Capítulo 21

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ANTHONY

Un sonido suave de una transmisión de radio fue lo que le hizo despertar.

Abrió lentamente sus ojos, escuchando el sonido más claramente.

Al estar completamente despierto, se sintió confundido.

Miró hacia los lados, dándose cuenta que estaba acostado en la cama individual de una pequeña habitación.

Se sentó despacio en la cama, examinandose a sí mismo.

Tenía puesta una camiseta blanca, que en medio tenía el logo de Stark Industries en gris.

Intentó recordar cómo llegó hasta ahí. Las memorias llegaron rápidas a su mente: Schmidt, el avión, el hielo, lágrimas, dolor, Howard...

¿Dónde demonios estaba Howard?

Si su camiseta era de Stark Industries es porque Howard estaba cerca, ¿No? Él lo rescató, su prometido lo rescató.

Entonces, ¿Por qué no estaba ahí? Steve estaba completamente seguro que Howard hubiese estado sentado en una silla a su lado, esperando a que despertara.

Un pensamiento cruzó rápidamente por su cabeza... ¿Y si algo le pasó?

Seguía confundido, no entendía nada. Así que único que atinó a hacer fue concentrarse más en eso que estaba escuchando. Era una narración de un partido de béisbol que sonaba en una pequeña radio sobre una mesita que había en la habitación.

Algo no estaba bien.

Sus pensamientos fueron interrumpidos al escuchar como abrían la puerta.

Por ella entró una chica de cabellos castaños y rizados.

—Buenos días —dijo ella, para luego mirar a su reloj— ¿O es la tarde, tal vez?

—¿Dónde está Howard? —fue lo primero que preguntó.

—Disculpe, ¿Quién?

—Howard Stark, ¿Dónde está?

—Lamento decirle que no lo sé.

Steve no se veía muy confiado. Tenía una camiseta de Stark Industries pero la chica supuestamente no conocía a Howard. Nada encajaba.

—¿Dónde estamos?

—Usted está en un hospital en Nueva York.

El sonido de la radio llegó nuevamente a sus oídos.

Escuchó atentamente el juego, solo para confirmar su sospecha.

—¿Dónde estamos? En serio.

La chica hizo una leve sonrisa de aparente confusión.

—Temo que no lo entiendo.

—Ese partido, es de mayo del cuarenta y uno, lo sé, yo estuve ahí.

La chica borró rápidamente su sonrisa, poniéndose nerviosa.

Steve bajó su mirada, para examinarse nuevamente.

Y ahí, al verse sus manos, fue cuando se dio cuenta de algo.

—Mi anillo —susurró.

La mujer lo logró escuchar.

—¿Dónde está mi anillo? —preguntó seriamente.

La chica negó, estando ya realmente asustada.

Pero el miedo aumentó cuando vio como Steve, con rostro serio, se levantaba de la cama, caminando directo hacia ella.

Un Stark | Stoward - StonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora