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Sentí sus dedos hundirse en mi cadera al mismo momento que me mordía el labio inferior. Moví mis caderas hábilmente sobre su miembro que a pesar de la ropa que se interponía sentía, estaba duro y listo para la acción.

-Basta-susurró y yo paré mirándolo extrañada, lo último que quería era parar

-¿Por qué?-pregunté

-Quiero que salgamos, por eso vine-dijo aún con los ojos cerrados, notaba que le costaba mucho frenar la situación, sonreí de lado y me acerqué a su boca, deposite un suave beso en la comisura de sus labios.

-Podemos salir después, ¿Sabías?-comenté pasando mi lengua desde los labios pasando por su mandíbula hasta el cuello

-Eres perversa-afirmó Lorenzo tomándome por debajo de los brazos mientras me tiraba en el sofá boca arriba, sentí sus besos descender y mi piel fue prendiéndose fuego para cuando sentí su boca respirar en mi entrepierna el orgasmo demoró segundos en llegar.

-Dale, vamos-decía Lorenzo y yo tenía los ojos cerrados, no quería moverme. Empezaba a entender por qué no salimos nunca a ningún lado, era culpa de él y de dejarme tan satisfecha después del sexo que sólo quería dormir.

-Ya voy-murmuré

-Lo prometiste, move ese culo y anda a cambiarte-me dijo pegandome un chirlo sonoro, alce una ceja fingiendo ofenderme, me levanté desnuda mientras caminaba hacía mi habitación, junte la ropa y volví para pasar al baño.

-¿Te dije que eres increíblemente sexy?-preguntó Lorenzo mientras me veía pasar

-No, al menos hoy no-reí desde el baño abrí la ducha caliente y me metí debajo. Fue rápida pero revitalizante.

Me puse un sencillo vestido de algodón color verde con detalles en color ocre, unas medias finas y unos tacos haciendo juego con el vestido. Agarré mi pelo en una cola alta, dejando el cuello a la vista donde me puse un delicado collar de esmeraldas completé el look con un suave maquillaje y unas gotas de perfume.

Salí para el living donde Lorenzo estaba con su celular, no se dio cuenta que había vuelto hasta que mi perfume le llamó la atención alzando la vista.

-No sabía que podías llegar a igualar tu belleza desnuda-dijo guardando su teléfono mientras se paraba. Se acercó a mí besando la comisura de mis labios, luego me dio un suave beso.

-Basta, porque no nos vamos nada-amenacé buscando mi bolso con mis cosas

-Me comportare-prometió sonriendo de lado, sus perfectos dientes blancos se alinearon

-¿Y a dónde vamos?-pregunté curiosa

-A “La Luna y El Sol” el restaurante ese que una vez comentaste que te llevaron y te encantó-dijo mientras salía, me detuve mientras cerraba la puerta

-Hace tres años de ese comentario-murmuré

-No olvidó ninguno de nuestros encuentros-dijo volviéndose, provocando un nudo en mi estómago, que subió hasta mi garganta.

-¡Sos todo un romántico!-dije sonriendo

-No sabes todo lo ignoras de mí-afirmó orgulloso

Dos capítulos cortos, pero los próximos ya serán de la misma cantidad de palabras de siempre.

Tengo una pregunta a mis lectores..

¿Con quién creen que debería quedarse?

¿Gustavo, su primer amor?

¿Mariano, su compañero?

¿Lorenzo, su amante?

¡Desde ya, gracias por su tiempo y por su opinión!

Traición a la mexicana [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora