[33] En La Lejanía

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Mas allá de tus labios él sol y las estrellas contigo en la distancia
Amado mío, estoy.
Contigo En La Distancia

⚫⚫⚫

Nunca sabemos cuanto tiempo disponemos para estar con las personas que queremos.

Nunca sabemos con exactitud lo que pasará después, a veces cometemos errores que con el tiempo nos afectaran demasiado y nos lamentamos de ello por el resto de nuestras vidas.

El amor es un sentimiento tan profundo y tan sencillo, que para comprenderlo debemos saber algo esencial; no hagamos al projimo lo que no quisieramos que nos hicieran a nosotros.

Muchas veces pensamos en nosotros mismos siendo de alguna manera egoístas, pero cuando uno ama de verdad a otra persona, todo lo que quiere es verla feliz aún si no está a su lado. Muchas veces nos equivocamos por amor, pero a veces esos errores no son por nosotros si no por aquellos que tanto amamos.

Y es por eso que muchas veces comenzamos a valorar lo que teníamos cuando ya se esta perdiendo y ya no hay nada para remediarlo, a veces perdonar no es suficiente.

Gastón

-A pesar de todo, te quiero cercas de mi. Aunque sea solo en mi corazón y en mis pensamientos, después llegaré a tus brazos.♥

Hablamos más tarde, tengo que entrar a clases. Bye. TQ.

Aún tengo ese miedo de perderlo, sin embargo Gastón siempre consigue despejar mis dudas.


—Hola Nina ¿qué haces?—Pregunto mi amigo brasileño.

—Hola Xabi... Chateaba con Gastón y vos ¿que te trae por aquí?—Pregunte sonriendo.

—Solo pasaba y decidí saludarte... Pero si estás ocupada mejor hablamos después.—Comento y negue enseguida.

—No, estoy libre Gastón acaba de entrar a clases.—Suspire con melancolía. Odiaba esos instantes, pero con el tiempo aprendí a sobrellevarlo. Y aceptar que aunque lo quiera muchisimo cada uno debe tener sus espacios, cada uno debe seguir su vida de alguna manera.

—¿Te parece si te invito un licuado?—Pregunto y asenti.

Eric fue quien vino por nuestra orden y miraba con recelo a Xabi por alguna desconocida razón, o quizás simplemente estaba teniendo un mal día.

—Me llego una propuesta de trabajo de Barcelona, es una gran oportunidad para mi carrera, siempre soñe con trabajar en España.—Comentó con alegría.

—Eso es genial y ¿cuándo te vas?—pregunte.

—Me voy en un par de meses, aún tengo que terminar los trámites de la universidad y empacar, me llevará un poco de tiempo.—Respondió.

—Me alegro por ti, pero tenés que prometerme que esta vez si me escribiras aunque sea una vez por semana.—Le advertí a lo que río.

—Claro que si Nina, sin falta te enviare un reporte de todo lo que hago y como me va.—Prometió a lo que reímos.

—Sus licuados.—Dijo Eric secamente para después retirarse.

Continuamos hablando y me platico sobre como conoció a Mila, y sus futuros planes. Así cómo de nuestra pasión por la literatura y al arte, estabamos tan enfrascados en nuestra conversación, hasta que algo irrumpió en ella.

Era una llamada entrante de Gastón.

—Es Gastón. Tengo que contestar. Otro día hablamos.—Dije mientras pulsaba el botón para contestar y miraba la hora. Era algo tarde.

—Vale Nina. Nos vemos después.

—¿Me lo imagine o aquel es el brasileño?—Preguntó Gastón, olvidaba que no le había mencionado su llegada.

—Hola Gastón, yo igual te extraño.—Respondí sarcástica.

—Lo siento, pero de solo recordar lo que paso el año pasado, no es nada agradable saber que ahora esta ahí contigo, cuando yo estoy aquí... Lejos.—Me contuve la risa al recordar ese día, aunque en esos momentos quería que la tierra me tragara.

—Pero no ha pasado nada, y perdón por no decirte que había venido con su Novia.—recalque novia para que no se hiciera una telenovela en la cabeza.—solo por motivos de la universidad.

—Gracias eso no me tranquiliza.

—¡Gastón!—reproche.

—Voy a tratar de ser sereno.—lo escuche respirar profundamente.—Listo. ¿Que hace ahí?—Volvió a preguntar.

Rodé los ojos, cuando una idea se le metía en la cabeza era difícil sacarcela. Le explique a detalle todo lo ocurrido, hasta que logre cambiar de tema.

—Perdón.—Dijo antes de despedirse.

—¿Por qué me pedís perdón?—pregunte confusa.

—Por ser tan impulsivo y...—guardo silencio y lo oí suspirar.

—¿celoso?

—Sí, solo se que no quiero perderte y... Te quiero demasiado para dejarte ir, aunque si no eres feliz conmigo yo...

—Gastón, no me vas a perder, no a menos que tu lo quieras así. Y si te eh soportado es porque te quiero.—Bromee a lo cual soltó una leve risa.

—Te quiero mucho.

—Yo te quiero más.

Imaginé su sonrisa mientras guardabamos silencio unos segundos.

—Tengo que irme, hablamos luego amor, te amo.

—Esta bien, te amo.

Colgamos al mismo tiempo.

Sonreí con nostalgia, de pronto no sabía que era lo que estaba haciendo realmente.

—¡Hola Nina! ¿Nos vamos?—Llego Luna a mi lado, haciendo que me sobresaltara por andar algo distraída.

—Si. Claro.

—¿Qué tienes?—preguntó de pronto.

—Nada.

—Te noto rara, últimamente estas muy rara.

—No se quizás sea todo el embrollo del colegio y el estrés...

—Se que no es por eso, pero cuando estés lista para decírmelo, ahí estaré para escucharte.—Sonreí al ver a esta nueva Luna, totalmente diferente, más relajada, más libre. Pero sobretodo sigue teniendo su propia esencia que la determina.

Tener amigos no se trata de cantidad, sino de calidad, de lealtad.

Y no digo que era mala persona, sino que simplemente sus miedos la estaban cerrando, estaba dejando que otros problemas la afectarán, simplemente estaba cambiando, dejando que todo le pegara de frente desviando su camino.

La amistad no tiene fronteras, idioma ni banderas. Así como el amor. 

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Amor Sin Fronteras|Gastina|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora