En el Tiempo

CAPÍTULO 49: TEO

Los días eran eternos, no veía a Hyun desde esa última noche, y de eso hacía ya un mes. Tal vez por fin había conseguido alejarlo de mí. 

La empresa estaba en aniversario, los artistas querían un super concierto y pues eso tendrían, un gran FAMILY KEYEAST, pero también les organice una gran gala donde invite a artista de otras empresas importantes en el mundo del entretenimiento, algunos de los contratos de mis artistas estaban por terminar y yo se que no planean quedarse toda la vida conmigo, por eso mismo pensé en que sería bueno que conocieran a gente nueva en este evento...

Mis ganas por ir al evento estaban por debajo del cero, a estos eventos siempre me acompañaba Himchan, pero este año sería distinto él ya no estaba para brillar junto a él. Ji y MinHo me rogaron para que fuera con ellos, y la verdad no tenía para donde hacerme digo Ji era un gran empresario y colaborador mio, y por otro lado estaba MinHo que pues es MinHo a decir verdad el es medico no se como le serviría asistir a este evento. Al final termine por escoger a ambos, después de todo ellos eran amigos...

Mi pequeño se quedaría con Sou, mi cuñada, pero a decir verdad mi madre (madrastra) no le tenía la suficiente confianza, así que dijo que la alcanzaría en casa para cuidar ella de su nieto, pues a decir verdad me podía sentir más tranquila si mi madre cuidaba de él.

Ji decidió pasar por mi en su hermoso y nada discreto lamborghini, cuando le abrí la puerta ahí estaba el luciendo uno de sus trajes más costosos, pude notar que perdió el aliento en cuanto me escaneo con la mirada. Yo llevaba puesto un vestido azul que me llegaba hasta la rodilla y no era ajustado, eso sí, aunque no lo quisiera mi escote con strapless llamaría la atención.

- No me mires así- exclamé risueña

- Así, cómo... ¿babeante?  

- No, tonto, así como algo extrañado, prácticamente estoy soltera otra vez...- dije no queriendo pronunciar la palabra "viuda"- así que puedo darme el lujo de usar vestidos así

- No es precisamente la minifalda que quería ver, pero...

- ¡JI!

- Perdón!...- dijo soltando una risita maliciosa- Qué mal- dijo después seriamente

- ¿por qué, qué mal?- pregunté preocupada

- Yo quería ser el único que pudiera mirarte esta noche, pero qué tonto soy, si aunque te pusieras un saco eso no sería posible

- Claro, todos andarían pendientes de "la mujer con un vestido de saco"- dije riendo

Ji río con ganas.

- No, amiga, lo dije para expresarte que aunque te pongas cualquier cosa igual te verías linda y muchos hombres se fijarían en ti

- y qué hay de ti "Don Juan", yo debería estar haciéndote ese berrinche

-Así me gusta, que sonrías y bromees sin preocupación alguna, se lo difícil que puede ser para ti volver a involucrarte en estos eventos, pero recuerda que no tienes que hacerlo sola.

-Gracias Ji

-Vamos que ese medicucho dijo que nos esperaría fuera del salón para que pudieras entrar con tus dos hombres.

-oye no le digas así -hice berrinche - él es un buen chico

-Lo se, yo fui el tonto que los presento ¿Recuerdas?

En cuanto llegamos al evento pudimos notar la alfombra roja, y el montonal de reporteros en la entrada, Ji se había encargado que una simple gala luciera como alguna entrega de premios realmente importante, Ji primero bajo del lamborghini y se dirigió a abrir mi puerta, enseguida se nos unió MinHo y ahí estaba yo en medio de dos hombres realmente guapos, los tomo por los brazos y nos introdujimos en el evento. El salón de la fiesta estaba lleno, pero aun así no faltaron las personas que se fijaron en que MinHo, Ji y yo habíamos llegado juntos. Me sentí incomoda, tal vez este vestido era demasiado escandaloso para una viuda, pensé, pero pronto vi a alguien que me hizo olvidar por completo incluso el lugar donde estaba parada: Kim. Estaba ahí en la gala, como uno de mis artistas.Había que reconocer que se veía sumamente guapo, llevaba un traje plateado con corbata plateada y una camisa azul zafiro, mi color favorito, y eso fue en el fondo lo que me embelesó. Pero Kim me ignoró, no sé si trataba de serme indiferente por todo lo que durara la gala, o simplemente no me había visto. Pero yo, siempre digna, rodeada de mis dos guapismos amigos y aferrada a sus brazos, traté de hacer lo mismo, traté de no ver como varias mujeres, una a una, se le acercaban para coquetear explícitamente con él, ¡pero que poco se respetan las mujeres a sí mismas hoy en día, Cristo! Intenté ignorar mis celos bestiales con copas de cóctel pero antes de que me diera cuenta estaba ebria, y no lo hubiese notado de no haber sido porque MinHo me quitó la última copa de las manos.