Dream (La Última Uchiha) ~Pausada~

Capítulo 64

—¿Hay un nosotros?.-preguntó Saori levantandose de la cama, demostrando su interés.

—Después de este momento, me llamarás "Madara-sama".-prosiguió ignorando el comentario anterior de la chica.- En frente de Akatsuki será como siempre, "Tobi".

—¿Madara-sama?.-se repitió para si misma.

—En los siguientes viajes no cruzaremos palabra alguna.

—Jamás fue bueno conversando, Madara-sama.

El frunció el ceño, pero por obvias razones la chica no se enteró.

—Dime...¿Porqué te limitas a ti mismo? ¿Acaso mi presencia te causa conflicto?

Pasaron varios segundos después para que el respondiera.

—No quiero volver.-se atrevió a decir.

Saori sonrió y le dió un abrazo que no fue rechazado pero tampoco correspondido.

—¿Estuve a punto de lograrlo?.-habló en voz baja.

El no respondió a eso, no quería y no debía. Sin embargo, de forma involuntaria sus brazos se posaron en la cintura de la chica.

Saori alzó la máscara con temor a que el se negara. Ambos se miraron fijamente y sus labios temblaban como si quisieran decir algo.

Durante varios minutos quedaron en esa posición, ambos disfrutaban el momento, Obito  sentía como sus frios dedos acariciaban la curva que se formaba por la marcada cintura de Saori.

Ella, mientras tanto, sentía calor en sus mejillas al sentir como los dedos de el de la cicatriz se retorcían deseosos de seguir tocando hasta la cadera y tal vez más.

Ambos, completamente inseguros de lo que harían, se acercaron a tal punto de que sus respiraciones toparon. Ambos dieron su primer beso.

A primer beso se referían a uno con amor. Al sentir sus labios, tuvieron la sensación de derretirse en uno mismo. Anteriormente se habían besado  con lujuria, porque el cuerpo de cierta forma lo necesitaba.

Aquel era un tipo de beso que solo se daba con alguien especial y sin tanto rodeo, en pocas y en cursis palabras, salió de corazón.

—Fué el último.-le advirtió separandose de sus labios.

Como si fuesen amantes que se despedían para siempre. Se tocaron por última vez.

Sin nombre desapareció.

—No, no lo creo.-murmuró a si misma.

Tocaron la puerta repetidas veces, era C.

—¡Akane!

Se levantó de la cama y abrió la puerta con temor, como si C oliese a sin nombre.

—¿Qué ocurre?

—Hoy compraremos los trajes, Bee-sama dice encargarse de lo demás. Será una boda pequeña.
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No fue nada barato, el sentimiento de culpa creció más al enterarse de que C había comprado todo con un dinero que tardó años en juntar.

Saori no se atrevía a mirar su vestido, solo se probó uno y una vez.

"Son lindos, ¿verdad?".- recordó las palabras de su madre, quién trataba de illusionarla con una boda que no deseaba.

Aquella era la misma situación, pero sin apoyo alguno.

—Será en tres días...

Saori suspiró y trató de sonreír lo menos falsa que pudo.

—¿Te irás ese mismo día?

—Si, pero regresando te tendré una sorpresa.-le respondió mirandole con lujuria.

La Uchiha trató de no rodar los ojos, aveces C se comportaba como un adolescente que traía "ganas" todo el tiempo y que con cualquier chica hacía insunuaciones. Sólo que cualquier chica, para el, era Akane.

—E-Ehhh ¿Tienes hambre?.-comentó para no sentirse mas incómoda de lo que ya estába.

—Ya compré la casa...bueno...e-el departamento.-soltó con temor.

—¿Qué?.-fue lo único que pudo decir Saori, le sorprendió la rapidez con la que C actuaba.

—¡Prometo comprar una casa! ¡Será solo momentaneo!

—¡No! ¡No! Ehhh...Pensé que la compraríamos entre los dos.

—Oh...-sonrió.-No te preocupes.

—Mañana vengo por ti, dejarás esta habitación para siempre.

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Cuando el se fué, notó que había dejado su traje en la cama. Suspiró y juntó ambos trajes, los dejó en una esquina y siguió acomodando su ropa en el bolso.

Entró al baño y se miró al espejo, frunció el ceño y se dijo en voz alta:

—¡Vete a la mierda, Saori! ¡Vete a la mierda, Akane!