CAPITULO 38: LITTLE

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  Era simple, iba a dejar de rogar, porque lo más probable era que estuviera rogando en vano, ___ era una mujer decidida y costaba hacerla cambiar de opinión. Era. Me consolaba a mí mismo diciéndome que tenía que quererme lo suficiente.

Subí las escaleras con pesar, cada peldaño me dolía más que el anterior. Pero me armé de valor e hice mi maleta para poder irme por fin de esa casa, para siempre.  

No sabía a dónde ir, no tenía amigos con la suficiente confianza como para estar contando mi larga historia cuyo desenlace era ___ embarazada, aunque estaba Kyu y los chicos, pero no quería escuchar sus "Te lo dije". Y no quería alquilar un hotel por miedo a que alguna de mis amigas lo supiera y se me colgara y menos armar otro escándalo. Lo mejor era irme a casa de mis padres, ahí solo me escondería de ___ cuando ella fuera con el pequeño. Y no era tan terrible contarle a mi mamá todo lo que me había pasado, y que ahora iba a ser papá.

Cuando llegué a casa de mis padres, Mamá estaba sola con el pequeño en sus brazos, como ___ había llegado tarde debido a que hay mucho trabajo en las dos empresas que se encuentra manejando, aún tenía que dormir, así que no vendría a casa hasta después de mediodía. Cuando golpeé a su puerta, mamá ya presentía que algo no bueno me había ocurrido porque tenía una cara de alma que lleva el diablo al abrir la puerta. Lamentablemente no se equivocó, vio llegar a su hijo con sus maletas y los ojos hinchados de tanto llorar. Me hizo pasar, me senté en un sofá y me entregó en mis brazos a Jong mientras ella iba por un vaso de agua a la cocina.  

- Pequeño- susurré mirando a mi sobrino

Me estremecí ante la réplica exacta de los ojos de mi papá y su nariz que también era la misma de él, cierto, también era la nariz de Himchan, pero me sentía mejor creyendo que esa nariz la había heredado de papá, así, cuando estuviera con ___ la gente que no conociera nuestro pasado creería perfectamente que ese niño era hijo mío, porque yo había heredado los ojos de papá.

Ya estaba pensando estupideces. Un nudo en la garganta se me armó nuevamente, cómo podía ser que aún me estuviera haciendo la idea que algún día estaría con ___ de nuevo. Debía dejar de ser tan imbécil o terminaría matándome.

Mi sobrino me miró tristemente, sentía la pena de su querido tío aunque no tuviera idea del motivo por el que yo estaba así.

Pronto llegó mamá con un vaso de agua y me lo dio, cuando el niño volvió a sus brazos ella se dio cuenta de que mi sobrino lloraba silenciosamente.  

 -que tiene el pequeño... ¿qué le hiciste, Joong?- preguntó mamá preocupada enjugándole la lagrima al niño

Me sequé con la mano las lágrimas que brotaban de mis propios ojos y miré a mi sobrino, cabizbajo y triste, sufriendo con su tío.

- Nada

- No llores delante de él, hijo, no ves que este niño te quiere tanto que a pesar de ser pequeño sufre viéndote así

- Ya, perdón- dije sin poder evitar esbozar una sonrisa al darme cuenta de que Jongi me quería más de lo que yo imaginaba.

Lo tomé en mis brazos y jugué con él, sin darme cuenta de que fue por casi dos horas. Mi sobrino en ese momento era todo para mí, por él había dejado de llorar y también porque me hacía reír tanto con sus ocurrencias de niño. Imaginé que así sería jugar con mi hijo, tengo que reconocer que quería una niña, una pequeña réplica de ___, pero si fuera un niño lo amaría igual.

Llamé a Himchan para decirle que ese día no iría a trabajar porque me había mudado de casa y necesitaba tiempo para ordenar mis cosas, Él sin debatirme nada, me concedió el permiso para tomarme el día libre.

Mi madre después me llamó para que Jong y yo fuéramos a comer algo.

- No quiero comer, mamá- respondí

- Pero la criatura tiene que almorzar, ya es tarde

Lo levanté del suelo en mis brazos y lo llevé a la cocina, una vez que mamá lo hubo sentado en su regazo junto a la mesa, ella notó que yo estaba un poco más repuesto y me preguntó qué me ocurría.

- Nada, ___ me echó de su casa, eso es todo

Por dentro me moría de ganas de decirle que ___ estaba esperando un hijo y que era mío.

- Pues que esperabas, es lo mejor que pudo haber hecho

"Lo mejor que pudo haber hecho" repetí en mi mente, volviéndome a sentir el torpe miserable de hace un rato atrás.

- Eso te servirá para olvidarla

- Eso es lo que más me lastima

- Olvídala Joong, olvida su casa, olvida este pequeño, porque todo eso es de tu hermano.  Ustedes tuvieron su oportunidad y no la aprovechaste, ahora deja las cosas como estan.

Qué creía mi mamá ¿Qué yo no me había repetido eso un montón de veces con la intención de olvidarla y por alguna misteriosa y maldita razón no lo podía conseguir?

Estaba bien que tuviera razón, yo también creía eso, el problema era que nadie entendía cuánto me costaba dejar lo que ya había creído como mío.

Jong pasó a botar un poco de comida en su babero, mamá y yo lo miramos perplejos por dos segundos y eso hizo que le viniera un explosivo ataque de risa, la misma risa de ___, y yo casi me puse a gritar del mero dolor. No, simplemente no podía quedarme ahí, encariñándome con un bebé que jamás sería mi bebé.

Me levanté y dije a mi madre que saldría. Como acostumbraba desde que era un adolescente, le avisé que iría a casa de un amigo y que volvería tarde.

- Tú padre se puede enojar

- No le diga pues mamá, que mañana se dé cuenta de que por lo menos volví a casa

- No hagas nada estúpido

Acaricié la mejilla de mi madre y le di un beso en la frente, a mi sobrino también.

- No, mamá, te prometo que volveré a casa vivo

Yo siempre cumplía mis promesas. Eso tranquilizó un poco a mamá.  

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