Capítulo 28: Asco.

50 6 7
                                        

25/09 – Jueves.

- Saca tu trasero de mi cara o te patearé en las pelotas hasta que ya no puedas distinguir en cuántas partes se rompieron – esa fue la quinta amenaza en el día que Noah recibió de una Fletcher molesta. Su seriedad era escalofriante e inquietante. Y sólo tengo una cosa para decir:

Auch.

Hacía ya varios minutos que habíamos comenzado a jugar un juego de Twister en el suelo de la sala de estar mientras escuchábamos a Simple Plan con I'm just a kid. La elección había sido mía. Quizás alguien había influido bastante en mis gustos musicales. Y a pesar que el volumen de la música era alto, poca atención de hecho le estábamos prestando. Era complicado enfocarse en algo más que no fuera el pie oloroso de Fletcher justo al lado de mi cara y la mano de Noah sosteniéndose literalmente de mi trasero.

¿Cómo habíamos llegado a esto? Pues, fácil. Fletcher había encontrado el juego en el ático de su casa, dentro de una caja de cosas viejas que usábamos cuando éramos pequeños. Emocionada y ansiosa por intentar revivir esas lindas épocas, llegó a nosotros con la caja del juego en mano y una sonrisa amplia. Por supuesto que yo me negué rotundamente, como el sujeto maduro y formal que soy.

Naah, yo chillé como una colegiala al verlo.

Lo difícil fue convencer a Noah de que jugara con nosotros. Él no se encontraba de buen humor, de hecho estaba bastante triste debido a la partida de Kiara, quien había vuelto a su estado después del pequeño respiro vacacional que se dio aquí. Aprovechando aquel moribundo estado de ánimo, lo manipulamos alegando que se sentiría mucho mejor si se uniera a nosotros en el juego.

Eventualmente, aceptó, quejándose y amenazando con que no se dirá ni una palabra a nadie sobre esto.

Por supuesto que si no tuviera mis manos ocupadas en evitar que mi rostro cayera directamente al piso, las usaría para tomarle una fotografía lo suficientemente reveladora para controlarlo bajo la manipulación durante todo un año. Aunque, en ese momento, estaba al tanto de la muy comprometedora posición en la que estábamos entrelazados los tres.

Si alguien hubiese preguntado, diríamos que somos muy cercanos entre nosotros, y que estamos acostumbrados al contacto físico y la falta de espacio personal.

Lo único que podía pensar en ese entonces era en que debía hacer más ejercicio para mis bíceps, ya que no podía sostenerme sobre mis manos. Vale, también estaban bastante separadas entre sí, dejándome colgando justo entre ellas. Además de que el cuerpo de Fletcher estaba literalmente sobre mi espalda, estirando su brazo para llegar a un color a mi izquierda, mientras tenía un pie justo bajo mi cara.

- Fletch, ¿qué clase de quesos preparas en tus pies? – dije mientras hacía todo mi esfuerzo para respirar únicamente por la boca, sabiendo que de lo contrario moriría intoxicado.

- ¡No te quejes! Por lo menos tú no tienes que oler los pedos de Noah sobre tu cara – exclamó, sonando escalofriantemente calmada. Eché una carcajada, ahora intentando de que aquello no debilitara la fuera en mis brazos y provocara que finalmente mi rostro se estrellara contra el papel duro del juego. O, peor: sobre el pie con olor a muerto de Fletch. Pude oír un ligero soplo cerca de donde la cara de mi hermana parecía estar antes de que gritara - ¡Puff! Enserio Noah, ¿qué comiste?

- No seas tan insensible con el pobre chico, está en etapa de depresión porque su novia está lejos – dije, conteniendo la risa para no desmoronarme y ser el primero en perder. Pude oír un bufido, no sabía de quién exactamente.

- ¡¿Insensible?! Carter, no te haces una idea de lo mucho que me encantaría que mi nariz estuviera insensible; hablo en serio – gruñó casi gritando.

SEPTIEMBRE📌 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora