Dream (La Última Uchiha) ~Pausada~

Capítulo 42

VIAJE 1-SUNAGAKURE

-¡O-Oye! ¿¡No crees que deberíamos detenernos h-hasta que pase la tormenta!?.-gritó cubriendose un poco los ojos para que la arena no le entrase.

-No, sigamos.

-¡Oh! ¡Vamos! ¡Apenas y puedo cami...!

-Si de verdad la tormenta fuera fuerte estarías detrás de mi.

-¡No te entendí! ¡Pero hay que detenernos!

-Maldición, ya te dije que no. Estamos a minutos de la aldea.

-¡Estúpida arena!.-se quejó ignorando al enmascarado.-¡Estúpido sin nombre! ¡Maldito desconsiderá...!

-Aquella adviertencia sigue en pie, Saori.-comentó completamente fastidiado.

-Acepto tú advertencia si me callas a besos, guapo.

-¿Vienes alcoholizada?

-¿Eh? ¿Qué te hace pensar eso?

-Me das verguenza.

-Perdón, te extrañé mucho.

El enmascarado rodó los ojos.

-¡Mira! ¡Es la entrada!.-gritó la chica señalando con euforia.

Ambos aceleraron el paso.

-Mierda, hay ninjas custodiando la entrada.

-En todas los hay.-respondió con una ceja alzada.-Sunagakure es una aldea demasiado retrógrada, sin embargo tienen seguridad...

-No...no la hay...

Saori se confundió aún más.

-No entiendo.

-Jamás lo haces, en esta maldita aldea no hay seguridad ¿Por qué crees que no sucedió nada cuando mataste a ese viejo? A los altos mandos no les importan los aldeanos. Creo que no recuerdas que aquella vez no había ninjas. ¿Sabes por qué? Ellos sabían que tú e Itachi vendrían a realizar una misión.

-¿C-Cómo demonios lo iban a saber?

-Akatsuki tiene contacto con las cinco naciones.

La chica quedó impresionada con aquella información.

-Si, todo el mundo shinobi es una basura.-acompletó

-¡Detengase ahora!.-ordenó un shinobi mientras les amenazaba con un kunai.-¡Nombres, motivo de la visita y aldea de origen!

Saori sabia que no podian matar a aquel hombre quien tenía a una decena de compañeros detrás suyo.

Aunque solo bastó con una mirada del enmascarado para que  les cediera el paso.

Confundidos, los demás se miraron entre si, mientras que los dos extraños seguian su camino.

-Eso me hizo sentir nerviosa.-comentó en voz baja.

-Nos hospedaremos en una posada que está a unos kilómetros cerca de aquí, despúes saldremos a por nuestro objetivo.-respondió ignorando el anterios comentario de la chica.

-¿No comerémos?

Como si de una orden se hubiera tratado, sin nombre se detuvo en un pequeño puesto deambulante de frutas y verduras.

Tomó un par de manzanas y sin decir nada preguntó el precio y la anciana le respondió.

-Puede llevarselas joven, su esposa parece agotada y hambrienta.-dijo con una larga sonrisa.

El rubor se hizo notar en el rostro de Saori. El enmascarado siguió su camino sin decir más.

-¡Muchas gracias!.-le respondió la Uchiha siguiendo a su compañero.

-¡Eres un grosero! ¡La anciana nos regaló estas manzanas y no agradeciste!

-Es su problema si no quizo el dinero.

-Aunque es extraño...no aceptó el dinero y me llamó tu esposa sin saber tu rostro.

-No hay relación en eso.-respondió con el ceño fruncido.

-Lo hay, ¿Cómo iba a saber ella? Pudiste ser mi padre o mi hijo.

-Eres demasiado estúpida...no puedo creer que estoy en misión contigo.

-¡Oh! Perdón...-se disculpó siendo algo falsa.-Pero...¿Sabes? Me gustó que me llamara tu esposa.-acompletó tomandole de la mano.

-Alejate.-respondió soltandola con asco.

Esta vez, Saori no dijo nada ni trató de bromear. Esto llamó la atención de su acompañante.

-Está mucho mejor así.-murmuró

El camino estuvo así por varios minútos. Obito se agradecía (por primera vez en muchos años) de que la chica fuera normal...Por ese instante...

-¡Mira!.-gritó eufóricamente señalando otro pequeño puesto, esta vez atendido por un joven algo apuesto.-¡Nueces!.-acompletó acercandose rapidamente.

Sin nombre rodó los ojos fastidiado cuando vió a la chica acercarse completamente illusionada con una bolsa llena.

-¿Con que carajos pagaste?

-Con mis últimas monedas.-respondió con la boca llena.-¿Quieres?

-Quita esa basura de mi vista.

-Uy perdón...¿sabes? En algún momento de mi vida me topé con alguien que me cambió la vida con un par de nueces.

A sin nombre no le había importado aquel comentario, hasta que (como una descarga electrica) recordó algo.

-Puede que sea poco...pero es lo único que tengo.

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