Capítulo 13: Misfits.

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Le eché una rápida mirada al espejo. ¿Desde cuándo me encontraba tan nervioso? Era un sentimiento extraño, arremolinado junto a la emoción y el entusiasmo que me invadían. Tenía una sonrisa ancha en el rostro, a pesar de que me sentía ansioso mientras acomodaba mi cabello desordenado.

Las hebras onduladas de mi cabello cayendo apenas un poco por los costados seguían igual, aunque unos días más y tendría que ir a la peluquería a sólo recortarlo un poco antes de parecerme al Sombrerero Loco del País de las Maravillas. Tomé un poco del agua del grifo entre mis manos y la aventé a mi cara. Sequé mi piel y acomodé un poco mi ropa, la cual estaba ligeramente desaliñada. Mi atuendo sólo constaba de una camisa de tirantes de Misfits y unos pantalones cortos de mezclilla, que terminaban sobre la rodilla. Bajé corriendo las escaleras y llegué a la sala de estar con una enorme sonrisa. Allí, habían alrededor de diez personas, invitados por la fiesta.

Y sí, entre ellos, estaba Mickey.

Ya había llegado. Al recibir mi invitación – y por suerte – no se había negado. Gracias al cielo, pues comenzaba a sentirme solo y aburrido. Comprendía que Mickey era heterosexual, sin embargo, quizás al pasar más tiempo juntos podría mostrarme más, cometer alguna acción que llamara su atención. Pasar el tiempo con él se había vuelto un lindo hobbie después de casi dos semanas de haberlo conocido.

El rubio estaba sentado en un sofá, con Noah a su lado. Parecían estar charlando. Al otro lado de Noah, estaba Kiara con un vaso rojo en su mano. Me sorprendió ver a aquellos dos socializando entre sí... Por la timidez de Mickey y la antipatía de Noah.

Estaba acercándome a ellos, quienes aún no me habían notado, pero sentí un agarre en mi brazo y alguien me volteó.

- ¡Hey! – dijo una voz chillona cuando quedamos cara a cara. Sonreí por la sorpresa que me tomó el ver aquel rostro frente a mí. Su cabello azabache y sus ojos grandes color chocolate. Ella me sonrió de vuelta antes de abalanzarse sobre mí y rodear mi cuello con sus brazos... solía irrumpir en el espacio personal varias veces. - ¡Carter!

- ¡Chloe!

- ¡Fletcher! – Gritó Fletcher llegando a nosotros y colgando un brazo sobre mi hombro, mientras Chloe se separaba de mí. Apestaba a cerveza. Pinche borracha... – Oh, pensé que jugábamos a ese juego de Shrek, en el que...

- Okey... no ­– espetó Chloe con el ceño fruncido.

- Hey, ¿qué haces tú aquí? – preguntó Fletch cuando sus ojos cayeron en la morocha frente a mí. La miró juntando las cejas, mientras Chloe le daba una media sonrisa. No era secreto que a mi hermana no le agradaba, ya que, según ella, no dejaba de coquetearme y manosearme todo lo que podía. Por mi parte, no lo veía así, o quizás sólo tenía que ver el hecho de que no me atraía y simplemente no me interesaban sus coqueteos.

Puedo decir que conozco a Chloe desde hace más tiempo del que conozco a Noah. Es la chica que trabaja en Gigi's Pizza, en la sección de la cocina. Ella se toma el trabajo de lavar los platos. Charlamos bastante, teniendo en cuenta que compartimos lugar de trabajo y horario... Aunque claro, nunca se volvió una amiga demasiado importante. Quizás será porque – y lo admito – ocasionalmente puede llegar a ser molesta. Razón por la cual a Fletcher no le agrada.

- Noah me invitó – se defendió Chloe con una sonrisa victoriosa, casi fingiendo superioridad. Fletcher bufó, pero no replicó y se alejó a buscar más cerveza, mientras la vista de la morocha la seguía.

Suspiré profundo, y pensé en que quería ir a saludar a Mickey y hablar con él. Sentir su dulce aroma a chocolate de nuevo.

- Yo, tengo qu... – Chloe me cortó cuando su mirada volvió a mí.

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