Un Stark | Stoward - Stony

Capítulo 5

FRÍO

Los siguientes días también habían tenido ese tiempo nublado, pero en ninguno momento había llovido, hasta hoy.

Caía una fuerte lluvia, con viento incluído, que hacían que hubiese un frío considerable. Incluso estaba aún oscuro, la luz del sol no parecía tener intenciones de llegar.

Aún así, todos los reclutas estaban ahí, formados, bajo la lluvia, a la hora indicada, esperando por Duffy.

Claro que podían esperarlo en un luchar con techo para evitar mojarse, pero ellos siempre que se formaban para empezar el entrenamiento, lo hacían ahí, en ese lugar, sin techo.

Y no querían hacer la formación en otro lado pues eso podría hacer enfadar a Duffy, y la verdad ninguno quería tentar su suerte de esa manera, pues el instructor cuando se enojaba, era demasiado exigente con ellos.

Pudieron ver a lo lejos el Jeep de Howard acercarse, y luego, al sargento Duffy bajando de él, bajo la comodidad de un gran paraguas y vistiendo un impermeable.

—¡Reclutas! —llamó—, ¡Aprovecharemos esta lluvia para hacer una prueba de resistencia!

Todos se sorprendieron ante las palabras dichas, pues esperaban que el entrenamiento se pospusiera hasta que parara la lluvia, o al menos que entrenaran bajo techo.

—¡Quítense la ropa y los zapatos! ¡Los quiero ver a todos solo con los pantalones puestos!

Los reclutas se miraron entre si, sorprendidos, pues el frío y la lluvia eran bastante fuertes, pero no tuvieron de otra que hacerle caso a Duffy y empezar a desvestirse, dejando sus ropas a un lado.

Howard, por su parte, aún no bajaba de su auto, y no tenía ni la más mínima intención de hacerlo.

Pareció no inmutarse ante la decisión de dejar a los reclutas bajo la lluvia y con frío, estaba de acuerdo en que el elegido tendría que ser capaz de soportar grandes cosas, y el frío era una de ellas.

O al menos eso creía, hasta que vio una pequeña espalda entre todas las demás.

Oh, mierda.

Pensó en Steve, y en lo mal que lo iba a pasar con esta prueba.

Cuando todos los reclutas ya estuvieron vestidos únicamente con sus pantalones –que, obviamente, estaban empapados–, se volvieron a formar como en un principio.

Las órdenes de Duffy fueron claras, únicamente debían estar ahí, bajo la casi tormenta, soportando el fuerte viento y el frio.

Howard evitó voltear a ver a los reclutas, intentó ignorar lo que pasaba con ellos, no quería ver a Steve en esa situación.

Todos tomaron su respectiva distancia de los otros, pues no estaba permitido estar demasiado juntos.

Al principio no fue tan difícil para algunos, pero conforme pasaban los minutos y los vientos aumentaban, se volvía más insoportable.

Steve tenía frío, demasiado, pero intentaba ser fuerte y no demostrarlo, tenía que soportar esa prueba, tenía que demostrar que no era débil.

Howard, aunque intentó lo más posible no ver hacia donde estaban los demás, se le hizo imposible.

Cuando vio a Steve, tuvo ganas de tomarlo y sacarlo de ahí, de llevarlo a un lugar cálido con una manta y un chocolate caliente.

Pero no, no podía.

Ni siquiera debía tener esos pensamientos favoritistas para con Steve, pues se supone que él debía ser imparcial con respecto a los reclutas.

Pero vamos, Steve es una cosita imposible de ignorar, imposible de tratar igual que a los demás.