Minato apretó la manta que había cogido a modo de capa más cerca alrededor de su cuerpo y se deslizó por la pared exterior de la ladera de piedra. Había elegido el camino más cercano al fiordo, ya que había menos guardias apostados de ese lado. Después de todo, un enemigo difícilmente podría llegar irrumpiendo por el agua para atacar.
El aire de primavera era indudablemente frío y, de repente, la decisión de dejar el calor de su pequeña recámara no le pareció tan maravillosa.
La comida de la noche había sido un estresante acontecimiento. Había echado un vistazo al hermano menor del Lord y se pensó mejor su promesa de sentarse junto a Izuna a la mesa.
Sasuke le frunció el ceño y, no era como si no hubiera tratado con los entrecejos de los otros hermanos Uchiha, pero había una oscuridad en Sasuke que le ponía nervioso.
Había pronunciado una excusa acerca de no sentirse bien y se había retirado inmediatamente hacia las escaleras. Perturbado por su partida, Izuna llevó un plato con comida a su puerta y los dos se habían sentado con las piernas cruzadas a cenar delante del fuego.
Después, Minato anunció que estaba cansado y envió a Izuna de vuelta. Y esperó. Esperó por horas, mientras escuchaba los sonidos del torreón disminuir. Cuando estuvo seguro de que todos estaban durmiendo, o al menos, seguramente instalados en sus habitaciones, bajó las escaleras y se coló a hurtadillas por la entrada que daba al lago.
Respiró más fácilmente cuando estuvo bajo el abrigo del bosque que dividía la parte del lago del torreón. Allí podría moverse con la relativa oscuridad y seguir el fiordo hasta que estuviera lejos.
Un gran chapoteo le sobresaltó y se volvió en dirección al lago. Se quedó inmóvil, conteniendo la respiración mientras miraba a través de los árboles hacia el agua negra como la tinta. Apenas había luna esa noche y sólo se proyectaba una delgada luz sobre la superficie ondulante del lago.
Era suficiente para ver que había tres hombres tomando un baño tardío. También era lo suficiente para ver quiénes estaban tomando el baño.
Madara Uchiha y sus hermanos se zambullían en el agua y, que los dioses se apiadaran de él, ninguno tenían una puntada de ropa encima.
Inmediatamente cubrió sus ojos con ambas manos, mortificado más allá de toda medida porque acababa de ver los traseros de tres hombres adultos.
¿Estaban locos? ¡El lago tenía que estar increíblemente frío!
Se estremeció ante el mero pensamiento de cuan helado aquel baño debía ser.
Durante varios minutos se sentó, agazapado bajo un árbol con las manos cubriéndole los ojos hasta que finalmente los apartó sólo para ver a Madara Uchiha venir caminando desde el agua. Sus ojos abiertos en estado de shock, sus manos colgando sin fuerzas a los costados mientras miraba, paralizado por la visión del hombre completamente desnudo.
Madara estaba de pie, secándose con un paño y, con cada pasada, llamaba la atención sobre su cuerpo musculoso.
Y.... y.... Minato ni siquiera se atrevía a pensar en el área entre sus piernas.
Cuando se dio cuenta de que estaba mirando con bastante descaro su... su... hombría, inmediatamente se llevó ambas manos sobre los ojos de nuevo y hundió los dientes en el labio inferior para ahogar el chillido que amenazaba con salir.
Su única esperanza era que los hermanos terminaran su baño y volvieran al torreón. No podía arriesgarse a moverse entre los árboles y llamar la atención, pero tampoco quería quedarse sentado allí mirando sin modestia.
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Enamorado de un Uchiha
RandomMadara Uchiha, el mayor de los hermanos Uchiha, es un guerrero decidido a vencer a su enemigo. Ahora, sus hombres están listos y preparados para recuperar lo que es suyo, hasta que un seductor doncel rubio y de ojos azules es arrojado sobr...