Traición a la mexicana [COMPLETA]

33

Definitivamente no debía cenar fritos, me repetí esa mañana mientras ni cabeza amenazaba con explotar. Escuche el golpe en la puerta y salí del baño, pregunté quién era, Julián respondió que había olvidado sus llaves, luego de quejarme por su maldita costumbre abrí la puerta.

-¿Si no te quejas no sos vos no?-dijo mi amigo a modo de saludo, luego me miró de arriba abajo e hizo una mueca

-¿Qué? ¿Luzco tan mal como me siento?-pregunté

-Creo que sería un nueve en la escala, y eso que te vi en tus peores resacas-dijo Julián

-Siempre es tan alentador cuando me visitas-comenté yendo a poner la cafetera cuando un nuevo revoltijo en el estómago me hizo dejar de hablar

-¿No estarás…?-preguntó Julián dejando la pregunta flotar inconclusa.

Negué rápidamente con la cabeza, el malestar era post frito y además Andrés me había visitado como correspondía.

-Con Lorenzo nos cuidamos-asegure mientras servía el café, mi amigo alzó los hombros mientras en mi cabeza hacía cuentas.

Lo cierto era que estaba tres días retrasado mi periodo, no era un gran número pero sí preocupante para alguien tan regular como yo, sentí como me faltaba el aire, respire profundo o al menos eso intenté.

Julián me hablaba pero yo no le entendía, estaba mareada, me levanté confusa y corrí al baño, vomite todo lo que me restaba.

-¿Estas bien?-preguntó mi amigo

-No-respondí abriendo la puerta del baño, me tiré a sus brazos

-¿Qué diablos pasa?-pregunto entre alarmado y confundido

-Podría estarlo-afirme solamente mirándolo

-Ya vengo-dijo mientras salió por la puerta como un cohete, sabía bien a donde había ido y con qué regresaría me acosté en mi cama abrazando mis piernas.

Entonces me incorpore alarmada, sí con Lorenzo nos cuidamos siempre, claro que pueden fallar los métodos pero con Gustavo la última vez que estuvimos no me cuide, y él… Recordé la última frase que me dijo, Siempre habrá un lugar para vos en mi vida y sé que siempre tendrás algo de mí en vos quizás sin querer había sido un presagio.

-Volví-dijo Julián y ahora yo estaba más nerviosa que antes. Esperamos las tres horas de retención que decía el paquete, luego seguí el resto de las instrucciones, pusimos una alarma y esperamos en el más absoluto de los silencios.

Cinco eternos minutos, giré el test para encontrarme con una verdad que yo ya imaginaba, un + había aparecido, las lágrimas cayeron por mi rostro incontenibles. Julián me abrazo fuerte.

-Tranquila, sé que no es lo que esperaban pero no creo que Lorenzo se moleste-dijo intentando calmar mi crisis nerviosa, mire sus ojos a través de mis lágrimas juntando valor

-No sé si será de Lorenzo, fue con Gustavo con quien tuve sexo sin protección-admiti volviendo a llorar, mi amigo perdió el habla por un momento. Luego besó mi frente, en un intento de calmarme.

-Dile la verdad, él va a entenderla-me pidió y yo asentí.

Ahora tenía que esperar a mi novio, para decirle que estaba embarazada pero que quizás no era de él, sino de mi ex que se había vuelto a México. Algo super fácil, ¿No?

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