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La música estaba a tope, ya hacía una hora que estábamos en el bar, estábamos por la segunda botella de vodka y seguía la ronda de tequila en cuanto Gina hiciera acto de presencia.

—¡Fondo blanco!—le grité a Julián asistió con la cabeza y se tomó lo que restaba en la botella, lo conocía tanto que sabía que aún faltaba un largo camino para que estuviera ebrio.

—¡Tú deja de tomar! Necesitas tus cinco sentidos con ese idiota rondando—dijo quitándome el vaso de la mano. Puse gesto de enfadada.

—Olvidalo, está del otro lado de la ciudad en un lujoso hotel con cuanta mujer se le ocurra pagar o conseguir con esos ojos azules, esa boca y ese perfume—le recrimine, golpee mi frente por esa última aclaración y le quite mi vaso bebiendo de un solo trago el contenido.

Entonces comenzó la ronda retro en el bar, grandes éxitos de los ‘90 estaba bailando como una niña cuando sonó una canción y no pude contenerme de cantar a todo pulmón.

...Esta noche saldré a emborracharme
andaré por las calles de esta ciudad tan grande
brindaré por tu amor, por lo que fuimos
por calmar el dolor que marcó tu traición al dejarme...

Corrí hacia el medio de la pista, cantando con el dolor que aún corría por mis venas, estaba lastimada cómo jamás había querido admitir, él me había elevado hasta el cielo y luego me dejó caer sin compasión.

...No, pretendas que yo vuelva a buscarte
porque es mi corazón el que rompiste
y quiero curarme
esta herida mortal no para de sangrarme
y me voy a quedar en el bar solo para olvidarte
cantinero sirva otro tequila que cura mi herida...

Entonces lo vi, me miraba fijamente desde la barra, estaba sólo tomando un trago, cuando mis ojos se perdieron en los suyos, comenzó a caminar hacia  mí como pantera.

...Ay ay ay ay amor, amor
por qué me dejaste
ay ay ay ay amor, amor
por que me engañaste...

Llegó lado mío y acarició mi rostro, cerré mis ojos, tragué con dificultad, los abrí y mirándolo directamente canté la parte de la canción que faltaba, para él para que supiera que cada palabra que había gritado al compás de la canción fue para él.

...Ya no podré volver a enamorarme
sé que puedo fingir y mentir
pero no enamorarme
y aunque tengas otro amor nunca vas a olvidarme
por que tu boca mordió la pasión al besarme...

Me di media vuelta huyendo de la pista, fui hasta donde estaba Julián, choque con Gina que acababa de llegar.

—¡Mujer estás pálida! Hasta parece que viste un fantasma—dijo mirándome, miré nerviosa sobre su hombro y Julián entendió todo

—¿Está acá?—preguntó, asentí.

—¿Quién?—preguntó Gina

—Él—respondí hundiéndome en el reservado al lado de Julián

—¿Quién es él?—Gina estaba empezando a exasperarme

—Gustavo—respondimos al unísono Julián y yo

—¿Qué mierda hace ese idiota acá?—preguntó ella alzando su cuello para ubicarlo

—Quizás sólo salió a tomar algo, o quizás torturarme—dije sirviendo un vaso de tequila, lo bebí de un sorbo

—¡Necesitas tus sentidos, basta de beber!—me dijo también Gina quitándome la botella, cruce mis brazos con aire de ofendida

—Si no puedo tomar, me voy a casa—afirme poniéndome de pie. Todo giró muy rápido, pero me mantuve firme.

—Te acompaño—dijo Julián, lo frene con la mano

—Sólo hasta el taxi—le advertí—Que yo no pueda divertirme no significa que vos tampoco—acote señalando su pecho, sonriendo.

Mi amigo asintió y me acompañó hasta el taxi, le di un beso además asegure que le escribiría en cuanto llegara, el coche me dejó en la puerta de casa.

Estaba buscando las llaves para entrar cuando una mano cubrió mi boca, ahogando el grito que de ella salió.

—Shh, Becca—susurro Gustavo aún con su mano en mi boca, mi gesto paso del pánico a la furia. Sacó su mano lentamente y yo me crucé de brazos

—¡¿Estas loco?! Podrías haberme matado de un infarto. ¿Cómo se te ocurre aparecerte en mi casa? ¿Cómo mierda sabes donde vivo?—no deje que contestara nada, seguía acribillandolo a preguntas—¿Me seguiste?—explote indignada

—Me trajiste vos—respondió él

—¿Qué? ¿Cuando?— balbucee confundida

—Ayer por la noche—entonces la realidad cayó sobre mí como un balde de agua fría.

Lleve mi mano a mi boca para cubrirla mientras él me miraba pasar por todas las emociones.

—¿Vos? O sea… ¿Vos y yo?—pregunté porque seguía sin poder creer que él era el chico que había invitado a tener sexo apenas unas horas antes.

—Si, la pasamos muy bien—afirmó alzando una ceja con un dejo de egocentrismo en su rostro

—Quita esa sonrisa o tendré que quitarla a golpes—amenace entrecerrando mis ojos

—Déjate de tonterías, es obvio que tu boca dice algo y tu cuerpo otra cosa—deslizó su mano por mi cintura, atrayendome hacia él.

—Suéltame, en este instante o tus amantes desde México oirán mis gritos—lo amenace, pero él no aflojó el brazo, lo mantuvo firme, intente soltarme.

—¿Gritos? Sí conozco tus gritos, y también como provocarlos—dijo juguetonamente, entonces bufé

—¿Tan ebria estaba?—comenté—Soltame—volví a pedir, consciente que era la última vez que lo pedía amablemente.

Gustavo pareció darse cuenta porque aflojó el brazo y pude liberarme, busque la llave en mi bolso y sin decir nada más abrí la puerta, dispuesta a desaparecer en mi casa.

—Esto no terminó, Becca—gritó él desde la entrada

—Te equivocas, terminó hace cinco años Gustavo—respondí firmemente antes de cerrar la puerta.

Mi celular empezó a sonar, rodé los ojos ante la puntualidad de mi amigo.

—¡Llegué bien, Ju!—grité apenas respondí, sabía que con la música no iba a oírme bien.

—Nos vemos en un rato—respondió cortando.

Me saque los tacos, fui hasta el armario, saqué mi remera amiga de confidencias, me quite el maquillaje y até mi pelo en una cola alta.

Fui hasta la heladera, abrí el congelador y saqué un pote de helado, dulce de leche ahora somos vos y yo pensé riendo.

Puse una película muy patética en Netflix, así estuve sentada fingiendo mirar mientras mi mente analizaba el hecho de que había tenido sexo con mi ex, el idiota que sólo había jugado conmigo en todo momento y ahora no sólo estaba en mi mente todo el tiempo, sino que lo tenía que cruzar en el trabajo y saber que había tenido sexo con él, sólo me hace sentir una idiota.

Traición a la mexicana [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora