[50] Mitad & Mitad

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Para él, ella era su mundo. Para ella, él era su sueño hecho realidad.

🔹🔹🔹

Caminar y sentir la arena en los pies, el agua fría que se acercaba peligrosamente a las orillas.

A lo lejos observaba a las personas meterse, o simplemente tomar el sol, algunos más jugaban a construír castillos de arena o enterrarse bajo la arena de la playa.

Me trajo recuerdos, de cuando escribimos nuestros nombres en la arena y observamos como el mar los borraba guardandolos en lo profundo de su esencia.

-Algún día apreciaremos como el mar devuelve nuestros nombres y entonces ya nada me alejara de ti.-Su voz resono en mis oídos que se mezclaba con el sonido de las olas.

Sentí sus brazos rodear mi cintura y entonces mi corazón latió con más intensidad, siempre causaba esos efectos en mi.

Recargue mi cabeza en su pecho, mientras el recargaba la suya en la mía. Apreciamos los golpes constantes de las olas.

Y con esos pequeños detalles era feliz.

Cuando lo conocí supe lo que era la felicidad y sabía que desperdiciaba mi tiempo en buscar serlo, pues siempre fui tan afortunada.

Gire entre sus brazos, y lo abrace con fuerzas, a lo cuál correspondió sin dudar. 

-Estas aquí.-Sonrei mientras pegaba mi cabeza a su pecho.

-Quise sorprenderte.

-Ya eres un experto en eso.

-Querer verte es mi especialidad.-Me separo de su abrazo a lo cual no opuse resistencia.-Te extrañe mucho.-Susurro al tiempo que pegaba sus labios sobre los míos.

Ahí frente al mar, me besaba con dulzura, el mismo mar que fue testigo de nuestra historia años atras, antes de que nos alejaramos. El que guardo nuestros nombres, para devolverlos algún día, porque estaba segura de que así sería, volveríamos a verlos escritos sobre la arena.


Nos separamos al momento en que el oxigeno nos comenzó a faltar.

-Damos un paseó.-Sugirio a lo que asentí sin oponerme.

-Vamos.

Tomados de la mano, comenzamos nuestro recorrido entre turistas, mientras se acercaba la noche, fuimos testigos de uno de los atardeceres más bellos, la mezcla de colores en el cielo lo hacían aún más de ensueño.

Sin duda estas vacaciones serán de la mejores en mi vida. Mis amigos, y Gastón son más de lo que podría pedir.

-Nunca tuve tantas ganas de que algo funcionara como contigo.-hablo rompiendo el silencio, y se detuvo.

-¿En serio?-pregunte un poco sorprendida.

-Eres la primer chica a la que le dije te amo, es una palabra que no se le dice a cualquiera, si no a la indicada.

Ahí estábamos otra vez sincerando nuestros corazones, aún queda tiempo por superar, pero mientras nosotros lo quieramos, haremos funcionar nuestra relación, mientras mi corazón le pertenezca a Gastón luchare por su amor.

-Te amo, y lo hago con cada latido de mi corazón.-Hablo de nuevo mientras el silencio se impregnaba en la playa, y solo las olas hacían eco.

-Tú eres todo lo que he amado desde la primera vez en que mis ojos te vieron y mi corazón se aceleraba por tu sola presencia.

Verlo sonreír podria ser la octava maravilla del mundo, pero para mi es la primera. Volvió a unir nuestros labios, siendo más intenso y duradero.

La distancia no significo nada para dos corazones que saben quererse sin importar las circunstancias.

Sellamos una promesa más para volver a encontrarnos en un par de años sin volver a decir adiós.

Somos dos mitades que se encontraron sin saberlo, cambiando y revolucionando el mundo del otro. Solo bastó un instante para ver la nueva realidad que nos golpeo, abriendo los ojos a algo que no queríamos ver.

Estando tan cercas o tan lejos, el corazón nos latía de igual manera, nuestra relación en este momento esta tal cual empezó, por teléfono, simples conversaciones que cambiaron nuestros pensamientos.

Los chicos se unieron cuando la noche había caído, mientras admirabamos las estrellas.

-¿Quieren hacer algo loco?-pregunto Luna.

-Chica Delivery cualquier cosa que haces es loco, no nos lleves por ese camino.-respondió Matteo.

-Si de locuras hablamos, creo que Matteo es el rey.-Hablo Gastón ganándose una mirada reprobatoria por parte de su amigo.

-Se supone que eres mi amigo, deberías estar de mi lado.

-Yo solo digo la verdad.-Respondió riendo.

-Vamos a meternos en el mar.-Soltó Luna.

-¿Estás loca? El agua debe estar helada.-Musitó Ámbar.

-Esa es la idea.

-¿Neta nunca lo han hecho?-pregunto Simón confundido.

-¡Oh claro! Como vivimos cercas de la playa que esta a casi 4 horas o más quizás... Nos colabamos todas las noches.-soltó Matteo con sarcasmo.-Pues claro que no.

-No han vivido una buena vida.-añadió Luna. Quién se encaminaba hacia el agua.

-¿Con ropa?-preguntó Ámbar más confundida.

-Si quieres ir en traje de Adán no hay problema.-Río Matteo.

Todos accedimos a la propuesta, después de todo no era tan mala, aunque quizás después estaríamos todos resfriados.

En efecto el agua estaba helada, por lo cual no me despegue de los brazos de Gastón, quién no dudo en abrazarme.

Mientras los demás chicos jugaban a no se que, nosotros nos encerramos en nuestro mundo, disfrutando nuestra compañía todo lo que pudiéramos.

Besé sus labios fríos a la luz de la Luna y las estrellas, sintiendo como nuestros corazones latian como uno solo.

Somos dos mitades unidas por una cinta azul, dos mitades que escribieron su nombre en el mar. Dos mitades hechas el uno para el otro. Dos mitades que forman un todo.  

Y seguiré esperando hasta que el tiempo y la distancia no lo alejen más de mí.

Puede que pase un año mas de una vez, sin que te pueda ver, puede que el tiempo nos aleje otra vez sin saber donde estés. Te esperare porque el amor es más fuerte.

🔚 Fin 🔚

Hola pues en efecto este es el final de la historia, espero les haya gustado aunque sea un poquitin. Espero subir el epílogo mañana o quizás pasado, pero de está semana no pasa.

—Liz🌻

Amor Sin Fronteras|Gastina|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora