[45] Temor

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El miedo es algo surrealista una manera de evitar a toda costa aquello que no queremos enfrentar. Porque siempre es esa sensación la que no nos permite avanzar, mostrando un mundo paralelo donde toda seguridad se desvorda.

Sin embargo ese miedo de estar sola nuevamente era lo que me comía la cabeza en estos últimos días. Decir adiós tantas veces a personas que estimó y amo, no es algo de lo cuál me gusta vivir.

—Oye Nina ¿estás bien?—pregunto Luna.

—Si, solo me quede dormida hasta tarde mientras leía un libro.—Mentí.

—¿Segura?

—¿Sii?

—¿Eso es una pregunta o una afirmación?

—Afirmación.

—Vayamos a clase, aunque si te soy sincera tengo flojera, son los últimos días.—Reí dejando mi nostalgia aún lado.

—Eso solo le pasa a Luna Valente.

El día de la graduación se acercaba cada vez más y el miedo se volvía más constante, está vez me preguntaba de nuevo si la decisión que tome fue la correcta, después de todo. La literatura ha sido mi pasión desde que tengo memoria, siempre viví de ella leyendo libro tras libro. Y escribir líneas de todo aquello que vivía traduciendo sentimientos a palabras.

No quiero equivocarme, porque esa carrera profesional que tomaré es el destino que estaré formando para mi futuro, de eso viviré día tras día y no quiero que después de tanto me arrepienta y comience a odiarme por guiarme por mi corazón.

Me siento tan joven e inexperta eligiendo el camino que mi vida tomará después del Blake. Supongo que no soy la única que pasa por esto.

Crees que no me equivocare. Temo que no sea el camino que me gustará en un futuro.

—Nina todos tenemos miedo de tomar el camino equivocado, pero si no te arriesgas nunca sabrás si te gustará o no. Todos hemos sido testigos de tu habilidad con la escritura y tu pasión por ella, deberías darle una oportunidad.

—¿Cómo le hiciste tú?

—¿Hacer que?

—Elegir una carrera que definiria tu vida.

—No fue fácil, soy fan de las ciencias sociales, pero también de la pintura y el dibujo. Era un intermedio no sabía que elegir, hasta que una mañana me vi haciendo lo que más amaba. Salir e inspirarme con la gracia del mundo y dibujar para mi.

—Eso suena tan fácil.

—No lo fue. Cuándo llegue ese momento lo sabrás.

—Gracias.

...

La vida es eso que va y viene, empieza y termina. Finalmente hoy me doy el lujo de terminar un capítulo más de mi corta vida.

Cerrar capítulos es complicado, duele un poco, y nos entristece, pero son necesarios y esta etapa esta por culminar.  Al llegar al Blake se podía apreciar varias familias llegando, algunos compañeros con nervios, otros felices, algunos con cara de tristeza. 

Nos dirigimos hasta la sala de ceremonias, sentandonos en el lugar que nos correspondía. Como antes se había echo en el ensayo. Maldije cuando supe que no estaría junto a Luna. Ya que normalmente nos sentamos por orden alfabético.

—Tranquila si no viene ya sabes que me tienes a mi.—intento mostrar un ápice de sonrisa que se figuro más a una mueca.

—Me prometió venir.—Dije con cierta tristeza, después de todo me prometió venir y estar aquí puntualmente.

—Quizás tuvo algún problema con su vuelo, veras que vendrá.—Mis nervios estaban a flor de piel, mire a un costado algunas parejas tomándose de la manos, otros abrazados y algunos más besándose como si el fin del mundo se acercará. 

—Se que no soy Gastón pero puedo servir de buena compañía.—Intento bromear.

—No es eso, desde la mañana tengo no se una sensación muy molesta... Y el no verlo, me pone los nervios de punta.

—Gastón es sorpresivo, aparece cuando menos lo esperas.

Al dar inició los nervios se instalaron en mi cuerpo, volvi la vista al lugar donde se sientan los acompañastes sola para visualizar si estaba Gastón entre la multitud, pero no lograba ver nada. Solo a mamá y Mora. Papá también estaba retrasado, solo que si me ha llamado.

Al pasar por mi diploma, volví a registrar el lugar y no había rastro.

Era un echo. No pudo venir.

Pero bueno al menos conservo su anillo y la cinta azul que nos une a distancia.

Al finalizar la ceremonia fui en busca de mi familia, con la multitud que había fue difícil encontrarla, pero lo logré.

—¿Que dices?—Preguntaron Luna, Ámbar y Jazmín.

—No tengo ganas de asistir a una fiesta de despedida.

—Nina estás fiestas no se ven a diario, sal a distraerte un rato. No dejes que la tristeza te consuma lentamente.

—Jazmín tiene razón.—Objeto Ámbar.—Disfrutar fuera de la rutina no es nada prohibido.

—Si digo que sí, no me volverán a obligar a asistir a otra.—Condicione a lo cuál rodaron sus ojos.

—Lo prometemos.

Al llegar al Roller la música impregno mis oídos, todas las chicas se encontraban relativamente ansiosas, ya que en la fiesta hará aparición un joven cantante misterioso.

Tomé asiento junto a las chicas en primera fila, pedimos una bebida y esperamos.

—Ahora si, el momento que todas esperaban.—Presento Juliana.—Con ustedes un chico talentoso con ganas de que le conozcan. Matteo.

Aplausos y gritos fue lo que oí. Matteo. Matteo. Matteo Balsano. Amigo de Gastón, quizás...

Un destino nos separa a
nosotros dos, nos confunde
y nos aleja... En otro mundo
estaré siempre a tú lado.
Pero ahora no puedo
estar, cerca de ti.

Con el corazón latiente y buscándolo por todas partes me llevé la decepción al no encontrarlo por ningún lado.

Y ese miedo volvía a aflorar.

Solo te quiero a ti, te necesito.
Esta noche no paro, entre las nubes yo bailo, contigo no hay salida ni reparo.
Necesito un minuto quizás una eternidad para acercarme a lo
que quiero de verdad.



🔹🔹🔹

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Amor Sin Fronteras|Gastina|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora