Gastón
Llega un momento donde no soportas la lejanía, donde todo es desesperante, donde pareces perderte en un sin fin de kilómetros.
Lo peor de todo era ver múltiples parejitas en la universidad, todas contentas, alegres, cariñosas, y yo aquí envidiando el no tener a mi novia junto a mí. Me hacia odiar todo ese océano que nos separa.
Me hace pensar en que ya no quiero estar lejos de ella, en querer volver, tomar su mano, acariciar sus mejillas, perderme en su mirada, abrazarla como si el mundo se acabará, y susurrarle lo mucho que la extrañe, lo mucho que la quiero.
Simples fantasías.
Concentre de nuevo mi atención en mi libro que ocupaba para literatura, de alguna manera, logro atraparme, su contenido era sumamente intrigante.
“Buscándote entre la gente sin lograr verte... Buscándote entre las ausencia, encontrandote en mi existencia.”
Relei tantas veces ese mismo fragmento, reflejandome en cada pasa palabra. Odiaba estar tan lejos de su presencia, mi único consuelo era saber que mirábamos el mismo cielo.
Una presencia irrumpió mi calma y concentración.
—Hola primito.—Suspire, ante su presencia.—Harán una fiesta en la facultad de unos amigos ¿quieres venir?—Preguntó.
—No puedo.
—¿Por qué?
—Tengo que hablar con Nina, y mañana tengo que despertarme temprano para ir a ver a mis padres.—Explique, ambos sabíamos que desde que estoy en Oxford los veo una vez al mes. Y casualmente mañana era ese día en este mes.
—Nina esto, Nina aquello. ¿Acaso tu novia te tiene muy controlado?—Preguntó entre burlas.
—No, pero prefiero quedarme a hablar con ella, antes de irme con mis padres. Que estar con una bola de personas irresponsables, que tienen una manera inaceptable de divertirse.—Hizo muecas ante mis últimas palabras, quizás me volvía más reservado y no lo negaba lo aprendí de Nina, pero para mi un concepto de diversión no es tratar de matarme con sustancias tóxicas, no niego que los evitemos totalmente -claro esta solo algunas- como por ejemplo el alcohol y sus derivados, pero siempre y cuando sea de manera correcta. En pequeñas porciones.
—Deberías aprender a divertirte, disfrutar la vida como es, con riesgos y todo.
—Cada uno elige su manera de destruirse, yo elijo estar hablando con mi novia. Y no insistas.—Se fue soltando un bufido, estaba acostumbrada a que todos hicieran los que le apetecía, pero conmigo no.
—¿Conoces a esa loca?—Pregunto otra voz. Melina, una chica que conocí en un trabajo de equipos.
—Es mi prima.
—No me digas.
—Si ¿por qué? —Pregunte confuso.
—La universidad la cataloga como alguien... Como te digo "una cualquiera".—Dijo evitando ser lo menos brusca posible en su elección de palabras.
—No me sorprende, cambia de novios como de lápiz labial.—Le dije.—Por eso trato de relacionarme lo menos posible con ella.
—Es lo mejor.—Concordo conmigo.—¿Tienes planes para mañana?
—Si, iré a ver a mis padres.
—Oh, bueno suerte con ello.
—No es tan malo a fin de cuentas.
—¿Cómo que no? Parecen muy estrictos y formales sin sentido del humor.—rei ante sus adjetivos.
—Solo es su apariencia, suelen ser amigables con todo el mundo.—Le dije.
—Si tu lo dices.—Se rindió.—¿Has hablado con Nina? —Asentí, también sabía de ella.—¿Cómo está?
—Bien, aún es dificil para ella llevar esta etapa, pero ya sabrá superarlo.—Respondí.
—Lo entiendo, por lo que me contaste de ella, es alguien de sentimientos sinceros con miedo a que le fallen, por más que te quiera a veces la desesperación es más fuerte.—Me dijo, continuamos platicando hasta que llego la hora de volver a clases.
Trataba de poner atención a las clases, y si trataba, pero siempre me distraia pensando en lo que Nina estaría haciendo, en si hoy me extrañara más que ayer. Quizás ya este en el Blake. Son solo cuatro horas de diferencia entre ambas naciones ¿porqué todo es tan complicado? Acaso habrá algo que sea notablemente fácil.
Al salir de clases, me dirigí directamente a mi departamento, principalmente porque quería estar solo, de alguna forma sentía nostalgia de todo lo que viví en Argentina, y todo lo que ocurrió en los últimos dos años.
La noche estaba próxima y me dedique a mirar el cielo, estaba estrellado y junto a el un luna menguante, brillaban por las calles de Oxford. Era hermoso.
“Buscándote en la lejanía de una estrella. Encontrandote entre la luz de ella.”
Algunos fragmentos del libro aún seguían repitiendose en mi mente, que me hacían extrañar más estar juntos.
De pronto una idea broto en mi subconsciente, dicen qué en la lejanía a través de las estrellas se unen las miradas, de aquellos que tanto se extrañan.
Gastón♥
La noche esta hermosa ¿quieres ver las estrellas conmigo?Nina♥
¿Y unir nuestras miradas a través de ellas? Me encantaría.Gastón♥
Es la única manera de sentirte cerca.Era única la conexión que te enlaza hasta los más antiguos recuerdos, como si vieras tu vida pasar a través de la nostalgia que amenaba mi alma.
Me gustaba contemplarlo y ver las estrellas brillar, mientras imaginaba a Nina a mi lado, tomando su mano y prometiendole no volver a separarnos nunca más.
Pero al final regresaba a la realidad, cuando miro a mi lado y no esta, solo esa cruel y hermosa distancia.
Hablamos por teléfono, sobre muchas cosas, y sobretodo sincerar nuestros sentimientos, en esos momentos donde todo parecía perfecto.
—Descansa Nina. Te quiero.
—Descansa Gastón. Te quiero más.
Al final tuvimos que colgar, para poder dormir, encontrandola en sueños, el único lugar donde puedo abrazarla, y estar junto a ella.
“Buscándote entre estrellas, encontrándote en cada una de ellas. Buscándote en mis recuerdos, encontrándote entre mis sueños”
Al final de cuentas la distancia no era tan mala, porque me daba cuenta de que de su vida no me quiero ir.
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Amor Sin Fronteras|Gastina|
Fanfiction~Lo que la distancia no sabe es que somos infinitos. Amar se vuelve un desafío cuando la distancia se interpone y se vuelve el obstáculo más grande de vencer. Gastón y Nina siguen su relación a distancia a pesar de que sus amigos no estaban de acue...