[15] Celos

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Eric

¿Se puede sentir celos de alguien que no es nada tuyo? ¿De alguien que tiene una relación fantasma?

Quizás si, quizás no.

El vídeo del Fab and Chic, genero en mi esperanzas, sin embargo no contaba con la existencia de una tercera persona.

Un amor sin fronteras, como si eso fuera posible, hoy en día las personas se basan más en la presencia, en lo físico en algo real, al ver el vídeo de Ja-Jazmin mi corazón supo que no podía contra aquello.

Y me costaba aferrarme a ello, no se puede olvidar a alguien en un instante.

La observaba hablar a la tablet, con esa sonrisa que la caracteriza, pero que le pertenecia a alguien más. Y eso me irritaba, porque querer a alguien nunca fue fácil. Me lo pregunta una y mil veces. Sin embargo no podía hacer mucho, a pesar de tener estos sentimientos, mi timidez no ayudaba.

Nina

-Afortunadamente logre aprobar todas las asignaturas... En un par de meses estaré de vuelta por Argentina.-Dijo contento, a lo cual yo sonrei igual.

-¿Dos meses? ¿No te parece que ya ha sido demasiado tiempo? Te extraño.

-Lo se, yo igual te extraño mucho... Por cierto ¿y Matteo?-Pregunto confuso.

-Esta ensayando con la banda, decidió darles una oportunidad, aunque tenga que equilibrar sus tiempos con la universidad.-Explique.

-Me alegra que se lleven bien, las dos personas más importantes de mi vida siendo amigos... No podría imaginar nada mejor.-Sonrio de nuevo.

-Tenemos algo en común, al cual queremos y extrañamos, eso lo deja más fácil...-Rio.

Dicen que la distancia une más que nada, ya que lo que más se extraña, más se piensa, y lo que más se piensa más se quiere. En los últimos días todo parecía ir más fácil, y recuperabamos nuestra confianza.

Aunque tuvimos nuestros momentos de tristeza aquí seguimos de pie contra el mundo.

-No te pasa que cada que hablamos es como si fuera la primera vez, tu corazón late con intensidad... Y sientes que te enamoras más.-Sonrei ante lo dulce que era.

-Me pasa siempre, si supieras todo el alboroto emocional que me provocas en mi interior, con solo una sonrisa, una mirada, tu voz... -Sonrio de manera tierna.

-Que linda eres.-Me dijo sonriendo.-Me la pasaría hablando todo el día con vos, pero...-Algo o mejor dicho alguien irrumpió nuestra charla, el ceño de Gastón se fruncio al ver el causante del alboroto.

Eric.

-No te fijas por donde caminas.-Se exalto Gastón.

-Gastón tranquilo no fue nada.-Dije tratando de calmarlo. Mientras levantaba la tablet, evitando que se mojara.

-Perdón Nina... Lo siento mucho.-Dijo Eric mientras trataba de limpiar la mesa. Escuche risas de lejos y observe que los causantes fueron Benicio junto a Emilia.

-Claro que lo lamentas.-Respondio Gastón levemente enojado. Eric bajo la mirada y siguió en lo suyo hasta que termino y siguió su camino.

-Te pasaste un poco, no fue culpa suya.

-¿Lo defiendes?

-No, claro que no. Benicio y Emilia lo empujaron, causando que tirara su licuado.

-Cualquier excusa para acercarse a ti.

-Gastón ya lo hablamos...

-Lo se y lo siento, es inevitable.-Dijo exaltado.-Pero no te abrumo más, debo irme.

Suspire y asentí, poco a poco me acostumbraba a la rutina, que conllevaba... Poco a poco mi seguridad volvía. Pero temía volver a caer una vez más en esto que tanto me costo dejar.

-Te quiero mucho, hablamos después.-Dijo cabizbajo.

-Yo igual te quiero.-Sonrió y colgamos al mismo tiempo, como era costumbre.

Sonrei a la nada, porque cada una de sus palabras siempre quedaban grabadas en mi corazón. ¿Cómo era posible que estando tan lejos generara en mi más sensaciones que no conocía, que en la cercanía? Quizás porque no todos saben querer de lejos.

Apague la tablet y decidí que ya era hora de volver a casa, no era tarde ni nada pero ya no me apetecía estar en este lugar.

Me dirigí a los lockerts para recoger algunas cosas que necesitaba, visualice al chico nuevo, y decidí saludarlo.

-Hola.

-Hola.-Dijo con un notable enfado en si voz.

-¿Estas bien?-Pregunte curiosa debido al incidente anterior.

-Si.

-Bueno lamento lo que ocurrió... Adiós.-Dije en cuanto obtuve mis pertenencias.

Me aleje del Roller, y comencé a caminar por el parque, su actitud me pareció cortante, nunca me habló así, quizás estaba apenado por lo que ocurrió, igual no es algo que me interese.

Seguí caminando, mientras recordaba mis largos paseos junto a Gastón, o nuestros encuentros por las mañanas para ir al colegio, nuestras charlas, sus abrazos, su mano entrelazada a la mía.

Suspire ante la nostalgia de su ausencia. Ya falta menos me repetía una y otra vez.

-Hola Nina.-Mi calma fue interrumpida por Luna.

-Hola.

-¿Quieres patinar con nosotras?-Pregunto y negué. Mientras observaba que llegaban las demás chicas.

-Sera otro día. Mi mamá, quiere verme.-Le dije rechanzando nuevamente su propuesta. Solo que esta vez, no mentía.

-Nina, hace tiempo no salimos las cuatro juntas...-Dijo con tristeza.

-Chicas de verdad que no puedo.-Irrumpi su monologo.

Sin decir más seguí mi camino.

-Desde que Gastón se fue cambio demasiado.-Escuche que dijo Luna.

-O será que Matteo no le permite que hable con nosotras.-Dijo Yam, sus conclusiones me parecían ilogicas.

Al llegar a casa me encontré a mi madre demasiado feliz y sonriente, algo que venia observando desde hace mucho tiempo, había una razón especifica, pero igual me parecía raro de que aún no me presentara a su nuevo novio.

-César vendrá a cenar.-Dijo alegre mientras seguía acomodando la mesa.

-Bueno me alegro, así lo conozco mejor.

-Estoy segura de que se llevaran bien.-Aseguro.

Sin embargo el dichoso novio nunca llegó, lo cuál lo hacia cada vez mas intrigante.

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Amor Sin Fronteras|Gastina|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora