Dream (La Última Uchiha) ~Pausada~

Capítulo 73

Sin dudarlo utilizó el kamui para desaparecer inmediatamente de aquel lugar.

Ya en su dimensión, se quitó la máscara como si esta le asfixiara. Su corazón latía aún mas rápido que cuando trató de declarar su amor a Rin.

-¿Una familia conmigo?-murmuró aún completamente nervioso.

Sonrió como si tuviese oportunidad de que pasara eso.

-Imposible, tengo mis propios objetivos.
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-(¡¡Diablos, diablos, diablos, diablos!!)

Mientras tanto, la Uchiha se maldecía en pensamiento y tratába de tranquilizar su pecho. Al decir aquello se sintió como alguna vez el mismo le había llamado: colegiala que pide comprensión a sus sentimientos.

A pesar de aquello sonrió por un motivo que solo ella entendía.

El resto del viaje fue silencioso para ambos, no habían vuelto a cruzar palabra alguna y ni siquiera se habían mirado. El poco frio que había, era una señal de que Yugakure estába en sus narices. Poco a poco la cálida naturaleza parecía descongelarse y convertirse en un lugar tropical.

-(Definitivamente Saori sabe sobre pasado de Obito, aunque no estoy seguro de que sepa la historia completa...mejor si no la sabe aún...)

Desde aquella noche, Zetsu tratába de idealizar un plan para asesinar a la Uchiha. Entre menos obstaculos emocionales entre  Madara y el, mejor. Pensó dejarlo en manos de Orochimaru, pero este conseguiria el sharingan y sería un problema para Akatsuki. También mandarle a asesinar sería una buena opción, aunque ocurriría practicamente lo mismo. Dejarla morir en aquella "misión" sería lo adecuado.

Una punzada en el pecho hizo detener a Saori.

-Madara-habló ella después de tanto tiempo sin hacerlo-Utiliza tu mangekyo.

-No

-Estámos perdiendo el tiempo, algo en mi corazón me lo dice.

-No soy tansporte.

-No me creas tan estupida, se que cuando estuviste en el país del rayo, ibas y regresabas a Amegakure. Dos paises enteros con solo usar esta tecnica tuya.

-Sólo era yo, seríamos dos y es diferente la cantidad de chakra que debo usar.

-No te pido ir directamente a Tanigakure, con que estémos en Amegakure estará bien. Incluso así nos reservamos las molestias que la aldea de Orochimaru nos pueda causar.

Zetsu miraba a ambos esperando la respuesta impacientemente. Odiaba caminar como un simple ninja.

-Está bien-le respondió acercandose a ella-Zetsu...

Este asintió sabiendo lo que diría el enmascarado.
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Al sentir la fria y calante lluvia, hizo que se arrepintiera de no haber disfrutado la calidez de Yugakure.

-Saori

-¿Si?

-Te dejaré aquí.

-¿Q-Qué a que te refieres?

-Te dije que tenía cosas que hacer.

-¿P-Pero si necesito tu ayuda?

-Eso es algo que no me importa-respondió mirando como complice a Zetsu.

-P-Pero Madara-sama...no puedo yo so...

Desapareció sin mas.

-Tsk...tingi cisis qui hicir...-bufó infantilmente siguiendo su camino-En ese caso no hubiera dado ninguna idea, seguiriamos en Yugakure juntos.

-Cállate...-murmuró Zetsu completamente enfadado.

-¿Eh? ¿Acaso me estas callando? Estúpida planta. ¿Sabes que soy la pareja de Madara-sama? El puede asesinarte en un abrir y cerrar de ojos si se lo pido.

Ahora Zetsu deseaba aún mas la muerte de la fastidiosa chica.

Como su nombre lo indicaba, en aquella aldea ocurrían fuertes lluvias, sin embargo esta vez parecía que la llegada de ambos Akatsuki traía tormentas catastróficas. 

El cabello de la chica escurría y le cubría el rostro como a cierto personaje de horror, sus manos igualaron la frialdad que sentían en el país de la nieve y su nariz era más roja que una fresa. A Zetsu esto parecía no importarle en lo absoluto, ni siquiera tiritaba a pesar de tener la ropa empapada. 

Cada paso que daban, dejaba una huella en el lodo y el lodo les dejaba una huella. Sus sandalias ninja ya no parecían eso, solo eran lodo asqueroso con ramas y algunas hojas.

En cada momento aprovechaba para observar los edificios de su alrededor, notó que todos estaban construidos de una forma anormal, como si estuviesen creados de deshechos de otras edificaciones. El sentimiento de inseguridad era persistente, sentía a cada momento como si algún bandido les siguiese. Tenía su mano derecha en el bolso en el cual empuñaba con fuerza un kunai por si alguna situación llegara a sucederle.

-Alto...