Amor Sin Fronteras|Gastina|

[3] Cinta Azul

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Esperare lo que haga falta, pero me haces falta aquí a mi lado porque eres mi mitad.

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Una semana, solo ha pasado desde su partida, sin estar al lado de Gastón.
Es extraño, porque ya me había acostumbrado a su presencia, a tenerlo junto a mi.

Hace solo una semana que cada uno comenzo una vida nueva en lugares distintos. Aún estoy de vacaciones y en un par de semanas volvere al colegio.

Sin Gastón me siento incompleta, pero supongo que es parte del proceso. Después esos kilómetros se convertirán en solo centímetros.

Mi móvil suena.

Un nuevo mensaje. Sonrio en automático al ver de quien se trata.

Gastón♥
Una semana y ya te extraño. Recuerdalo; algún día, volveremos a estar juntos amor.

Amor.

Solamente una vez lo oí decirme así.

Las cosas a partir de ese día cambiaron, yo ahora estoy sola. Es ahí donde comenzo la prueba, de que nuestro amor es fuerte y potente a todo, donde sabremos que al final la recompensa no sera en vano.

No dudo ni un segundo en contestar su mensaje, es una de las razones que amo de el, con un solo mensaje que recibo por las mañanas ya me tiene pensando en el.

Sin embargo yo también lo extraño, estos días que hemos pasado por separado se me han echo eternos.

¿Cómo será después?

Ahora solo se que cambiare nuestras largas charlas con Gastón, nuestros paseos, nuestras salidas al cine y ver películas de ciencia ficción a blanco y negro justo como me gustan, a verlo solo por pantalla, escuchar su voz y escribirle algún texto.

Es increíble lo mucho que me acostumbre a él, y ahora su sola presencia me hace falta.

Y no niego que siento miedo, pero supongo que es normal, estamos lejos el uno del otro, por un océano entero. Pero espero que esas dudas y esos miedos algún día podrán ser consumidos.

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El Roller se enfrenta a grandes cambios, empezando por el dueño, el tío de Nico, parece que quiere invertir en este lugar y quiere dirigir su propio equipo de patinaje a su manera.

Solo los mejores pueden entrar.

Pero yo soy distante a ello, para empezar no patino, solo lo hacía con Gastón, pero eso no significa que no me preocupe, mis amigos formaban parte del equipo.

Ahi estaba yo sentada en una de las mesas del Roller, pensando alguna idea para postear en amigos del patín, pero ninguna hacia presencia en mi mente. Solo tenia cabeza para Gastón. Desde su partida solo pienso en el.

Mis pensamientos fluian, pero ninguna me llevaba a alguna idea en concreto, hasta que alguien se posa frente a mi, de inmediato levanto la mirada y me encuentro con Nico que llevaba una caja consigo.

-¿Todo bien?-pregunto y enseguida negué.

-Hola... Si. Bueno no, intento escribir algo, pero tengo pequeños bloqueos.-Explique.

Sonrio.-Bueno ya te va a salir... Y ahora igual tenés que abrir esto, quizás te ayude un poco.-Señalo la caja, entregandomela.

Mi expresión se torno confundida.

-¿Es para mi?-Pregunte sorprendida.

-Si... Lo trajo tu mamá y me pidió que te lo entregará apenas te viera.

Sonrei emocionada al ver la nota que venía firmado por Gastón.

-Gracias.

-De nada y suerte.-Dijo para retirarse.

Mi emoción afloro, moría por ver que era aquello que me habia enviado. Y abrí el paquete rápidamente.

Encontré una pequeña caja roja, la abrí y de ella saque otra caja, el cual contenía un libro.

-Leyendas de Amor del Mundo.-Susurre.

Aparte el libro y de inmediato busque la tablet para hacer una videollamada, me parecía que no era adecuado agradecerle por mensaje.

¿A quién engaño? Queria verlo de nuevo.

No tardo mucho en contestar.

-¡Hola Nina!-Saludo sonriente.

-¡Hola...Gastón! Gracias por el regalo... Enserio que me encanto.

-Me alegra que te gustará, lo compre pensado en ti. ¡Es lindo verte de nuevo! Ya te extrañaba.

-Suena gracioso, porque apenas ayer hablamos, sin embargo igual te extraño. Igual tu regalo hizo que me olvide de todos los problemas.-Dije hojeando el libro en la cual me encontré un lazito azul.-¿Y esto? No entiendo ¿que significa?

-Mira es una de las historias del libro... Según una leyenda japonesa cuando dos personas estan destinadas a estar juntas, estan unidas por una cinta azul y mira yo ya tengo la mía y la otra parte que te llego es para que la uses vos.

-Es hermosa

-Si... Me quede pensando muchísimo en la leyenda que me contaste en Cancún. Y hasta que el mar no vuelva a escribir nuestros nombres en otro lugar. Queria darte algo que nose... Nos haga sentir mas cerca. Lo único que te pido es que no pierdas la cinta.

-No claro que no, te prometo que nunca.

Platicamos sobre los cambios del Roller, y todo lo que Gary estaba haciendo, lamento no estar aquí, y yo igual. Sonaría egoísta si solo fuera para mi. Al final tuvo que volver a clases.

-Se me hace difícil verte tan poco y cortar la llamada.

-Para mi también es difícil.

-Te extraño muchísimo.

-Y yo muchísimo mas. Cortamos juntos.

-Dale. Pero a la cuenta de 3.

-A la cuenta de tres dale. Uno... Dos... Tres.-Cortamos.

Y solo quedó el negro de la pantalla, nuestras largas charlas se reducieron a unas más cortas y limitadas. Tenerlo frente a mi, ahora era verlo solo en pantallas.

Miré la cinta azul y decidí atarla en mi muñeca, en tanto éste ahí, sabré que todo estará bien.

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