puso derecho y su rostro reflejo seriedad total antes de que continuara hablando.- Te prometo que te protegeré a toda costa, más sin embargo tu tienes que aprender a defenderte sino serás aplastado. Es necesario que como hijo mío sepas pelear.- fruncí mi ceño y lo mire totalmente serio.

"guerra".... esa palabra resonó en cada uno de los rincones más profundos de mi ser, un choque de recuerdos agolpados me transporto a la última vez en que vi a mi madre, la ira, el dolor y la impotencia que sentí ese día, el cómo supe que era insignificante a lado de ellos, el no poder hacer nada para ayudarla y peor aun "Nadie nos ayudó·... Una chispa en mi interior se encendió y comenzó a arder en mi.

- No.- le dije a él, mi voz salió tan rasposa y llena de seriedad, me dolían mis puños de tanto que los apretaba.- Estoy en contra de la violencia, no pienso aprender a dañar a las demás personas ni mucho menos ver cómo se causan daño los unos a los otros, simplemente me niego.- él por el contrario se quedó totalmente quieto, parecía que procesaba lo que le había dicho. Se hincó sobre una rodilla y me tomo por los hombros, su mirada parecía una hoguera, estaba extrañamente calmada.

- Escucha sé que piensas eso ahora pero, en estos tiempos en que ocurren las guerras es necesario que aprendas a defenderte tu solito.- respiro un poco y continuó hablando.- al menos solo es por si alguna vez no puedo estar contigo, pero te prometo que jamas te dejaria que algo malo te pase.

- Está bien papá. - su mirada extrañamente me dio un motivo para ceder, pero aun asi no pienso lastimar a los demás sean buenos o malos conmigo, después de todo nadie tiene derecho a decidir cuándo es el fin de la vida de otro.

- Bien.- su sonrisa se amplió demasiado, casi le salían centellas de lo feliz que estaba.- pues vamos andando, tengo demasiado por enseñarte.

Me fue empujando poco a poquito por la espalda, creo que de verdad quería a un hijo, ¿quién diría que un Dios del Sol quisiera adoptar a un niño para no quedarse solo?

Creo que a todos nos desagrada la idea de quedarnos completamente solos, sin nadie, eso es simplemente horrible. Empujó las puertas con gran facilidad y ahí estaba él.

Demonios, ¿de todas las personas tenía que haber sido él? ¿es enserio papá?

Un Ángel Sin Nombre (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora