Un Stark | Stoward - Stony

Capítulo 43

BORDE

Treinta meses.

Treinta meses habían pasado desde que Loki intentó dominar el mundo.

Dos años y medio en los que la vida de pareja Steve y Tony cambió.

Habían sucedido tantas cosas... Tony se quitó su reactor, muy al pesar del Capitán, pues este amaba la luz azul en su rostro todas las noches antes de dormir. Esto llevó a qué Tony utilizara un nuevo reactor, extraíble, solo para almacenar su armadura y llevarla siempre consigo. Y, claro, para iluminar el rostro de Steve en las noches.

El rubio, por su parte, había estado involucrado en la caía de S.H.I.E.L.D., cuando comenzó a sospechar lo que sucedía, habló con Tony. Juntos pasaron por muchas cosas en ese tiempo. Pero todo concluyó en la caía de la agencia.

—Todo el trabajo de papá directo a la maldita basura —se quejó Tony en ese entonces—. Por culpa de unos imbéciles que no supieron que hacer con algo tan grande como lo era S.H.I.E.L.D.

—¿Entonces por qué nunca quisiste ser director? —fue lo que Steve respondió.

Por supuesto que se ganó una amenaza de dormir en el sofá con Dum-E si seguía con esos comentarios.

Lo que también había cambiado, era que ahora, Steve y Tony buscaban a Bucky. Steve quería encontrar a su amigo. Y Tony lo ayudaba.

Por supuesto que también tenían tiempo para ellos como pareja.

Su relación se había vuelto muy sólida. El amor que se tenían era incondicional y ambos sabían que, unidos, podrían superar cualquier cosa.

El mundo entero sabía de su relación. Incluso ellos mismos la confirmaron públicamente. Eran la pareja del siglo.

—¡Steven! —gritó Tony, saliendo del ascensor.

Pero luego de un vistazo general, no vio a su novio por el piso.

—J.A.R.V.I.S., ¿Dónde-

—El Capitán Rogers se encuentra en el piso veintiuno con el señor Wilson. Ya le he avisado que usted llegó y viene en camino.

Tony suspiró antes de quitarse su saco. A los pocos segundos después, Steve apareció junto con Falcón.

—Cariño —llamó el rubio, antes de ir a besar a su pareja—. ¿Qué tal tu día?

—Agotador —respondió luego de separarse del beso—. Creí que al llegar a casa vería a mí novio preparando la cena, pero en realidad me encuentro con que no estaba porque andaba engañandome con un pajarraco.

Sam se sintió incómodo en ese momento.

—Stark, Steve y yo solo inves-

—Calla —dijo—. No me caes bien. Aléjate de mi hombre.

Steve sonreía divertido ante la escenita que Tony siempre hacia cuando estaba con Sam.

—Tony, déjalo. Sam solo nos ayuda a buscar a Bucky. Además, a él no le gustan los hombres.

—Si, ajá —respondió—. A mí tampoco me gustaban. Y mírame ahora.

—Creí que estabas enamorado de mi desde los cinco años. Eso te hace gay desde pequeño.

Tony frunció el entrecejo.

—Ya te he dicho, Steven, que no soy gay. Soy bisexual.

Tony, para evitar seguir hablando de ello delante de Sam, le lanzó a Steve entonces un ramo de flores. El que le llevaba todas las semanas.