Amor Sin Fronteras|Gastina|

[37] Sentimientos En Silencio

Como duele que estes tan lejos. Como duele tanta distancia. Duele quererte tanto, fingir que todo esta perfecto mientras duele. 
—Como Duele

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Durante el resto de la semana intente contactar a Gastón, solo para aclararle las cosas. Pero fue en vano, no me atendía el móvil, mucho menos Matteo, lo cuál era terriblemente doloroso. 

Y lo merecia por poner en duda mis sentimientos hacia Gastón, por decirle que no estaba segura de lo que quería, por dudar una vez más de nuestra relación... Si aún se puede llamar así.

De nueva cuenta intentaba contactar a Gastón, me desesperaba no tener noticias de él. Sin embargo debí ser precavida a la hora de caminar. Solté el móvil en cuanto choque con alguien.

Levante la vista para ver a la persona que menos quería ver en estos momentos.

Eric.

—Nina ¿cómo estás?

—No te importa.—Respondí cortante.

—¿Hice algo malo?

—No. Nada.

—Nina somos amigos...

—Eso mismo pensaba yo, que eras mi amigo, pero veo que no. ¿Qué pretendías? ¿Verme infeliz?

—Nina yo...

—¿Tú qué... Eric? ¡Lo sientes! Claro que no, aún intento averiguar que pretendías, pero me has decepcionado, pensé que realmente querías ser mi amigo. Me he equivocado.

—No... Nina, yo solo...

—Es más que claro que lo único que querías era verme envuelta en el sufrimiento, intentado que dude de mis sentimientos, de que me sienta culpable por culpa tuya...

—Solo dije mi opinión no pretendía que te confundieras.—añadió por lo bajo.

—Tanto te costaba aceptarlo, solo somos amigos, de verdad que no entiendo nada.

—Es evidente que no.

—¿Qué?

—Nada.

—No. Dime, que es eso que no entiendo.

—Crei que lo habías deducido... Pero no seré yo quien te lo diga.

—Pero que...

Me dejo con la boca abierta, y mis pensamientos más contradictorios. Era demasiado para mi, tantas cosas que asimilar y asumir.

El amor duele lo que tiene que doler.

Gastón

Y de pronto todo lo que parecía arco iris se oscurece como noche de tormenta, duele ver como ningún esfuerzo vale la pena con Nina, intento ser lo mejor cada día, haciendo que sus inseguridades desaparezcan, pero no tiene sentido, si soy el único en esta relación.

Una relación de dos. No de uno, ni terceros... Solo dos.

Y de nuevo siento que el amor me falla y mi antigua vida se ofrece en volver, pero se que no sería lo mismo, no cuando lo que más amo se va de mis manos y solo queda como una historia más.

Ignoraba sus llamados, realmente no quería oír que nuestra relación estaba terminada, de que en efecto ese chico se gano su corazón después de todo lo que me costo a mí, sacarla de su propia burbuja, no me daba el mérito de esa Nina diferente a cuando la conocí, sin embargo, cada día me enamoraba más y todo era en vano...

—Gastón te advertí que esto pasaría.—La voz de Sayuri me saco de mis propios pensamientos. Rodé los ojos.

—No estoy de humor.

—No es la primera vez Gastón, que sentido tiene estar con alguien a la cuál le da igual tenerte o no, de que te sirve estar con alguien que solo duda de ti.—No tenía ninguna objeción con sus argumentos, pero me dolía aceptarlo.

—¿Qué pretendes Sayuri? Siempre temes al amor, que impides que yo mismo lo viva.

Suspiró pesadamente.—No es miedo al amor, es miedo a volver a salir lastimada de nuevo.—Respondió dejándome pasmado con su respuesta.—Y aunque me gusta verte feliz, no quiero que pases lo mismo, es un dolor del cuál ya no vuelves a ser el mismo. Se que te parezco alguien desalmada sin sentimientos, pero solo quiero que no te equivoques con alguien que esta haciendo justo lo que hace Nina, las distancias son difíciles, eso lo sé, pero no dejes que eso destruya tu esencia.

Sin darme tiempo a responder, se fue dejándome solo de nuevo.

Me enfrasque tanto en mi propio sufrimiento en silencio que no me percaté de otras presencias.

—Matteo nos contó todo, solo te puedo decir que no hagas algo de lo cuál te puedes arrepentir.—Habló Julián.

—En estos momentos todo parece tan confuso, me esforce tanto en esta relación, para que alguien más venga a adueñarse de su corazón.—Dije tan abatido, me sentía totalmente herido.

Flor se acerco a abrazarme, como era propio de ella, a pesar de nuestra corta historia, por decirlo de alguna manera, hay lazos de amistad que permanecen intactos.

—Ya se le pasará, no creo que sea capaz de dejarte, teniendo en cuenta que siempre estuvo enamorada de ti.—Añadió a nuestra conversación, era la única, aparte de Matteo que conocía a Nina.

—Lo dudó, cuando el corazón elige, no importa el tiempo, si no los sentimientos...

—No te tortures, veras que solo es una mala pasada. Mañana volverá a ser igual.—Dijo Melina.

Mire a mis amigos, eran pocos, pero solo los necesarios, además de Matteo. Y no hay nada mejor que encontrar a personas que estarán contigo tanto en las buenas como en las malas. He aprendido mucho de ellos, no eran lo que imagine en un principió. Y en definitiva no todos son iguales, siempre habrá algo que nos diferencie al resto.

—Gracias. Por estar aquí.—Intenté sonreír, juro que lo intente.

—Es lo menos que podemos hacer, después de todo lo que has echo por nosotros.—Respondió Julián, a lo cuál asintieron las chicas.

Matteo llego más tarde a reunirse con nosotros, platicamos un rato, hasta que el sueño nos invadió, intenté dejar de pensar en Nina, poniendo en silencio mis propios sentimientos, olvidando que los tengo.

Duele más tenerte que dejarte ir.
—Vuelve

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