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Decidí que mejor me iba al trabajo, bastaría unas horas para calmar mi cabeza, pensar en cómo afrontaría contarle a Lorenzo, el posible embarazo y el giro de ciento ochenta grados que mi vida dio en apenas dos semanas.

Mariano me aguardaba en nuestro puesto para avisar que luego de que Gustavo se fuera, Tobías llamó avisando que volvía de inmediato.

-A vos sí que te gusta darme buenas noticias-bromeé rodando los ojos. Él sólo se limitó a reír mientras atendía a unos huéspedes.

Revisé mi celular y me encontré con llamadas además de mensajes de Gina así como de Julián, extrañada hice una llamada en conjunto, resultó ser que el boca floja de Julián le había contado a Gina lo del embarazo y ésta estaba enojada porque no fui yo.

Después de hacerle entender que estaba con la cabeza en otra parte, prometí una juntada mañana por la tarde y todo volvió a su cauce.

Al llegar el mediodía un contingente de jubilados llegó junto con nuestro amado encargado, entró dictando órdenes a todo el que se cruzaba incluso antes de decir buenas tardes.

Masticando un poco de rabia con otro poco de cansancio mental, me enfoque en mi trabajo dejando que el mundo siguiera su ritmo, por suerte mucho papeleo obligó a Tobías a estar en su oficina el resto de la tarde por lo cual cuando Tamara vino a relevar sólo lo había visto una vez más.

Ya estaba de camino a casa cuando un nudo en el estómago me recordó mi charla pendiente con Lorenzo, lo que más me ponía nerviosa era el hecho de que me había dado cuenta que lo amaba a él.

Quería que fuera él, ese hombre que te entiende y acompaña en las tormentas, que no le importa nada más mientras estén juntos. Él me hacía sentir única, especial, y quizás descubrir que estaba embarazada además que probablemente no fuera de él, lo hacía replantearse nuestra reciente relación.

Con él podría pasar cualquier obstáculo pero sin su acompañamiento sentía que era una cáscara vacía.

Lorenzo me miró mientras yo lloraba repentinamente. No sabía cómo explicárselo. ¿Cómo decirle que a pesar de ser él con quien quería intentarlo, estaba embarazada? Además de que mi opción más lógica es esa noche con Gustavo.

Explicarle que el presunto padre se había vuelto a México con el corazón hecho trizas porque yo me había ocupado de hacerlo.

-Nena, me estas preocupando. ¿Qué es tan malo?-preguntó sosteniendo mi mano entre las suyas.

-Te amo, muchísimo-solté y las lágrimas me volvieron a ahogar

-Yo también cielo, pero ¿Qué es lo que te angustia?-preguntó

-Estoy embarazada-solté cubriendo mi boca con la mano.

-Eso es algo bueno Rebecca, casi me matas de un susto, todos sabemos que los métodos pueden fallar-dijo suspirando con alivio y volví a llorar

-Lo sé, pero también tuve sexo con Gustavo y con él no use protección.. estoy llorando porque quizás, y es lo más probable, sea de él-explique cerrando los ojos al momento que un silencio caía sobre la habitación, pensé que se había ido. Pero al abrirlos estaba ahí, quieto mirándome.

Lo miré fijamente mientras su mente procesaba la información.

-¿Lo sabe él?-preguntó

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Traición a la mexicana [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora