Dream (La Última Uchiha) ~Pausada~

Capítulo 68

Subió el gorro de su capucha negra, cerró la puerta del departamento y corrió lo mas rápido que pudo. Nadie le detuvo en la entrada/salida de la aldea, incluso parecían felices de que ella se fuera.

Tocó su rostro y notó que ya no lloraba aunque sentía que en cualquier momento lo volvería a hacer. Recorrió con lentitud varios kilómetros, el sonido de aquel jutsu le hizo reaccionar.

-Sigamos...-fué lo único que le dijo el enmascarado.

-Quiero descansar.-murmuró sentandose en una roca.

El supuesto Madara observó las manos de Saori.

-¿El te lastimó?

-No, yo lo lastimé a el. Sólo me corté.

Le tomó de las muñecas haciendole gemir de dolor, quitó las vendas con delicadeza.

-Necesitas suturas...

-Lo sé...

Buscó en sus compartimentos en donde su guarda las shuriken y sacó una aguja

-¡No quiero!

-¡Debes hacerlo o se infectará!

Saori suspiró y dió a entender de que aceptaba su destino con aquella aguja.

-Está bien...usted manda...Madara-sama...

El de la cicatriz alzó una ceja a pesar de haber sido el mismo el que le ordenó llamarle así.

-¡A-Aunque podría hacerme el favor de dejarme hablar!.-comentó al sentir la aguja atravezar su piel.

-Haz lo que se te pegue la gana...

-¿¡Q-Quién diablos trae una aguja e hilo en el bolsillo?! ¿¡A-Acaso eres doctor!?

Obito rodó los ojos al escucharla.

-¡A-Auque le tengo que estár agradecida Madara-sama!

-Mejor guarda silencio...

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Cuando cruzaron la última piedra del país del rayo, Saori suspiró aliviada y comenzó a sentir el frio aire que indicaba el país del Hielo.

Su andar era lento e inseguro, sentía que en cualquier momento se encontraría con C y este le recriminaría su abandono, de nuevo, sus ojos brillaban.

Sin nombre se dió cuenta del estado de la chica, esta vez su tristeza no era normal, incluso cuando el le aclaró no sentir nada por ella su llanto no parecía tan profundo.

-(¿Y si el le lastimó?...).-pensó apretando los puños.-(Nadie puede lastimarla más que yo...)

Ella comenzó a sollozar.

-Hijo de...-murmuró la chica.

-¿Te lastimó?.- insistió

-El no...-respondió en un tono dulce.-Pero...tu si.-acompletó cambiando a todo lo contrario.-Te odio...te odio demasiado...¿Madara-sama? Eres patético. No eres ni la sombra de ese maldito cadáver.

-Saori...-murmuró tratándo de tomarle del cuello

-No de nuevo...-le detuvo la mano.-Sé mas creativo...maldito Uchiha de cuarta...

El enmascarado comenzó a reír.

-Por favor...¿Desde cuando estás orgullosa de ser una?...Además...este Uchiha de cuarta puede matarte en un abrir y cerrar de ojos. Maldita prostituta de bar.

-Desde que puedo hacer esto...-respondió dejandole caer de nuevo en genjutsu.

Esta vez su cuerpo no se paralizó, el único efecto fué un profundo dolor de cabeza y un poco de sangre en los ojos. Sabía que podía durar lo que quisiera, pero su cuerpo no estába en buen estado.

Mientras tanto, dentro de la mente del enmascarado, Saori le incrustaba un kunai en el pecho una y otra vez. Como si el fuese un simple muñeco de entrenamiento que sentía.

Después de algunos minútos la Uchiha cayó al suelo junto a su genjutsu
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Despertó con un fuerte dolor de cabeza, sentía un frío anormal y no podía moverse.

-¿Acaso estoy muerta?.-murmuró mirando a todos lados.

Notó que estába en una habitación con paredes de madera y algo grande. Al parecer estába en un cama

-Lamentablemente no.-le respondió alguien a su lado.

-¡Hey! ¡M-Madara!

Trató de mover los brazos, gimió de dolor.

-No te muevas

Ella no respondió y trató de olvidar el dolor.

-¿Qué hiciste? ¿Qué te quitó tu energía?

Saori suspiró preparada para contarle todo.

-Primero robé un documento, usé por primera vez después de muchos años un jutsu y dejé en genjutsu a seis personas al mismo tiempo. ¡Ah! Después me casé y destrozé el espejo del baño con mis puños. Sólo eso, lo normal. ¿Y tú? ¿Qué cuentas?

El enmascarado frunció el ceño

-¿Sabías que tenías sangre en el cabello?

-¿Eh?

Analizó la sensación en su cabeza.

-¿¡M-Me bañaste!?

-Tuve que hacerlo.

-¡Abusaste sexualmente de mi y nisiquiera lo disfruté!

Sin nombre sintió después de un largo tiempo un molesto calor en las mejillas al recordar algo.

-D-Después de ese patético genjutsu te desmayaste. Tuve que cargarte en mis hombros hasta el maldito país de la nieve. El viejo de la posada piensa que te tengo secuestrada.

-Espera...¿País de la nieve? ¿Cúanto llevo así?

-Dos días y medio.