Al día siguiente desperté temprano para poder ver los primeros rayos del sol entrar por mi ventana, el aroma de mis nuevos aposentos era agradable, una combinación de madera, naturaleza y vino.
-¿General?- dijo una mujer tocando mi puerta.
Mi cuerpo aún se sentía pesado y realmente no tenía ganas de levantarme, todo estaba en silencio como si todos aun dormían de la fiesta de ayer pero esa mujer, venia solo a molestarme a mí.
-General.
-Entra ya- le grité mientras me rascaba la cabeza.
-General, la Princesa requiere que lo acompañe al pueblo.
-¿Al pueblo?- dije sorprendido- bien, ordenaré algunos soldados.
-No General, ella solicita que usted personalmente vaya con ella.
-Bien- dije mirándola- me prepararé- ella bajo su rostro y dio media vuelta- oye, espera.
-¿Si General?
-¿Cómo puedo llamar a mis doncellas para que me preparen un baño?
-Yo les informaré, usualmente después de una fiesta los soldados no se levantan al alba, pero a medida que ellas sepan de su despertar, estarán paradas detrás de la puerta, esperándolo.
-Entiendo, gracias.
¿Al pueblo? ¿Qué querrá ir a hacer allí?, acaso ¿No podía decirle a sus soldados personales? Mujeres.
Al poco tiempo estuvimos en la entrada del Castillo esperando su llegada, ella iría en un tipo de carruaje abierto para su resguardo y detrás de esta sus soldados trajeron una carreta tirada por dos caballos llenos de alimentos.
-¿Alimentos?- pregunté.
-Si General, la Princesa, los entrega en el puerto, la gente la estará esperando- dijo Marcus cargando una malla de papas.
-¿Ella misma, los entrega?- preguntó Cathal sorprendido.
-Sí, la princesa tampoco es tan mala- rio Marcus.
-Kurok, quedas a cargo del entrenamiento junto con Luca?
-Si General, tenga una buena ida y un buen regreso.
-Gracias hombre- dije dando unas palmadas en su hombro.
-General, ¿Estamos listos?- preguntó ella acercándose con sus doncellas.
-Princesa- bajamos nuestro rostro- estamos listos, usted díganos.
-Vamos entonces- dijo estirando su mano y rápidamente le sostuve para ayudar a su ascenso.
-Muy gentil- dijo sonriendo.
Partimos por la calle que iba al Norte, de ahí rodearíamos completamente el Reino siguiendo la calle principal hasta el puerto.
-¿Hace esto muy seguido?- preguntó Cathal.
-Sí, el pueblo se acostumbra- rio- pero, después de una luna entonces voy al puerto los siguientes días de esa luna
-Entiendo, usted me sorprende- dijo el ubicándose al lado de la princesa y la miraba desde abajo
+Cathal, no te hagas el simpático- le dije mientras que el grupo partía, 6 soldados 2 comandantes, 2 soldados personales y las doncellas.
-General por favor, yo soy simpático- dijo mientras me miraba del otro lado.
-Lo es General- rio ella.
-¿Cómo te trata el pueblo Princesa? Pregunto si debo preocuparme de usted.
-He tenido altercados pero muy pocas veces, solo cuídame con eso estaré tranquila- dijo dulcemente.
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El Halcón de la Cima del Mundo
RomanceLa historia se centra en dos personajes principales, una Princesa y un hombre que denegó sus títulos de Príncipe para unirse a un ejercito. A medida que estos dos se irán conociendo, la atracción que ambos sienten por el otro los llevaran a pregunta...