Dream (La Última Uchiha) ~Pausada~

Capítulo 57

Cuando abrió los ojos, lo primero que vió fue el suave rostro de Saori, ella aún dormía placidamente. Quería tocar sus mejillas pero no debía hacerlo.

Había pasado de reclutarla para su propio beneficio a sentir algo que no había sentido desde niño. Había pasado de disfrutar su soledad a despertar a lado de una chica. Pero tampoco debia hacerlo, desde su muerte solo tenía una unica misión en lo que le restaba de vida y no la estaba llevando a cabo como debería.

"¿Rin no fué suficiente?".- recordó las palabras de Zetsu

—(Tal vez no, tal vez lo era aquel niño extraño en mi lápida).-pensó sonriendo después de tanto tiempo.

—¿Mmm? ¿Sin nombre?.-murmuró mientras se tallaba los ojos.

No quería pensar más, borró aquella sonrisa en su rostro y se levantó lo más rápido que pudo de la cama.

—Levantate, tienes cosas que hacer.

La Uchiha bufó con fastidio y buscó su falda. Recordó lo de anoche.

—¡Perfecto! ¡Ahora tendré que ponerme la camisa larga y buscar algo para mi cuello!

Obito no le escuchaba, se miraba en el sucio y cuarteado espejo del baño. Analizaba la enorme cicatriz de su rostro, recordó una y otra vez el inmenso y punzante dolor que sintió, recordó la sensación de su destrozado cuerpo y como su sangre se desbordaba e inundaba la poca función de sus fosas nazales.

También recordó (y hasta ese momento no había entendido el porque) al niño extraño de su clan.

Pensó que tal vez, si aquella tragedia no hubiese sucedido, el aleatorio destino que tanto odiaba y en que no creía, los tendría atados en matrimonio o incluso en hijos. Colocó el seguro de la puerta.

Y sintió como un extraño pero conocido líquido quería salir de sus ojos. Trató y logró detenerlo, tomó un kunai.

Se acercó de nuevo a la puerta y quitó el seguro

—¡Sal de ahí pervertido! ¡No eres el único que usa el baño!.

Abrió con lentitud la puerta y escondió el kunai al ver a la azabache.

—¿Hmm? ¿Ocurre algo?

Le tomó con violencia del cuello y le lanzó al suelo.

—¿¡P-Pero que h-haces!?

Obito acercó su mano a su rostro y le arrancó los ojos salpicandose de sangre.

Saori gritaba y se retorcía del dolor en el suelo mientras pedía ayuda.

Terminó su trabajo incrustandole el kunai en el estómago una y otra vez.

—¿Estás bien?.- escuchó con lejanía su voz después de fuertes golpes a una puerta.

—¡Oye! ¡Constestame! ¿Estás bien?

—¡MADARA!

Escuchó al regresar en si, el aún tenía el kunai en sus manos. Decidió guardarlo y quitar el seguro de la puerta. Abrió de nuevo con lentitud.

—¿Estás bien?.-preguntó tomandole del hombro.

—No, ya vete.

Saori le dió un abrazo en el que el no se opuso.

—Tal vez no te guste mi presencia, sé que por mi estás confundido...pero...quiero que sepas que estaré a tu lado el resto de mi vida.

Dicho esto le soltó y acomodó la bufanda verde.

—Esta vez la tomaré prestada. Hasta luego.
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Encontrar la oficina del Raikage no fue problema, era colosal y elegante a diferencia de Konoha y Suna.

—¡Alto!

—E-Ehhh...busco a alguien.

—¡Largo o identifíquese, si la encontrámos en el registro podrá acceder!

—Tsk...(A la mierda)

Sin decir más, le dejaron pasar sin problema alguno gracias a la técnica que sin nombre utilizaba.

Cuando entró todo parecía solitario, como si nadie además de ella estuviese ahí.

El eco que sus zapatos hacían al caminar le ponía de nervios, así que trataba de no hacer mucho ruido.

—(¿Dónde diablos estás?).-se preguntó mientras se asomaba a todos los pasillos. Se escondió al escuchar que alguien se acercaba.

Parecía un hombre zafado que decía cosas aleatoriamente con cierto ritmo y bruscos movimientos, todo terminando con un "Yeah".

—¡Nunca te había visto aquí linda!.-habló.

Saori tragó saliba, había sido descubierta y eso no era bueno.

—B-Bueno...yo busco a alguien...

"Canta rap".- recordó a C.

—(¡Rap! ¡Es verdad!) B-Busco a Killer Bee...

—¿Para que me buscas?.-respondió haciendo un extraño movimiento con los brazos.

—Y-Yo...¡Soy su fan! ¡Bee-sama!

El se acercó y la analizó de pies a cabeza, frunció el ceño para después alzar una ceja.